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Analizando el progreso de Yasiel Puig

Cuando eres un armador, tus "momentos" -- esas ocasiones que hacen que la gente te recuerde -- pueden ser épicos. Usualmente, tus momentos de armar jugadas son épicamente buenos. Pero cuando no lo son, los mismos pueden ser épicamente malos.

Así que Yasiel Puig puede hacer una atrapada como la que hizo ante los Mets hace semana y media, a toda velocidad (a más de 20 mph, de acuerdo con Sport Science), superando en velocidad a otro súper atleta como Matt Kemp para llegarle a la pelota y zambullirse para lograr la atrapada. Pareció que salió de la nada para hacer esa jugada. Y obviamente, él puede mover el bate, que vive entre los líderes de la liga en promedio, jonrones y remolcadas mientras tiene un astronómico OPS de 1.036. Esta es la parte épicamente buena.

Lo épicamente malo se centra en la toma de decisiones de Puig: en cómo utiliza su poderoso brazo y su velocidad en las bases. Para ir con lo que parece ser una dosis diaria de jugadas heróicas y despliegues increíbles de su talent, a menudo se le da oportunidad extra al adversario en el campo o provoca outs por su cuenta en el terreno. De hecho, lidera la liga en outs hechos en las bases, con nueve.

Pero a pesar de los errores públicos que ha hecho en varias ocasiones, Puig ha demostrado una gran mejoría desde que llegó a las mayores hace un año, especialmente en reducir como busca los pitcheos fuera de la zona de strikes. Ahora él está limitando la cantidad de pitcheos que busca en beneficio de los pitcheos que pueda empujar con su bate.

El domingo en la noche ante los Piratas, su calma en el plato era evidente en cada turno. Y esa es realmente la calma antes de la tormenta que puede provocar con su poderoso bate.

Algunas veces, parece que todo lo que hace amerita ser destacado en la televisión. Yo estaba sentado en un asiento de primera fila con el equipo de transmisión de ESPN para el partido del 22 de mayo ante los Mets, y de nuevo el domingo ante los Piratas. Y yo vi que no hay duda de su magnetismo en el terreno. Para bien o para mal.

Pero en mayor cantidad en estos días, ha sido para bien.

Yo no deseo que nadie tenga que tener una cámara encima de él por un juego completo de tres horas, como ESPN hizo con Puig durante el juego del 22 de mayo en el Citi Field. Pero esa exposición, más mis observaciones hechas en persona, proveen una excelente recopilación de información para lograr mi entendimiento de su juego completo. He aquí mis impresiones luego de haberlo observado desde el primer canto de "play ball" hasta el out final.

No. 1: Puig tiene talento legendario

El talento es obvio. La velocidad de su bate, su habilidad de acelerar desde estar parado a velocidad completa. Sus herramientas son sobresalientes. La pelota salta de su bate en las prácticas de bateo y en el juego, y utiliza todo el terreno con poder. Puede cambiar el juego solo con sus herramientas.

No. 2: Ha mejorado en el plato

Su porcentaje de pelotas perseguidas fuera de la zona ha bajado casi un 10 por ciento desde la pasada temporada, lo que es la reducción más grande en todo el béisbol. Sin mencionar que ha bajado en cada mes desde su debut hace un año. Esto era notable en los conteos iniciales. Ya no sacude cuando se coloca inicialmente en conteo de 1-0. Deja pasar lanzamientos fronterizos cuando tiene el conteo en su favor. Ya tiene 26 boletos esta temporada -- solo consiguió 36 boletos luego de ser subido el 3 de junio del año pasado. Su manager, Don Mattingly, se preocupó cuando Puig tuvo una racha de bateo a principios de la temporada. "Yo pensé que debido a la racha, él se quedaría atrapado en intentar conseguir un hit y que tendría un retroceso en cuanto a la disciplina en el plato", dijo Mattingly. "Pero cuando la misma terminó, él siguió recibiendo boletos".

No. 3: Los compañeros de Puig lo apoyan

Puig reta a sus compañeros a ayudarle al decirle cuando él comete errores. Juan Uribe, Adrián González y Hanley Ramírez han tomado un interés particular en darle dirección. Este esfuerzo, junto con las muchas veces que ha puesto en riesgo su cuerpo para hacer una gran jugada, logra que tenga un elevado nivel de respeto en el camerino.

