El ganador del formato, que podría incluir un máximo de 40 clubes, sería determinado mediante un partido de campeonato entre los victoriosos de cada división, señaló el presidente del Bari Vincenzo Matarrese.

La división no se sustentaría en circunstancias geográficas, es decir equipos del norte y del sur, aclaró Antonio Matarrese, vicepresidente de la liga italiana y hermano de Vincenzo.

Otra iniciativa que se analizó fue reducir el número de equipos que son relegados a una división inferior cada temporada.

Ambas ideas procuran mantener más clubes en la Serie A y de esa manera ayudar a la estabilidad económica de los equipos con lucrativos contratos de televisión.

En la actualidad, la Serie A tiene 18 equipos, mientras que la B tiene 20. Los cuatro últimos en la A son relegados a la B al término de cada campaña, en tanto que los cuatro primeros de la B suben a la primera.

"Hay que encontrar una fórmula para minimizar el número de relegados", dijo el presidente de la liga, Adriano Galliani, a la vez dirigente interino del Milan.

"Hemos reafirmado nuestra firme oposición a la reforma de la Serie B que está estudiando la Federación y hemos reafirmado que, sin nuestro consentimiento, no será aprobada ninguna modificación a la estructura competitiva. Tenemos en estudio dos-tres hipótesis de reforma del campeonato que someteremos a la asamblea y, después, al consejo federativo", dijo Galliani, al término de la reunión.

Galliani no ha querido referirse a cuáles son esas dos o tres hipótesis de reforma del campeonato, aunque una de ellas podría venir con el "bloqueo" de los cuatro descensos de Primera a Segunda ya durante la temporada en curso.

Asimismo, durante la asamblea del miércoles, se ha dado el mandato al presidente de la Lega, Adriano Galliani, para tratar la revisión de los actuales contratos de los jugadores.