Los de Xavi empataron 2-2 con los del Vaco Aguirre y pudieran perder la punta de LaLiga.
Ante Mallorca, no fue la mejor noche de Ter Stegen que anduvo dubitativo en una noche para olvidar.
MARC-ANDRÉ TER STEGEN fue pieza fundamental para que el Barcelona llegase líder a Mallorca. Si el equipo azulgrana remontó en un desemboque loco al Celta en Montjuïc anotando tres goles en ocho minutos fue, en gran parte, responsabilidad de las atajadas anteriores del portero alemán. Al cabo de tres días, en Son Moix, un error garrafal de Ter Stegen dejó temblando al Barça. Vedat Muriqi avanzó al Mallorca a los ocho minutos de partido después de una asistencia de Antonio Sánchez, quien aprovechó la mala salida de balón de Ter Stegen y el despiste, también descomunal, de Oriol Romeu para llevarse el balón en el área del campeón y, tras un primer centro rechazado, regalarle de cabeza una asistencia mortal que el delantero kosovar no perdonó.
No fue la mejor noche del meta azulgrana, que en el segundo gol también anduvo dubitativo en la salida viendo como cabalgaba Abdón Prats junto a Araújo y ante la mirada pasiva de Íñigo Martínez, batido por el punterazo del delantero balear. Salvador tantas veces para el Barça, Ter Stegen vivió en Mallorca una noche para olvidar. Más aún viendo como, en la otra portería, Rajkovic se crecía de manera monumental para mantener en pie al rival.
LAMINE YAMAL Su entrada al partido, poco después de Fermín López, acabó de revolucionar al Barça en la segunda mitad. Buscó un penalti, que no fue señalado gracias al VAR, y su electricidad, atrevimiento y profundidad le dieron los bríos necesarios al Barça para rozar la victoria en la recta final.
El empate definitivo de Fermín (su primer gol oficial con el Barça) nació de una jugada suya y nunca dejó de buscar la diagonal, combinación y remate, siendo su participación mucho más destacada que la de Ferran.
RAPHINHA Autor del 1-1 y asistente del 2-2, fue protagonista destacado, de los principales, en el ataque del Barça. Pero no fue todo para bien. Llegó a perder 15 balones y con el 1-1 en el marcador, antes del gol postrero en la primera mitad del Mallorca, envió un remate a las nubes cuando estaba solo ante portería.
Nunca bajó los brazos y estuvo siempre tan implicado como participativo, buscando la combinación con sus compañeros y el remate. No siempre le salió todo como esperaba en la que fue su primera titularidad en la Liga desde la primera jornada, cuando fue expulsado en Getafe.