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Checo Pérez y su gran carrera que se quedó corta en el resultado

Hay días en los que haces el mejor trabajo posible y simplemente no alcanza. En Interlagos, Sergio Pérez hizo una carrera para ser firmada, levantar el capelo y ponerla en la vitrina, pero desafortunadamente para su causa el monoplaza Red Bull no fue rival para Mercedes y, encima de todo, la suerte prefirió tomar del brazo a Valtteri Bottas.

No le faltó agresividad, no puso una llanta mal, pero al final "sólo" un cuarto lugar, atrás de los dos Mercedes, ningún trofeo que recoger ni ninguna pegajosa mancha de champaña que limpiar.

Trece puntos en la bolsa que suenan bien, incluso con el de la vuelta rápida (sexta en su trayectoria en la Fórmula 1), el problema es que Bottas coleccionó 18 puntos en el fin de semana, Verstappen no ganó y Hamilton se llevó los 25 del triunfo.

En resumen, el finlandés de Mercedes le saca 25 puntos en el Campeonato de Pilotos cuando eran 20 y Mercedes tenía solamente una unidad de ventaja en Constructores antes de Brasil y ahora tiene 11.

En el conteo final, Checo pudo tener una arrancada doblemente genial al superar a Carlos Sainz y luego aplicar un rebase de manual de estilo a Bottas, pero los números son los que hablan.

Por cierto que ese rebase merece un tomo aparte en el libro de esta carrera. Verstappen ya había ganado por tracción al finlandés, cuando Checo Pérez atacó en las dos siguientes curvas. La finta para pasar por fuera en la curva a la izquierda hizo que Bottas protegiera, pero, como quien toca el hombro de alguien y aprovecha que voltea para pasar por su lado izquierdo, así el mexicano engañó al de Mercedes con pulcritud.

Luego, la defensa de Checo Pérez ante Lewis Hamilton y su avión número 44 fue tan digna como limpia. El inglés tuvo un auto de otra categoría, nadie podía oponérsele, pero el nativo de Jalisco lo aguantó un par de vueltas en la frenada del final de la recta, hasta que, con el DRS, Hamilton lo adelantó, pero tres segundos después, Sergio le devolvió el rebase. Sólo sirvió como una declaración de principios y como tapón para intentar que Verstappen se alejara del siete veces campeón, algo que en la vuelta 59 ya no pudo ser posible, porque Lewis tomó la punta de la carrera.

El verdadero vuelco del destino lo hizo Lance Stroll quien, de nuevo, provocó un "Virtual Safety Car", justo cuando Bottas estaba por entrar a pits. Eso fue un golpe de suerte para el finlandés, quien no había podido alcanzar a Pérez.

Ese podio tenía el nombre de Checo Pérez, pero hay días que lavas la ropa en un día soleado y llueve de abajo para arriba.

La buena noticia es que el manejo de Pérez está en un gran momento, pero si no se descubre qué hace a Mercedes tan rápido o si Red Bull no halla el antídoto esto se pintará de negro, antes plateado en las carreras que restan.