Gago tiene todo el derecho a escuchar ofertas, pero lo que lo exhibe es que él se ofreció y después aseguró que no había hablado con nadie de Boca
GUADALAJARA -- Terminó el #GagoGate. Necesario puntualizar un detalle que incluso en Argentina provoca escozor: fue Fernando Gago quien se ofreció a Boca Juniors, y no el club xeneize quien lo buscó.
Esto, lo de mentiroso, ofrecido y traicionero estercola aún más el abandono de Gago a Chivas.
Recuérdese: Gago les dijo en su cara, sin inmutarse, a los medios, a los futbolistas, a sus directores deportivos y al dueño Amaury Vergara que no había negociaciones con Boca Juniors. Con semejante descaro, camuflajeaba, según él, su salida.
¿Tiene todo el derecho a escuchar ofertas? Definitivamente. Pero, lo que lo exhibe, lo que pudre, lo que percude aún más la deshonestidad de Gago es que fue él quien se ofreció y después confrontó a todo el entorno de Chivas y aseguró que no había hablado con nadie de Boca Juniors.
Gago tiene todo el derecho sentimental y laboral para buscar horizontes que satisfagan todos sus instintos, incluyendo los más bajos de ellos, pero, habría sido más saludable aceptar honestamente las negociaciones que él mismo inició a través de su mancuerna de representantes: Diego Merino y su ahijado de bodas, Christian Bragarnik.
Es una lección para Chivas, también. Dicho estaba: Veljko Paunovic no quiso ni negociar un nuevo contrato; Fernando Hierro también se ofreció directamente al Al.Nassr, y ahora es el turno de Gago. ¿Algo se pudre dentro del Rebaño?
Queda claro que Amaury Vergara no ha podido ejercer con plena autoridad ni personalidad el puesto de dueño, ni la responsabilidad de tomar las decisiones clave para el equipo. Se equivocó desde su primer día de mandato y sólo queda la duda sobre si se seguirá equivocando consuetudinariamente.
Lamentablemente para el futbol mexicano, no es la primera vez que le tiran la chamba con engaños, con falacias, a clubes mexicanos.
En contacto directo de Generación F de México con Equipo F, de Argentina, se encendió la polémica por el tema del entrenador argentino.
El caso más palpable es el del Turco Mohamed, quien, desde su participación en Xolos, lloriqueó que los problemas familiares lo agobiaban, y por eso regresaba a Argentina, sólo para cínicamente tomar a Huracán, con el que ya se había apalabrado. Lo repitió con Rayados, con el mismo Celta de Vigo y hasta con Huracán.
¿Qué viene para Chivas? Deberá viajar a Houston para un amistoso inoportuno, innecesario, contra el América, pero que puede servir de catarsis a los futbolistas, quienes también tienen responsabilidades más grandes con su afición, más allá de los momentos demenciales, irresponsables y violentos, como asignar al Piojo Alvarado a tirar un barreno entre los representantes de medios, y que, por cierto, en otra de las debilidades hormonales, neuronales y morales de Amaury, no se ha atrevido a sancionar.
Se manejan muchos nombres para tomar el puesto del desertor Gago. Aparecen Gerardo Espinoza, Benjamín Mora, Gonzalo Pineda, y demás entrenadores ofrecidos por promotores, y la lista incluye, mire usted, para que entienda los absurdos, al mismo Turco Mohamed y a Diego Alonso.
Sin embargo, la realidad es que los directores deportivos de Chivas, más de membrete que de eficiencia comprobada, los herederos incómodos de Fernando Hierro, Fran Pérez y Juan Carlos Martinez, buscan entrenadores europeos, del perfil futbolístico del mismo Gago y de Paunovic.
El nombre podría anunciarse mañana y Chivas buscaría que el nuevo técnico alcance al equipo en Houston, antes del amistoso ante el América.
Por lo pronto, con las dudas evidentes sobre la capacidad de Pérez y Martínez para tomar decisiones correctas, Amaury Vergara se apoyará también en su cuñado, Alejandro Manzo, al que becó en la academia de Johan Cruyff, una gloria del futbol mundial, pero que su padre despidió con la ligereza irrespetuosa a través de un correo electrónico.
Pietra explotó ante el mondus operandi del club argentino en el caso de Gago.
Hoy, Chivas está en el noveno sitio de la Tabla General, en zona de Play-In, y con tres partidos inmediatos ante equipos tan infelices como el Rebaño en la competencia: Pachuca, Necaxa y Puebla.
Y al final, con esta actitud deleznable de Gago, se fortalece la duda: ¿con los cambios, alineación y posicionamiento de Chivas ante Atlas, el técnico argentino decidió entregar el partido? Él se lleva, entre la pestilencia a azufre, la verdadera respuesta.