El Barcelona aplastó como visitante al Atlético de Madrid y todavía da pelea en LaLiga.
El Barcelona aplastó al Atlético Madrid (0-3) en el Metropolitano y aunque sigue mirando a lo lejos al Real Madrid, ya lo hace como segundo en un torneo de LaLiga que se resiste, en voz baja, a darse por sentenciada. No falla el líder, pero no se descabalga, aún, del todo el campeón, que dejó atrás a un Girona que se desinfla con cuatro derrotas seguidas a domicilio y cede todo el protagonismo a los grandes.
Seguramente Xavi, que fue expulsado por segunda vez desde que dirige al Barça y ya acumula, ahí es nada, 22 tarjetas amarillas, lamentará tanto como sus hombres el insulso empate en San Mamés, el terrorífico KO sufrido en Montjuïc contra el Villarreal o el empate cedido ante el casi condenado Granada. Por no ir más allá…
No sería una locura imaginarse al aún campeón con siete puntos más en la clasificación de no ser por sus propios errores, por desconexiones imperdonables, por pérdidas de concentración inexcusables... Pero ahí tiró una Liga que a estas alturas solo la puede perder el Real Madrid, siempre y cuando el Barça ligase victoria tras victoria.
Y todo eso, con el PSG de por medio, parece difícil de apostar. Alrededor del vestuario azulgrana se apuesta todo a Europa pero el propio equipo de Xavi mantiene una mezcla de expectativas difícil de resolver. Si el Madrid le invita a engancharse a la pelea... Habrá que ver cómo responde este Barça tan inclasificable.
En Madrid pasó del sufrimiento al éxtasis. La noche le comenzó torcida por cuanto Xavi tuvo que variar a la carrera sus planes. Lesionado durante el calentamiento, Christensen dejó su lugar en el equipo titular a Fermín y el centro del campo azulgrana cambió, situándose entre Sergi Roberto y Gundogan en la salida de balón.
Más se le complicó con la salida ambiciosa, eléctrica e intensísima de un Atlético que le agobió en la salida de balón, provocando un primer cuarto de hora en que no ligaba apenas tres pases y se crecía el grupo de Simeone... Sin que ello le diera, sin embargo, pasó a ocasiones certeras ante Ter Stegen.
Poco a poco, sin brillantez pero con sosiego, fue rebajando el agobio y en un golpe de suerte, llegando por primera vez con peligro al área contraria, dio el golpe João Félix, en su única intervención de mérito en toda la primera mitad y rematando de primeras una asistencia de Robert Lewandowski.
A la que quiso responder el Atlético en la segunda mitad, con la entrada de Memphis Depay y Antoine Griezmann, le asestó un bofetón definitivo Lewandowski con un remate cruzado soberbio que dejaba el choque poco menos que decidido. Sin tiempo ni a soñar con el empate, el equipo colchonero estaba ya en la lona, entregándose en cuanto Fermín, con otra asistencia del polaco, metió el tercero.
De padecer a golear, el Barça disfrutó de una notable segunda mitad en la que domesticó a un Atlético incapaz de responderle para acabar paseándose como no esperaba por el Metropolitano.
La Liga es del Real Madrid. No podría pensarse otra cosa... Pero en Barcelona, todavía, nadie quiere darse por vencido.