El ahora atacante de San Carlos estuvo el domingo pasado en el clásico y la afición de Alajuelense lo trató como si nunca se hubiera ido de la institución
A pesar de haber marcado 134 goles con la camiseta de Alajuelense, la abrupta salida de Jonathan McDonald del cuadro manudo en 2020 cuando en cuestión de minutos pasó a ponerse la camiseta de Herediano generó un roce que ya quedó en el pasado y el domingo anterior tuvo una reconfirmación de que sigue siendo una persona muy querida en los pasillos del estadio Morera Soto.
El atacante volvió a La Catedral para ver el clásico en el que Alajuelense se impuso 2-1 al Deportivo Saprissa con dos anotaciones de Joel Campbell. Llegó un poco al límite para poder pasar rápido hacia su espacio en el palco y empezar a disfrutar del partido, pero rápidamente los aficionados empezaron a notar su presencia y se llevó una grata sorpresa, pues empezó a recibir el mismo cariño que recibía cuando vestía la camiseta rojinegra y constantemente abombaba las redes con sus goles.
Incluso reconoce que hubo un momento en el que la afición de Alajuelense, conocida como ‘La 12’ empezó a corear su nombre, hecho que movió fibras sensibles para él.
“Ya cuando me senté la afición me empezó a reconocer y me pidieron fotos y videos de saludos, indudablemente escuchar a la 12 fue un momento bastante emotivo y desde luego que agradezco a los que me cantaron porque significa muchísimo para mí”, dijo Jonathan McDonald ante consulta de ESPN.
Reconoció que desde que era adolescente no asistía a un partido de estos en condición de aficionado, por lo que realmente estaba deseoso de volver a ir al Morera Soto y apoyar a Alajuelense y aunque vive el fútbol de una manera muy tranquila, estaba muy feliz por la victoria liguista.
“Yo siempre he querido y amado los colores de la Liga y simplemente me di la oportunidad después de 21 años de ir a un clásico como aficionado y la verdad lo disfruté muchísimo a mi manera analizando los conceptos técnico, tácticos y viendo a los amigos”, agregó.
¿Hicieron las paces?
Jonathan McDonald es el segundo goleador más importante en la historia de Alajuelense, solo superado por Errol Daniels. Durante toda su estancia en la casa rojinegra entre 2011 y 2020, con sus respectivos impasses de cuando salió al fútbol de Suecia y Qatar, se encargó de perforar redes una y otra vez, pero su salida fue difícil y hasta llegó a generar un pequeño roce con los aficionados, pues fue cuestión de minutos para que se firmara con Herediano.
“No hubo ese duelo futbolístico de que pasaran unas semanas y encontró un equipo, ni para ellos ni para mí, fue cuestión de lo que duré del estadio de la Liga al de Heredia esos 20 kilómetros que estuve desempleado y fue un poco convulso y también di una declaraciones que se tergiversaron”, indicó.
Pese a esto, considera que el reencuentro de este domingo no significó hacer las paces con la afición, tanto él como los liguistas no magnificaron ese hecho el pasado y se quedaron con lo bueno que le dejó al club.
“Nunca salí molesto ni mucho menos, estoy eternamente agradecido, tengo el nombre y mis números gracias a ellos mi esposa estudió, gracias a ellos salí al extranjero, estar en selección, jugar y anotar en clásicos y agradecer a ellos. Me equivoqué muchas veces, pero acerté muchas otras también y me quedo con eso”, sentenció.
Jonathan McDonald ahora vive una etapa diferente en su carrera con la Asociación Deportiva San Carlos con la que ha marcado 11 goles en poco más de una temporada y donde sigue teniendo muchas ambiciones de salir adelante en el fútbol en una carrera que está por llegar a los 20 años de ser profesional.