<
>

Sergio Pérez corona año caótico en la F1 con triunfo e incertidumbre sobre su futuro

Incluso para los estándares del 2020, Sergio Pérez ha vivido un año digno de la montaña rusa.

Su triunfo en la carrera del domingo en Sakhir fue su primero en 190 intentos en la Fórmula 1, siendo un récord de dudosa calidad; aunque preferiría tenerlo, antes de no contar con victorias en su haber.

Asimismo, es destacable que, siendo tan talentoso, Pérez ha sido catalogado por largo tiempo como una de las promesas sin cumplir de la Fórmula 1 y su victoria sirve como el punto de exclamación perfecto para una carrera que, hasta el pasado domingo, tenía un obvio elemento ausente.

A pesar de ello, es probable que Pérez no siga desempeñándose en la Fórmula 1 después del Gran Premio de Abu Dabi, a disputarse el 13 de diciembre. Antes de producirse su triunfo, los momentos más notables de su año habían sido su ausencia de dos carreras debido al COVID-19 y la rescisión de su contrato por parte del equipo Racing Point.

A continuación, repasamos el año vivido por Pérez hasta ahora y cómo se produjo su insólita victoria.

COVID-19

Pérez fue descartado de ambas carreras celebradas este verano en el Circuito de Silverstone (el Gran Premio de Gran Bretaña y el Gran Premio del 70 Aniversario, disputados en fines de semana consecutivos) luego de haber dado positivo por COVID-19. Fue el primer piloto de Fórmula 1 en dar positivo y perderse una carrera como consecuencia.

Pérez contrajo la COVID-19 durante un viaje a su México natal para visitar a su madre, quien había sido admitida al hospital tras haber sufrido un accidente. El conductor reiteró haber cumplido con todos los protocolos necesarios y medidas de seguridad implementadas por la escudería y autoridades locales, incluyendo la contratación de un vuelo chárter para su trayecto trasatlántico.

Si bien su viaje a casa era comprensible desde un punto de vista personal, desde la perspectiva meramente automovilística fue un golpe difícil de asimilar. En dicha etapa de la temporada, Racing Point se había establecido claramente como la tercera mejor escudería del torneo y se encontraba en posición para disputar un lugar en el podio, en caso de que Mercedes o Max Verstappen dieran un tropezón.

Nico Hülkenberg, suplente de Pérez, hizo una labor admirable y clasificó en el tercer puesto al segundo evento; sin embargo, no logró mayores avances en la carrera y terminó en la séptima posición. Considerando la experiencia limitada de Hülkenberg conduciendo ese auto, es válido preguntarse qué habría conseguido Pérez de haber manejado el bólido, en vez de su suplente.

A pesar de su ausencia en las dos carreras antes mencionadas, Pérez se encuentra en la cuarta posición del campeonato, con 125 puntos. Dicha ubicación resalta su sólida actuación en las carreras en las cuales ha participado este año.

Despedido por Racing Point

En agosto pasado, Racing Point anunció que Pérez dejaría la escudería a finales de año, siendo reemplazado por Sebastián Vettel, actual miembro de Ferrari. Pérez había iniciado la temporada confiado en que el contrato que tenía con el equipo (con vigencia hasta 2022) sería honrado en su totalidad. No obstante, el propietario de Racing Point Lawrence Stroll tenía otras ideas en mente.

Si bien nunca es agradable verse obligado a dejar una escudería, para Pérez representaba una circunstancia especialmente cruel. No solo Racing Point (que se convertirá en Aston Martin el próximo año) se apresta a ser un equipo sumamente competitivo en los años venideros; sino que el historial de Pérez dentro de Racing Point motivaba a muchos a creer que merecía un mejor final.

En 2018, el piloto mexicano puso en marcha el procedimiento judicial que finalmente le arrebató la propiedad de la escudería a su antiguo dueño Vijay Mallya, le permitió entrar en concurso de acreedores para ser adquirida por un consorcio de inversionistas dirigido por Stroll. No es exagerado decir que Pérez desempeñó un papel clave para salvar al equipo de su extinción.

El propio Pérez recordó estos hechos en la semana posterior al anuncio de la incorporación de Vettel a Racing Point.

“Duele un poco, porque aposté por la escudería durante momentos muy difíciles; logramos superar obstáculos y me siento muy orgulloso de haber salvado los empleos de varios de mis compañeros”, afirmó.

Evidentemente, la decisión no le cayó bien a Pérez; sin embargo, el mexicano respondió como un profesional modelo, reiterando constantemente su amor por la escudería y su determinación a salir de Racing Point por la puerta grande. Considerando las circunstancias, se le puede perdonar a Pérez haber hecho la situación mucho más incómoda para Stroll y Racing Point, y el hecho de que no lo hizo sirve como testimonio de su carácter y el genuino afecto que siente por el equipo.

Quizás no ha sido coincidencia que el nivel mostrado por Pérez desde el anuncio de la decisión ha sido excepcional. Desde el Gran Premio de Bélgica, “Checo” ha terminado entre los diez primeros de todas las competiciones en las que ha participado, con la excepción de una: cuando su motor falló faltando cuatro vueltas para terminar el Gran Premio de Bahréin de la semana pasada, mientras corría en la tercera posición.

En el Gran Premio de Emilia Romagna disputado en Imola, una decisión tardía de llamarlo a los pits le costó un podio que parecía seguro. En el Gran Premio de Turquía quedó segundo, luego de una actuación sublime en medio de condiciones cambiantes. De no haber sido por el magnífico desempeño de Lewis Hamilton para superarle, Pérez hubiese obtenido el triunfo en la carrera celebrada en Estambul.

