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Peavy se considera muy afortunado

ST. LOUIS -- Jake Peavy sabe que por segundo año consecutivo está en una situación privilegiada: Llegar a una Serie Mundial.

Y muchas de sus esperanzas y las de su nuevo equipo, los Gigantes de San Francisco, dependen de su propio desempeño, de su brazo.

Peavy llegó a los Gigantes en el límite de canjes entre equipos de las Grandes Ligas en julio pasado; igual que como se integró a los Medias Rojas de Boston un año antes, cuando los Medias Blancas negociaron su contrato.

Con los Medias Rojas, Peavy fue parte del equipo campeón que venció a los Cardenales en el Clásico de Otoño, donde lanzó con poco éxito el Juego 3.

Este domingo, Peavy tendrá la oportunidad enfrentar de nueva cuenta a los Cardenales de San Luis en el Juego 2 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, con la franela de los Gigantes.

"Entre más haces algo, más cómodo llegas a la situación", dijo Peavy. "Y ciertamente he tenido algunas oportunidades desde que era más joven en mi carrera de lanzar en playoffs, incluso contra los Cardenales. Me siento bendecido".

Peavy se integró a los Gigantes para reunirse con el mánager Bruce Bochy, quien le había dado la primera oportunidad ligamayorista en su carrera, en el 2002, cuando debutó con San Diego.

Dijo que el simple hecho de saber que Bochy había hecho un esfuerzo para conseguir sus servicios ha devuelto la confianza que tenía cuando era considerado uno de los mejores lanzadores que había en todo el beisbol.

El lanzador derecho tenía marca de 1-9 y 4.72 de efectividad al salir de Boston. En 12 aperturas con los Gigantes logró marca de 6-4 y 2.17 carreras limpias admitidas.

"Él (Bochy) cree en mi como mi entrenador de preparatoria creía en mí, si eso hace sentido", dijo Peavy, de 33 años, el sábado en conferencia de prensa. "No digo que la gente en Boston no creyera en mí, pero era una sensación diferente cuando subía a la loma allá".

Peavy se estrenó ya en postemporada con los Gigantes; lanzó cinco entradas y dos tercios en blanco contra Washington en el primer partido de la Serie Divisional.

"Desde que nos dimos cuenta que Jake estaba disponible pensamos en él", dijo Bochy. "Vimos lanzar a Jake con Boston y parecía sano, estaba lanzando bien la bola. Pero siempre es bueno también traer esos intangibles cuando el jugador se siente cómodo, bien, contento. Y ha estado bien con nosotros". "Pronto se convirtió en un líder en nuestro clubhouse", agregó. "Ha ayudado a que otros muchachos eleven su nivel; siempre habla con ellos, dentro y fuera del terreno de juego. Ha traído tremenda energía, entusiasmo e intensidad a nuestro club".

Peavy consideró que el coach de pitcheo Dave Righetti, a quien también conoció desde sus años con los Padres, ha ayudado a su mejor forma en la loma.

"Fueron algunas cosas pequeñas que han hecho gran diferencia", dijo.

Peavy también conoce bien a los Cardenales, equipo que según él estuvo interesado en canjearlo este verano.

En cada una de sus tres postemporadas anteriores Peavy enfrentó sin éxito a San Luis: 0-2 con 9.88 carreras limpias admitidas.

En el 2005, aceptó ocho carreras en cuatro entradas y un tercio en el Juego 1 de la Serie Divisional entre San Diego y los Cardenales; en el 2006, permitió cinco carreras en cinco innings y un tercio, en la misma ronda de postemporada, antes de sufrir su derrota del año pasado en la Serie Mundial.

"El muchacho compite y encuentra la manera de salir adelante", dijo el mánager de los Cardenales, Mike Matheny. "Así lo ha hecho toda su carrera. Sabe ajustar sobre el camino y entiende lo que necesita hacer en su juego para darse a sí mismo una oportunidad con el físico y los lanzamientos que tiene".

"Ha tenido una gran carrera y ha sido una gran adición para ese club", agregó. "Traer mucha intensidad y emoción de manera natural. Creo que eso influencia e impacta a su club. Sabemos que mañana (domingo) va a salir con todo lo que tiene".

Peavy enfrentará a Lance Lynn en el Juego 2, que comenzará a las 7:07 p.m. tiempo local, del Centro de Estados Unidos, en el mismo Busch Stadium de los Cardenales, donde los locales perdieron el primero de la serie 3-0 ante los Gigantes.

"Creo que Lance es uno de los lanzadores más subestimados en el juego comparado con lo que es capaz de hacer", dijo Matheny. "Mucha gente estadística no nota otros aspectos".

"Lance ha mejorado en cada categoría; puede lanzar fuerte y con poder", agregó. "Va a pelear cada lanzamiento hasta conseguir el triunfo".