"Por favor, basta de penales. Una final que terminase en los penales es algo injusto. Mi obligación es parar, pero preferiría no hacer paradas decisivas y ganar la Copa", dijo hoy, jueves, Buffon.

El meta italiano desveló que cuando el colegiado señaló el penalti a favor del Real Madrid, en la vuelta de las semifinales, "estaba enfadadísimo".

"Se nos habían señalado dos penaltis en tres días (con el Lazio el anterior en el campeonato italiano y también parado) eran en verdad demasiados. Me dije: ahora lo paro, porque ya tengo bastante. Era cosa del destino que detuviese el de Figo. La pasada temporada cometí dos errores al inicio de la misma y cargué con ellos todo el año", comentó.

Sobre los delanteros milanistas, indica: "(Filippo) Inzaghi ha nacido para marcar gol y morirá anotando. (Andrei) Shevchenko juega más por los extremos, pero es peligroso cerca de la meta pues puede anotar de cualquier manera".

"Creo que ante la final lo más importante será saber controlar la presión, mirar todos los aspectos y ser metódicos. Pero como nos conocemos bien, habrá menos tensión y más espectáculo", opina.

Buffon reconoce que la actual bursitis que sufre en un hombro, que no le apartará de la final continental, le causa molestias solo al extender el brazo.

Sobre el éxito de los equipos italianos esta campaña en Europa, señaló que "se ha perdido presunción, buscando más el juego y la maniobra".

La baja en la final de su compañero checo Pavel Nedved, por acumulación de tarjetas, es para Buffon "un duro golpe, pues él contagiaba a todos con sus actuaciones".

El delantero Marco Di Vaio, una de los posibles sustitutos de Nedved, considera al checo como de "insustituible": "Del Piero y Trezeguet, cuando han estado ausentes, han sido sustituidos; pero él es distinto. Veremos qué estudia (Marcello) Lippi (técnico). No sé si me tocará a mí, pero sí que quien salga en su lugar dará el máximo".

Mauro Camoranesi, el centrocampista italo-argentino, calificó la que es su primera campaña en el Juventus como de "extraordinaria": "Se ha cumplido un doble sueño. Si ganase la Copa sería el máximo, una meta que nunca había pensado".