LOS ÁNGELES -- FIFA ha pasado de las amenazas a los hechos. #ElGrito ha originado cerca de una veintena de multas y advertencias. El ultimátum aterroriza a Yon de Luisa: se le escurren de las manos dos Mundiales por un grito.
“Es parte de nuestro folklore”, decían en su momento Guillermo Cantú y Decio de María. Un folklórico espaldarazo a #ElGrito.
Víctor Montagliani, presidente de Concacaf y vicepresidente de FIFA, les repeló. “Para nosotros (Concacaf y FIFA) no es un grito folklórico, es un insulto, y debe parar”.
La anterior administración de la FMF, lo dejó pasar. Lo dejó crecer. Lo prohijó. Lo fomentó con su pasiva complicidad o su cómplice pasividad. Hoy, parece irrefrenable.
Si México no ha podido erradicar de su Liga y sus estadios el alarido, ¿qué capacidad o autoridad tiene para erradicarlo de los escenarios de Estados Unidos? Hipocresía. Pretende ser candil de la calle y oscuridad de su casa.
La realidad es que México puede perderse el Mundial de Catar 2022, pero también perder la sede alterna que tiene asignada para el Mundial 2026.
Ya en esa carta abierta al aficionado mexicano (https://espndeportes.espn.com/blogs/index?nombre=rafa_ramos&entryID=8762753), advertíamos que ese ultimátum ya estaba en el escritorio de la FMF. Y que ya había histeria e impotencia por parte de los federativos, y también por parte del amo y señor de los federativos.
México tiene dos amistosos inmediatos: contra Panama (30 de junio en Nashville) y contra Nigeria (3 de julio en Los Ángeles), antes de meterse a la Copa Oro. Es decir, se va a meter la boca del lobo.
Estos dos partidos son compromiso directo con SUM, que hasta el momento ha hecho su propio esfuerzo por proteger a su gallina de los huevos de oro: crear conciencia antes y durante los juegos, y multiplicar vigilancia dentro de los escenarios.
Advertíamos hace unos días, que la FMF debía exigir a SUM que ambos partidos se jugaran a puerta cerrada, como reprimenda a unos cuantos que se niegan a erradicar #ElGrito. Pero, la avaricia manda.
De atreverse a semejante represión disciplinaria, esa de mantener los estadios vacíos, la FMF debería indemnizar a SUM. Las taquillas en cada uno de esos juegos, deberán rondar los dos millones de dólares.
En el caso del juego ante Panamá, no acudirá la Selección Mayor, sino la Olímpica, aunque en la publicidad sobre este partido, se asegura que será el mismo representativo que estará en la Copa Oro. Engaño, pues.
Por otro lado, ambos partidos, en Nashville y Los Ángeles, serían un catalizador magnífico para poner a prueba la nueva campaña que pretende orientar la FMF contra #ElGrito, como nueva medida desesperada, para impedir que México se pierda los mundiales de 2022 y 2026.
Y servirían, también, esos juegos, para que los aficionados mismos denuncien a quienes violen la normativa de cada estadio: manifestaciones racistas, discriminatorias u homofóbicas, implicarán desde la expulsión del escenario, hasta cárcel y multa, o el veto de por vida.
Yon de Luisa sabe que tiene tiempo para hacer recapacitar a ese sector de personas que parecen ser más fanáticos frenéticos de #ElGrito que de la misma Selección Mexicana.
Ojo: de ser necesario la FMF está dispuesta a sacrificar la Copa Oro, con tal de salvar las eliminatorias, y por supuesto el Mundial de Catar y la sede del Mundial 2026.
De Luisa está dispuesto a que México sea castigado en plena Copa Oro. Para la FMF quedar eliminado de la competencia conkakafkiana, lo cual además puede ocurrir en la cancha, no representaría un gran costo financiero, como sí lo sería perderse Catar 2022, pero, principalmente, la sede del 2026.
Porque, cuidado: en el Congreso de FIFA, previo a la Copa del Mundo de Catar 2022, podrá colocarse el tema de #ElGrito en la mesa, y puede ocurrir desde una advertencia radical, hasta que simplemente se vote si México debe ser contemplado como una de las tres sedes para 2026.
Sí, es cierto, si la FIFA fuera tan virtuosa, casta, pura, prístina en sus acciones, no habría otorgado las sedes de 2018 a Rusia, y de 2022 a Catar, habida cuenta de sus abominables posturas homofóbicas, mucho, pero mucho más grave que #ElGrito mismo.
Pero, sabido es que la FIFA es un sepulcro blanqueado. Mientras ondea la bandera del #FairPlay, ha apadrinado, ha patrocinado, por otro lado, todo tipo de fechorías. No tiene ningún tipo de escrúpulos para, con una mano matar a la vaca, y con la otra levantarle la pata.
Tal vez, entonces, sea necesario que el futbol mexicano llegue a circunstancias extremas, el problema es hasta dónde la avaricia, el fariseo comportamiento de la FMF, le permitirán llegar.
¿Entenderá que es el momento de perder centavos para retener los dólares? Si lo hace, deberá empezar con indemnizar a SUM, y jugar, ante Panamá y Nigeria, a puerta cerrada. Y si no se atreve, entonces, resignarse al plan siniestro de Yon de Luisa: perder la Copa Oro y quedar fuera desde la fase de grupos.
Porque además, quedar fuera de la Copa Oro, implicaría culpar ramplona y comodinamente, a la afición mexicana en Estados Unidos, y lavarse las manos, como todo un moderno Poncio Pilatos.
Y tal vez tenga razón, dentro de ese voluminoso cinismo. Y si en verdad quiere dar un golpe de autoridad, castigarse a sí mismo. Es decir, en el primer juego de la Copa Oro, ante un rival aún por definir, si aparece el aullido de su afición, retirarse de la competencia.
¿Se atreverá Yon de Luisa a una decisión histórica? ¿Se lo permitirán desde el Salón Oval de Televisa? Difícilmente.
Por lo pronto, esa es la estremecedora crisis que enfrenta la FMF por culpa de su pusilanimidad previa: perder dos mundiales por un grito.