La última vez que los Marlins ganaron 11 juegos seguidos en spring training fue en 1997 y terminaron ganando la Serie Mundial.
Serán los entrenamientos primaverales o lo que quieran decir, pero los Miami Marlins han hilvanado una cadena de 11 victorias consecutivas, para esperanza de sus seguidores más optimistas.
No voy a vender humo y comparar este equipo joven, en pleno proceso de reconstrucción, con aquel de hace 22 años, que era un verdadero trabuco construido a fuerza de billete.
Pero esta seguidilla de 11 triunfos puede interpretarse como una señal de que el plan de sustentabilidad a largo plazo iniciado por Derek Jeter el año pasado -y que tantas críticas le generó- va en la dirección correcta.
Miami ha sumado 15 éxitos y diez fracasos en la Liga de la Toronja y aparece en segundo lugar, detrás de los Yankes de New York.
Lo destacable del récord de los Marlins es que tras arrancar con 4-10 en los primeros juegos de la primavera, iniciaron su buena racha en la segunda parte de los entrenamientos, cuando los equipos comienzan a usar más las alineaciones que presentarán a diario cuando comience la temporada.
Lo más sobresaliente de los dirigidos por Don Mattingly ha sido el pitcheo abridor, con el venezolano Pablo López y el estadounidense Trevor Richards a la cabeza.
En cinco juegos, López, que ya mostró credenciales la pasada campaña, suma tres triunfos sin derrota y efectividad de 0.90, tras lanzar seis innings en blanco este miércoles.
Richards, por su parte, tiene 2-1 y 1.86, luego de que en su última salida tiró seis episodios sin permitir imparables.
Estos dos jóvenes parecen haberse asegurado un lugar en la rotación, detrás del dominicano Jose Ureña, designado por Mattingly para abrir el partido inaugural el 28 de marzo ante los Rockies de Colorado.
Brillante igualmente ha estado el zurdo Caleb Smith (2-0, 1.00), sobre todo porque viene de una operación que lo sacó de acción en julio del 2018.
Destacados también han estado los relevistas Jarlin Garcia, Adam Conley y Tayron Guerrero, a quienes se les sumó este año el experimentado cerrador mexicano Sergio Romo.
Las esperanzas ofensivas del equipo se cifran en el antesalista Brian Anderson y el jardinero Lewis Brinson, luego de que este último decepcionara al no cubrir las expectativas que despertó en el 2018, cuando llegó a Miami en el canje por Christian Yelich por los Cerveceros de Milwaukee.
El año pasado, tras la salida de Yelich, Giancarlo Stanton, Dee Gordon y Marcell Ozuna, a los Marlins les pronosticaron más de 100 derrotas, que consiguieron evitar al terminar en el sótano con récord de 63-98.
Volver a evitar el centenar de fracasos y quizás salir del último lugar sería un buen paso de avance en el proyecto Wolverine de Jeter.
La tarea no será fácil, pues tendrán que jugar 19 veces con cada uno de sus cuatro rivales divisionales, los reforzados Philadelphia Phillies, Mets de New York, Atlanta Braves y Nacionales de Washington.
Pero en el béisbol no hay nada escrito y de sorpresas está llena la historia.
Por lo pronto, los fanáticos más fieles están disfrutando está racha y repitiendo la frase del inmortal Felo Ramírez: "Están ganando los Marlins...", aunque sea en la primavera.