Ronaldo se quedó con las ganas de pisar el Camp Nou aquel día. Viajó a Barcelona ya el día anterior con fiebre, pero nadie podía esperar que su enfermedad se agravara y que incluso tuviera que abandonar el hotel de concentración del Madrid horas antes del envite.

Ronaldo aterrizó en Barcelona muy abrigado. Y no hacía frío precisamente en Barcelona. Su gesto delataba cansancio. Sin embargo, cuando se levantó de la siesta con 40 grados de fiebre el mismo día del encuentro, el futbolista brasileño decidió volver a casa. No podía afrontar un esfuerzo de tal calado.

Acostumbrado a verle siempre con una sonrisa en el rostro se hacía extraño observar a Ronaldo tan afectado. A punto de comenzar el partido, Ronaldo llegó a Barajas, acompañado de su madre. Fue la foto de la jornada. La estampa de Ronie, con su madre al lado arropándole en el aeropuerto, fue una de las instantáneas que más espacio iba a ocupar en la prensa escrita al día siguiente. Ronaldo vio el partido en su casa por la tele.

Hasta que llegó el partido que terminó 0-0. El Real Madrid partía con dos bajas notables: Zinedine Zidane, con lumbalgia, y el capitán Fernando Hierro, quien se cayó del equipo al padecer un esguince de tobillo.

La inesperada baja de Ronaldo devolvía una vez más todos los focos de la presión a Luis Figo. Si en su primera comparecencia frente al Barca, el ruido de los silbidos batió récords, ahora fueron infinitos los objetos que caían delante de él. Si en su primer año no se atrevió a lanzar los córners, ahora sí, el portugués encaró con valentía el asunto de irse al banderín en los saques de esquina.

Y ahí llegó el escándalo. Una batería de objetos inundó el césped. Desde teléfonos móviles a naranjas,de botellas de plástico de agua a botellas de cristal de whisky de la marca JB. Pero sin duda, la imagen que se hizo más famosa fue la cabeza de cochinillo que lanzó un espectador, y que luego durante toda la semana ya se hizo célebre en toda España.

El partido era lo de menos. El juego se interrumpió incluso durante un cuarto de hora. El odio hacia Figo desembocó en un concurso de tiro al blanco, cuyo punto culminante llegó en la segunda parte al detenerse ya de forma serie el envite. Figo disfrutó de protección policial hasta el final del partido.

Hay quien piensa que de haber jugado Ronaldo la ira de la afición del Barca se hubiera repartido un poco más. Pero la gripe impidió al brasileño intentar marcar al FC Barcelona. El sábado en el Bernabéu, Ronaldo podrá por fin enfrentarse al que fue su equipo, donde consiguió tantas tardes de gloria.