Una sorprendente primera victoria

En la primera vuelta del Gran Premio de Sakhir, parecía que la carrera terminaría siendo otra frustrante ocasión en la que Pérez se preguntaría “¿Qué habría pasado si…?” Comenzó en una prometedora quinta posición y logró avanzar hasta la tercera para la cuarta vuelta; sin embargo, una colisión con Charles Leclerc le hizo retroceder hasta los últimos puestos.

La falla de motor sufrida siete días atrás le costó un merecido tercer puesto. Su respuesta al percance fue otra muestra de su carácter: Pérez no tardó en mencionar el milagroso escape del infierno de Romain Grosjean al inicio del evento, para colocar su adversidad en perspectiva.

El domingo, Pérez confesó después de la carrera haber maldecido su desgracia en las primeras etapas del segundo evento celebrado en Bahréin. Un encierro detrás del primer auto de seguridad dejó a su auto presentando severas vibraciones que le llevaron a preguntar a su escudería si era prudente retirarse. Le respondieron que no lo hiciera, y Pérez procedió a irrumpir en la pista.

Como ha sido una circunstancia tan frecuente en la Fórmula 1 moderna, parecía que su recompensa sería quedar como el mejor del resto del lote, detrás de Mercedes… hasta que los campeones del mundo dieron un paso atrás. Durante el paso del segundo auto de seguridad, Pérez y Racing Point no cometieron el mismo error de Imola y el piloto mexicano permaneció al volante sobre unas llantas que se desgastaban rápidamente, para tomar el liderato.

“Creo que, después de lo sucedido en Imola, cuando tomamos la decisión equivocada ubicados bajo el auto de seguridad, estábamos claros con respecto a lo que queríamos hacer aquí”, afirmó Pérez. “Nos quedamos. Nos sentíamos bastante confiados de que sería capaz de reiniciar con [las] llantas y llegar hasta el final con buen ritmo”.

Se demostró que Pérez y su escudería tomaron la decisión correcta. Luego que un pinchazo puso frenos a un George Russell dispuesto a asaltar el liderato, Pérez solo tenía que llegar hasta el final. De alguna forma, luego de vivir una carrera llena de momentos en los cuales las cosas no se producían de la mejor forma para él, todo se conjugó perfectamente para el triunfo de Pérez.

Fue una victoria popular y asombrosa.

En un caso similar al de Pierre Gasly en Monza, el otro ganador inédito del 2020, luego del rocío de champaña, un sorprendido Pérez se sentó a solas sobre el escalón superior del podio, para asimilar su gran momento.

¿Qué le depara el futuro?

Cabe destacar que Pérez no tiene asegurado un puesto al volante en la próxima temporada y la victoria del domingo no parece haber cambiado mucho la situación.

El futuro de Alex Albon sigue siendo incierto y Red Bull debe tomar una decisión luego que el Gran Premio de Abu Dabi haya servido de punto final de la actual campaña. Sin embargo, no existen muchos elementos que sugieran que los excampeones del mundo sientan interés por Pérez. De forma conveniente, Red Bull canceló los compromisos de Christian Horner con los medios de comunicación posteriores a la carrera, ayudándole a eludir preguntas inevitables con respecto al por qué aún no se ha tomado una decisión.

Incluso en las horas de la noche dominical, Pérez afirmó que su opción más probable seguía siendo tomar un año sabático para regresar a la Fórmula 1 con una escudería distinta en 2022. Red Bull parece mantener su compromiso con Albon, a pesar de su evidente incapacidad para manejar la presión que conlleva ser compañero de Max Verstappen, y si la escudería se adhiere a dicha decisión, significaría pasar por alto a dos ganadores de sus primeras carreras, como lo son Pérez y Gasly, para insistir con Albion como miembro de su equipo.

Entonces, ¿cómo queda Pérez en toda esta situación? El conductor mexicano parece no tener muchos deseos de competir con otra escudería, al menos por los momentos. “Checo” ha sugerido que, durante un año sabático, podría decidir su retiro del automovilismo, lo que sería toda una lástima tras haber mostrado un nivel excepcional en las últimas semanas.

En sus declaraciones de la tarde del domingo, Pérez parecía estar contento con su destino, independientemente del próximo paso.

“Siempre he dicho que, con respecto al 2022, existe un riesgo al tomar un año libre, en esta etapa de mi carrera en la que me encuentro”, expresó. “Uno nunca sabe qué sucederá, si tendré la disposición de volver, o si decido tomar una pausa durante ese año”.

“Después de hoy, luego de las últimas dos carreras, me siento muy decidido a permanecer aquí. Bien sea el próximo año o el siguiente. Ya tengo algunas buenas opciones para 2022. Mi mejor opción, obviamente, es seguir adelante, pero si tengo que tomar una pausa, no es un desastre… puedo regresar”.

Parece cónsono con la carrera de Pérez verle en una situación tan incierta, justo después de haber asegurado el mejor resultado de su trayectoria. Apartando el triunfo del domingo, en los diez años del mexicano en la Fórmula 1, las estrellas nunca se han alineado a su favor.

Por si fuera necesario, la victoria de Pérez en el Gran Premio de Sakhir sirvió de recordatorio del talento atascado en el mediocampo de la Fórmula 1 durante los últimos siete años, y cuánto se merece conducir un auto en el cual pueda hacer gala de sus talentos con mayor regularidad. Aún está por verse si podrá ponerse al volante de ese auto y tener una nueva oportunidad.

Pase lo que pase, Pérez ha demostrado su calidad y cuánto podría aportar a cualquier escudería de Fórmula 1. Varios equipos se aprestan a correr en 2021 tras haber elegido pilotos menos talentosos que él.

Si Abu Dabi termina siendo su última incursión en Fórmula 1, Pérez podrá decir que deja la competición siendo ganador de un Gran Premio. Es lo menos que se merece un piloto con su talento y habilidades.