Por primera vez, dos peloteros latinos fueron exaltados al Salón de la Fama de Cooperstown por el voto de la Asociación de Escritores de Béisbol (BBWAA) en un mismo año.
En otro hecho inédito y en su primer año de elegibilidad, el panameño Mariano Rivera logró el voto unánime de los periodistas, mientras que el puertorriqueño Edgar Martínez, en su décima y última oportunidad, sacó el 85.4 por ciento.
El mejor relevista de todos los tiempos es el segundo panameño en inscribir su nombre en el Templo de los Inmortales, donde ya estaba desde 1991 Rod Carew.
Por su parte, Martínez se une a Roberto Clemente, Orlando Cepeda, Roberto Alomar e Iván Rodríguez como los boricuas inmortalizados en Cooperstown.
Sólo una vez anterior entraron dos latinos al Salón de la Fama, pero no a través de la BBWAA.
Fue en el 2006, cuando los cubanos José de la Caridad Méndez y Cristóbal Torriente fueron exaltados por el Comité de las Ligas Negras.
Con la elección de Mariano y Edgar, quienes entrarán junto a Roy Halladay (85.4) y Mike Mussina (76.7), se han reivindicado finalmente dos de las funciones que han sido históricamente menos valoradas: la del pitcher relevista y bateador designado.
Ya habíamos visto algunos amagos recientes, cuando Trevor Hoffman (2018) y Lee Smith (2019) entraron como apagafuegos, el primero por la BBWAA y el segundo por el Comité de Veteranos.
Asimismo, Frank Thomas, quien fue DH en 1,310 de los 2,322 juegos de su carrera, había sido votado por la prensa en el 2014 y recientemente Harold Baines por el Comité de Veteranos, en una selección no exenta de polémica.
Llama la atención la caída sufrida por Roger Clemens y Barry Bonds, tras anunciarse los resultados completos de las votaciones.
Hasta última hora, según el cómputo de Ryan Thibodaux, Clemens y Bonds llevaban más del 70 por ciento en más de 200 boletas reveladas.
Si bien no llegaban al 75 por ciento requerido para entrar a Cooperstown, se hubieran quedado a las puertas, pues hasta ahora, todo pelotero que obtuvo un año más del 70 por ciento, ingresó en la ocasión siguiente.
Sin embargo, el líder jonronero de todos los tiempos alcanzó solamente el 59.1 por ciento, mientras que el siete veces ganador del premio Cy Young quedó en 59.5.
No se trata de una cuestión de cifras. Los números de Bonds con el madero y de Clemens desde la lomita son más que suficientes para que hubieran entrado en su primer año de elegibilidad.
El asunto es que con la eventual entrada de ambos, se allanaría el camino para que otros que se encuentran bajo las sombras de los esteroides lleguen también a la inmortalidad.