“En este momento no vemos una situación de emergencia, porque pudimos cobrar febrero, pero la situación está llegando a su límite. Estamos comunicados ante cualquier emergencia, claro que a los jugadores les debe dar vergüenza manifestarlo en el grupo, nos escriben por privado, hay otros futbolistas que conocen a ex compañeros que hoy no tienen equipo y tratamos de ayudarlos con una canasta o con lo que se pueda, lo más importante es estar conectados y comunicados”, sostuvo el volante de Progreso Mathías Riquero.
El futbolista conversó en Último al arco (Sport 890 AM) e informó que el plantel había sido licenciado hasta el seis de abril y a partir del lunes 13 se encuentra en seguro de paro: “El último mes que cobramos fue febrero en marzo, y ahora la dirigencia le está buscando la vuelta para que se nos pague marzo”.
“Es un tema muy complejo. Está la incertidumbre al club no tener ingreso, y ahora los salarios se redujeron”. El seguro de paro cubre un 66% de los sueldos, aunque por ejemplo en Progreso (el presupuesto más bajo de Primera División) la mayoría son sueldos mínimos (que rondan en los cuarenta mil pesos).
Riquero destacó el esfuerzo que hace la dirigencia del club de La Teja y cómo han trabajado en este último tiempo donde siempre han abonado en fecha: “Es importante cobrar en fecha, que en los días de cobro la plata estaba siempre, ahora estamos viendo una realidad que al club también lo supera”.
“La intención de la dirigencia es pagar el complemento, obviamente las posibilidades no son las mismas que tiene por ejemplo Defensor, es difícil. Es un tema nuevo para todos y complejo, hace un año que estoy y no he tenido ningún solo día de atraso, los dirigentes le buscan la vuelta y nosotros también conversando mucho con los jugadores para encontrarle la alternativa”, manifestó.
En relación a la situación particular que se vive sostuvo: “Es duro, es muy estresante estar en esta situación por la incertidumbre y ahora con esto de los salarios aún más. Por suerte tenemos un espacio en casa para que mis tres hijas puedan salir a jugar, pero es una situación estresante y desgastante, la gran mayoría de los jugadores del fútbol uruguayo vivimos con lo que nos pagan nuestros equipos, tenemos un grupo de referentes y estamos muy preocupados por esta situación y atentos a cualquier emergencia que pueda pasar”.
El volante remarcó la realidad económica en este contexto: “Yo vivo con la plata que me paga Progreso, se me está complicando obviamente, por suerte puedo recurrir a familiares y pude jugar en el exterior y me compré mi casa, pero claro que tengo cuentas y gastos que pagar y no estoy llegando”.
Por su parte, también describió situaciones aún más complejas: “Tengo compañeros que han jugado toda la vida en Uruguay, que tienen que pagar alquiler y sus cuentas. Este puede ser un puntapié inicial, un buen momento para empezar a generar cosas como fondo de retiro, de solidaridad, de emergencia, con todos los jugadores que sí tuvimos la suerte de salir”.
Además, profundizó en este aspecto: “Tratar de entre todos buscar esa solución, en Chile lo hacen por ejemplo, pensar un fondo de retiro si jugaste diez, doce años en Uruguay y no pudiste salir, y cuando te retires te damos un apoyo entre todos los jugadores o sacando los fondos de donde sea para que vos puedas empezar un emprendimiento siendo muy joven aún”.
En cuanto a posibles soluciones dijo: “Hablé con nuestro capitán Mauricio Loffreda y él había hablado con Diego Scotti (representante de la Mutual) para llegar a una propuesta de volver a entrenar. Es un tema complejo, hay que ver las medidas sanitarias, quién se hará cargo de que estén dadas las condiciones. Hay que armar toda una logística y estrategia y no es fácil, porque a nivel mundial hay medidas encontradas me decían que en Bélgica suspendieron el fútbol, en Alemania entrenan en sub grupos, nadie tiene la verdad absoluta”.
Ante esta opción, Riquero afirmó que surgen muchas interrogantes: “¿Cuáles son las prioridades en este momento? ¿Todos los clubes tienen las condiciones para entrenar? Ojalá, pero no sé si los clubes están preparados para absorber estos gastos al no tener ingresos. ¿Prepararse para qué? Ese es el tema, ¿entrenar para cuándo?”