Enero de 2024, Brackley, Inglaterra, planta del equipo Mercedes de Fórmula 1. En una helada Inglaterra, James Allison trabaja a destajo en el diseño del W15. El ingeniero inglés volvió a las Flechas de Plata para tomar el cargo de director técnico, en lugar del despedido Mike Elliot, el padre de los fallidos W13 y W14, los modelos de efecto suelo que sacaron al team alemán de la pelea por los triunfos y que cortaron con una seguidilla de éxitos y abrumador dominio en la F1. El W15 muestra algunos síntomas en simulación que invitan a Allison a tener buenas expectativas. “Vimos algunas cosas que sabíamos que eran problemas. Hemos planteado la hipótesis de cuál era el motivo de esos problemas y los solucionamos. Será interesante descubrir qué tan precisos hemos sido con ese diagnóstico. Esperamos haber hecho un buen trabajo con el nuevo coche y esperamos haber solucionado algunas de las deficiencias que se mostraron tan públicamente el año pasado. Tenemos alguna esperanza de que algunas de las características más rencorosas de la parte trasera de nuestro coche sean un poco más amigables con nosotros y el manejo del coche sea algo mejor. Todo esto es en simulación, pero aun así tenemos motivos razonables para creer que hemos logrado algún beneficio en ese sentido”, cuenta el ingeniero en una entrevista con Motorsport.
Mayo de 2024, Miami, Estados Unidos. La Fórmula 1 disputa su sexta fecha de la temporada. Mercedes llega al semipermanente de Florida en el cuarto lugar del Mundial de Constructores, con apenas 52 puntos cosechados en cinco carreras. Su rendimiento está a años luz de Red Bull y es superado claramente por Ferrari y McLaren. Lewis Hamilton y George Russell no logran superar la instancia de Q2 en la clasificación del sprint y se van de la carrea corta sin anotar. Logran avanzar a Q3 en la clasificación para la competencia principal y se festeja como si fuera un éxito, aunque apenas se aseguran el séptimo (Russell) y octavo (Hamilton) cajón de partida.
La cara de Toto Wolff, el director del equipo, cada vez que la señal internacional le hace un plano es el mejor resumen del momento que vive el equipo alemán. Terminada la clasificación de Miami, al austríaco le preguntaron por la actualidad del W15 y si le gustaría sumar a Adrian Newey, el gurú detrás de los éxitos de Red Bull, quien abandonará la casa de las bebidas energizantes y será agente libre. Wolff no tuvo ningún reparo en su fuerte respuesta: "Es un ingeniero increíble. Pero en este momento, incluso el mayor mago probablemente tendría dificultades para resolver nuestros problemas”, dijo en una entrevista a Sky Sports Germany.
Russell dejó sus sensaciones ante Crash.net y fueron en el mismo camino que Wolff: “El hecho es que el cronómetro no miente. Séptimos y octavos, tenemos que aceptar que es donde estamos en este momento. Estamos un paso por detrás de McLaren y Ferrari. Ahora tenemos limitaciones con el coche que son totalmente diferentes a las que teníamos hace 12 meses. Tenemos mucho trabajo para solucionar los problemas. Hemos ido demasiado lejos en esa dirección. Sabemos que tenemos que mejorar. Tenemos que mejorar rápidamente”, aseguró.
Mercedes llegó a Miami con un nuevo suelo en el W15, primera parte de un paquete de mejoras que se completará en Imola. De hecho, el piso flamante se aceleró en su estreno en busca de algún cambio positivo. Hamilton, quien está en su último año con las Flechas antes de mudarse a Ferrari, también dejó un concepto claro sobre el W15: “En general, fue un día mucho mejor. Al menos, hemos ido hacia delante en el sprint y en clasificación llegamos a la Q3. Para nosotros es duro estar a ocho décimas y luchando con el Haas. No sé si es la verdadera velocidad de nuestro coche o los neumáticos, creo que tiene mucho que ver con estos neumáticos, no somos capaces de usarlos del todo bien todavía”.
El neerlandés marcó 1m27s241 para sacarle 141 milésimas a Charles Leclerc y quedarse con el primer cajón de partida de la sexta fecha de Fórmula 1.