En los seis partidos disputados ha quedado claro cuáles son los pilares del equipo de Martínez: Cristiano y la dupla formada por Bruno Fernandes y Bernardo Silva
Seis victorias en seis partidos, 24 goles a favor y ninguno en contra. Estas son las cifras del arrollador inicio de Roberto Martínez al frente de una imparable selección de Portugal cada vez más cerca de la Eurocopa de Alemania 2024.
Bajo la dirección del técnico catalán, Portugal logró el lunes la mayor goleada de su historia, un contundente 9-0 ante Luxemburgo, mientras que el pasado viernes, tras ganar 0-1 a Eslovaquia, consiguió su mejor actuación en una fase de clasificación para una Eurocopa o un Mundial.
"Los números son brutales. Es un buen punto de partida, pero tenemos que seguir trabajando y mejorando. El equipo hizo un esfuerzo espectacular y eso es lo que hace historia", declaró Roberto Martínez tras el partido de ayer.
La exhibición ante Luxemburgo dejó vislumbrar en toda su magnitud el tipo de juego que Martínez ha pretendido implantar para su Portugal, un equipo volcado en el ataque y que prácticamente tiene siempre el control del esférico.
Sin embargo, a pesar de sus buenas cifras, el combinado portugués no siempre logró la ejecución perfecta que deseaba el nuevo seleccionador.
EL "PROCESO" DE JUGAR BONITO
No todos los partidos fueron un paseo.
En la visita a Bratislava, la alta presión impuesta por el equipo eslovaco dificultó la construcción del ataque luso, que se encontró con muchos problemas para retener el balón.
Algo parecido ocurrió en los partidos de junio contra Bosnia (3-0) e Islandia (0-1), duelos más físicos que afectaron al control de la posesión.
Al término del triunfo ante los eslovacos, Martínez subrayó que se necesita "tiempo" para crecer, porque jugar bien "es un proceso".
"Creo que ganar es importante, lo primordial, pero jugar bien también es importante. Es un proceso. En el fútbol internacional no hay partidos fáciles (...) Necesitamos tiempo para trabajar juntos", comentó el español en rueda de prensa.
DEL PRAGMATISMO A LA EXPERIMENTACIÓN
Cuando asumió el cargo en enero, Roberto Martínez adoptó una postura pragmática y subrayó la importancia de asegurar cuanto antes la clasificación para la Eurocopa del año que viene, por lo que sus convocatorias se han basado en el "núcleo duro" de Portugal y con escasas caras nuevas.
Con el pasaporte a Alemania prácticamente garantizado, el de Balaguer ha empezado, aunque muy paulatinamente, a alternar tácticas y a explorar nuevas opciones.
En los dos últimos compromisos, optó por una línea defensiva de cuatro -en lugar de un trío de centrales-, que se complementó con tres centrocampistas y tres delanteros.
Con este 4-3-3, Martínez dio espacio en la banda al velocísimo Rafael Leão, una de las estrellas de la Serie A italiana, pero que en la selección no ha tenido el protagonismo del que disfruta en el AC Milan, porque el ataque de dos (Cristiano Ronaldo y João Félix) le obliga a un juego interior que no suele ser el que mejor se adapta a sus características.
Y ayer, con Cristiano ausente por lesión, le tocó al delantero del Paris Saint-Germain Gonçalo Ramos ocupar el lugar reservado a la gran referencia lusa, un reto al que respondió con un doblete, uno de ellos tras un asombroso esprint de Leão.
CRISTIANO Y LA DUPLA BRUNO-BERNARDO, LOS PILARES
En los seis partidos disputados hasta ahora, ha quedado claro cuáles son los pilares del equipo de Roberto Martínez: Cristiano y la dupla formada por Bruno Fernandes y Bernardo Silva.
Cristiano, capitán y líder, ha sido el autor de cinco de los 24 goles de Portugal en esta fase de clasificación, pero ha desempeñado otras funciones además de la de goleador.
En el partido contra Bosnia, por ejemplo, el ex del Real Madrid retrocedió en el césped para asumir un papel de enganche, algo que no es inusual en su carrera de clubes, pero sí en la selección.
Los dos últimos choques también han demostrado que el eje de las ideas del técnico español es la dupla procedente de Manchester, Bruno Fernandes (United) y Bernardo Silva (City).
Fernandes suma cuatro goles y cinco asistencias en los seis enfrentamientos de la era Martínez, que tiene al jugador del United como maestro de un centro del campo cohesionado gracias al talento y veteranía de Silva, con tres goles y el mismo número de asistencias.