No. 4: Él es todavía joven

Apenas tiene 23 años. Cuando yo tenía 23 años, estaba batallando en Doble A y comitia muchos errores en las bases. En el juego de hoy, el calentarte por un mes en las menores te puede lograr un ascenso a las mayores y recibir una oportunidad en las Grandes Ligas, sea que estés listo o no. Con la cantidad de dólares que se invierten en ese nivel de talento ahora, los jugadores tienen que estar listos muy temprano para la larga faena que muy posiblemente esto incluya problemas públicos y curvas de aprendizaje a nivel de Grandes Ligas. La mayoría de los jugadores, a la edad de Puig, tienen un área de su juego que está incompleta y lejos de ser un calibre de Grandes Ligas. Pero si tienes el bateo, como lo tiene Puig, los equipos van a tener paciencia. Como dijo Mattingly antes del partido del domingo, "En estos días, uno tiene que ser más coach a nivel de Grandes Ligas. Los chicos son subidos tras una buena mitad en las ligas menores. Ellos llegan y todavía hay cosas que deben aprender".

No. 5: El corridor de bases no es algo que tenga en su instinto

Puig es un tren desbocado; y como es típico de los jugadores que tienen una agresividad natural, la tendencia es dejarlos que sean como son para que no bajen en su intensidad en otras áreas del juego. Así que sigue corriendo para provocar outs, y en ocasiones no se da cuenta de las situaciones del juego, confiando que su habilidad natural sin domar lo llevará lejos. Tiene la velocidad para ser un jugador de impacto en las bases, pero el corrido de bases se aprende más con la repetición que con cualquier otra cosa -- repeticiones, junto con la gente que te debe enseñar. Con coaches tales como Davey Lopes en los Dodgers, Puig va a aprender. Pero es probable que le va a tomar tiempo hacer que sus instintos y sus repeticiones hagan que su valor en las bases aumente. Como Vladimir Guerrero, él va a poner presión en los defensores por nunca detenerse; pero si sus esfuerzos desmedidos lo siguen conviertiendo en outs fáciles, los contrarios le van a agradecer el que se convierta a sí mismo en un out en posición de anotar. Tiene que mejorar mucho y es posible que las grandes decisiones en el corrido de bases no lleguen con consistencia, pero su bate puede hacer que esa deficiencia sea menos notable.

No. 6: Él confía en su brazo... demasiado

Con muchas pelotas bateadas hacia él, él suele retar a los corredores a que tomen la base adicional, en ocasiones jugando atrás para dejar que la pelota llegue a él para darle al corredor la oportunidad de atreverse a correr. Los corredores inteligentes harán que él cometa un error, y eso puede servirle de muchos momentos de enseñanza. Entonces queda de su parte el cambiar su forma de hacerlo. En vez de demostrar cada vez que puede su brazo de cañón, él necesita aprender que es más importante llegarle rápido a la pelota salir de ella lo más rápido posible para evitar que los corredores avancen en las bases y que los coaches de la tercera base anden pidiendo una base extra.

No. 7: En defensiva, él no está listo para cada pitcheo

Cuando lo vi ante los Mets, él no estaba colocado en una posición atlética en muchos de los pitcheos. Con su talento, él puede compensar sobre esto en más ocasiones que las que no pueda hacerlo; pero en los jardines, incluso cuando la pelota no ha sido bateada hacia ti, uno tiene una responsabilidad, Uno siempre tiene que estar listo, tiene que ser alguien preparado para servir de respaldo. Por ejemplo, en un intento de atrapar a alguien en base, un jardinero derecho debe correr hacia la primera base por si acaso. En ocasiones Puig se quedaba parado, sin moverse, aun cuando el pitcheo iba en camino a la inicial, y él estaba perdiendo un par de pasos en su preparación. Esto es fácilmente corregible; y para crédito suyo, a menos de dos semanas después en el partido del domingo en la noche ante los Piratas, él parecía estar preparado para la jugada con mucha más frecuencia.

No. 8: Puig está bajo mucha presión

Mucho se ha documentado sobre su viaje hacia EEUU para jugar béisbol. Tiene muchos obstáculos, y muchas expectativas, mucha incertidumbre. Él vive para el momento, dado que él ha vivido muchas ocasiones en las que el mañana parece inseguro. Hay respeto por su modo de "vivir para hoy" que brilla a través de la energía que trae al juego y a los Dodgers.

Puig será un jugador de impacto a largo plazo, y él va a mejorar al aprender en el aprendizaje de los matices del juego y la gestión de las percepciones sobre el terreno si sigue aceptando consejos de toda la experiencia a su alrededor en la organización de los Dodgers y en toda la liga. Él elevó la vara al decirle a su manager que quiere ser recordado como Derek Jeter.

En el interín, él puede escoger ver la defensiva cómo ve la ofensiva y conectar los puntos para concretar el plan que se traza antes de que se lance la primera bola y sacar el mejor provecho de sus manos ultra rápidas, su súper velocidad y su brazo de cohete. Ha hecho grandes progresos en un muy corto period de tiempo, convirtiendo su talento en algo más que un espejismo. Él puede comprometerse en desarrollar y adaptar su talento. Y en última instancia, vale la pena pagar para ver su talento.