BARCELONA -- La última vez que el Rayo Vallecano visitó el Camp Nou, el 24 de abril, el Real Madrid celebró virtualmente el título de Liga. Un solitario gol de Álvaro García a poco de comenzar el partido le valió al equipo madrileño para llevarse la que fue su segunda victoria en el estadio azulgrana (la anterior había sido en mayo de 2000) en 19 visitas desde que se estrenó, con un empate, en enero de 1978.
El triunfo rayista confirmó la caída en barrena de un Barça que pasó en un mes de aplastar al Real en el Bernabéu a encadenar tres derrotas en el Camp Nou que le eliminaron de la Europa League a manos del Eintracht Frankfurt y le derrumbaron en la Liga, ridiculizado consecutivamente por el Cádiz y el equipo de Andoni Iraola, con cinco fechas por disputarse hasta el final del campeonato y quedando a quince puntos del Madrid de Ancelotti, en aquellos tiempos ya centrado en sus milagros de Champions League.
Como quien no quiere la cosa, Xavi, que debutó en el banquillo azulgrana con una ajustada victoria frente al Espanyol el 20 de noviembre de 2021, le había tomado el pulso al Barça. Sobreponiéndose de una derrota liguera en casa ante el Betis y de la contundente eliminación en Champions (3-0 en Múnich), su equipo solo cedió en la Supercopa y la Copa del Rey en enero pero desde aquel 0-1 frente al Betis enlazó once victorias (las siete últimas consecutivas) y cuatro empates que le dieron por pensar, incluso, en pelear la Liga con el Real Madrid.
"Es muy difícil porque a cada día que pasa y ellos no fallan se reducen las opciones", admitió el entrenador en más de una ocasión, frenando, o intentándolo al menos, la euforia que se dibujaba en el entorno del Camp Nou.
La derrota frente al Cádiz, ligada al desastre continental, frenó de golpe esa euforia y el patinazo definitivo contra el Rayo descubrió la realidad de un equipo descompensado como había advertido en su día Ronald Koeman, a pesar de que al entrenador catalán le obsequió la directiva de Laporta con las incorporaciones durante el mes de enero de Dani Alves, Adama Traoré, Ferran Torres y Aubameyang que aumentaron tanto la calidad del vestuario como el poderío ofensivo de su equipo.
El Barça no perdió la Liga frente al Rayo Vallecano... Pero el Rayo Vallecano fue el único rival que le ganó los dos partidos de un campeonato ciertamente curioso en cuanto a los resultados frente a equipos menores: de los seis puntos en disputa solo sumó dos contra el Granada (descendido a fin de curso) y uno contra el Cádiz. Además de ceder empates trágicos contra Alavés, Osasuna o Celta.
Así se quedaron hasta 21 puntos por el camino que sin poder considerarse decisivos en la suerte de la Liga, sí mostraron las debilidades estructurales de un Barça que este sábado comenzará un nuevo campeonato con el ánimo renovado y enfrentado a un equipo llamado, por lógica, a pelear en la parte baja de la clasificación. Pero que sabe cómo ganar en un estadio donde una vez, cuando su entrenador apenas tenía tres años (en 1982) fue aplastado por 9-0. Otros tiempos...