Si todo lo que uno espera que suceda en el béisbol llegase a suceder, el béisbol no sería tan emocionante.
Inevitablemente, algunos jugadores de lo que esperamos grandes cosas decepcionarán durante la temporada. Por suerte, las cosas en el béisbol pueden voltearse bastante rápido -- solo miren a los Dodgers y los Gigantes en las pasadas semanas -- y un sinnúmero de decepciones en la primera mitad pasarán los meses de verano haciéndonos olvidar sus actuaciones por debajo de lo esperado durante los meses primaverales.
Aquí les presentamos ocho jugadores que creo que van a darle vuelta a sus actuaciones en la segunda mitad de la temporada.
Eric Hosmer, 1B, Reales de Kansas City
Hosmer fue además uno de mis candidatos a recuperarse en este mismo punto hace dos años. En 2012, no tuvo esa recuperación en la segunda mitad, pero no creo que la historia vuelva a repetirse. Su temporada 2013 fue igual de buena que su campaña de novato, y ciertamente lo suficientemente buena para disipar cualquier noción de que sus números de .293/.334/.465, con 19 jonrones en 128 juegos en el 2011 no fue casualidad. El sistema ZiPS todavía lo coloca con .282/.334/.426 en el resto de la temporada, y dado lo poco que los Reales han recibido de él hasta ahora, sin duda aceptarían eso sin problemas. El efecto es difícil de determinar, pero me inclino a darle a Hosmer el beneficio de la duda dado del hecho de que él no es el único bateador talentoso de los Reales que ha tenido muchas altas y bajas por los cambios de coach de bateo del equipo. Apenas tiene 24 años, por lo que todavía no estoy listo para tirar la toalla con el tercer seleccionado en el sorteo del 2008.
Francisco Liriano, SP, Piratas de Pittsburgh
Aunque era algo irrazonable el esperar que repitiera por completo su éxito del 2013, el plan de los Piratas de volver a los playoffs no incluía el que Liriano tuviese que pasar casi toda la primera mitad tratando de mantener su efectividad por debajo de las 5 carreras. Su control no ha sido tan bueno como el año pasado, pero ese siempre ha sido un defecto de Liriano, quien ha tenido lapsos ocasionales en el pasado y nunca va a llegar a ser tan bueno en ese aspecto como, digamos, Adam Wainwright. Pero su slider sigue siendo uno letal, y de todos los lanzadores con más de 50 entradas en esta temporada, él tiene la tasa de contacto más baja con un 68 por ciento, muy por encima de los siguientes tres que son Tyson Ross (71.1 por ciento), José Fernández (71.1 por ciento), y Clayton Kershaw (71.5 por ciento). Eso tampoco es un producto de la tendencia de Liriano a descontrolarse, ya que se mantiene entre los 10 mejores en tasa de contacto cuando solo miramos a los pitcheos en la zona de strike.
Los números periferales de Liriano (FIP de 3.99, xFIP de 3.49) también sugieren que estamos hablando de un lanzador que es mejor que lo que indica su efectividad. El sistema ZiPS proyecta una efectividad de 3.41 para Liriano en el resto del camino.
Chase Headley, 3B, Padres de San Diego
¿Quién dice que cada jugador tiene un gran año en su último año de contrato? El culpable más grande en los feos números de Headley (.204/.293/.327 hasta el 29 de junio) es su BABIP de .248, unos 80 puntos por debajo de su marca de por vida que es .330. Eso no es un producto de que tenga una peor tasa de contacto tampoco, ya que su tasa de líneas de 24 por ciento es la mejor de su carrera, y la calculadora de xBABIP (que estima el BABIP esperado de la información del bateo de la pelota) sugiere que .336 es el BABIP más realista para un bateador como Headley en esta temporada. Para ponerlo en términos más simples, está bateando las pelotas hacia donde hay gente y no hacia donde no hay gente. El sistema proyecta números de .243/.329/.392 para Headley en el resto de la temporada, números sólidos a pesar de estar jugando la mitad de sus partidos en el cementerio de carreras conocido como el Petco Park. Headley se está moldeando para ser en una adquisición excelente para la recta final en un equipo contendiente si es que los Padres deciden leer la escritura en la pared.
Oh, ¿y quién fue el último jugador del que yo hablé sobre xBABIP en este espacio? Ese fue Carlos Santana, quien ha aumentado su OPS de .632 a .755 en las pasadas tres semanas.
Zack Wheeler, SP, Mets de Nueva York
El pensamiento convencional sugiere que Wheeler ha sido una gran decepción en esta temporada. Pero eso podría ser erróneo. La efectividad de 4.45 de Wheeler no lo hace exactamente exitoso, pero sí ha logrado aumentar su tasa de ponches en un 20 por ciento desde su temporada de novato mientras ha logrado bajar en un 10 por ciento su tasa de boletos. Hay una gran brecha entre su efectividad y su Tasa de Pitcheo Independiente del Fildeo (FIP por sus siglas en inglés) de 3.28, y cuando la efectividad y el FIP tienen una lucha sin cuartel, usualmente el FIP es el que gana. El ZiPS le proyecta un 3.56 de efectividad a Wheeler en el resto del camino.
Bryce Harper, OF, Nacionales de Washington
Harper, al igual que cualquier jugador joven en el béisbol, parece sufrir mayormente por el hecho de que no es Mike Trout. Todo el alboroto alrededor de Harper ha sido tal que su carrera hasta el momento ha sido poco inspiradora, pero si los chicos de 20 años con un OPS de .854 crecen en los árboles, los Yankees ya habrían logrado un bosque completo de ellos, y todo lo que yo aprendí en séptimo grado habría sido erróneo.
La única pregunta sobre Harper esta temporada que no debería ser respondida con risas es la preocupación sobre la lesión en su pulgar, pero los Nacionales han sido cuidadosos con su recuperación. Pregúntenle a los lanzadores de liga menor contra quienes Harper bateó de 14-9 con cuatro jonrones y un OPS de 2.308 si está lo suficientemente saludable para mover un bate efectividad. El ZiPS tiene a Harper bateando .280/.362/.513 en la segunda mitad, y él es la adición a una plantilla que los Bravos de Atlanta va a tener problemas para lidiar con ella.
Si juegan en ligas de fantasía y quien tenga a Harper sigue teniendo preocupaciones por su lesión, quizás este sea el momento de ser un “buen amigo” y quitarle a ese dueño esas preocupaciones por virtud de un cambio.
Ernesto Frieri, Relevista, Piratas
El cambio de Frieri por Jason Grilli es un cambio de reto clásico: dos jugadores en problemas en la misma posición que son cambiados uno por el otro. Este es uno que ganaron los Piratas. La recta de Frieri sigue golpeando las medianas 90 mph, y contrario a sus anteriores fallos en rendimiento, este no es resultado de su descontrol. De hecho, la tasa de boletos de Frieri en esta temporada es por mucho la mejor de su carrera. El problema viene con sus ocho jonrones permitidos en apenas 32 entradas, pero el permitir cuadrangulares tiende a ser una de las estadísticas más volatiles para los lanzadores, contrario a los bateadores. El sistema ZiPS le proyecta efectividad de 2.73 a Frieri en Pittsburgh, ya que una vez más el equipo acaba de encontrar a su próximo cerrador esencialmente gratis.
Domonic Brown, OF, Filis de Filadelfia
Al entrar a esta temporada, yo no le proyectaba a Billy Hamilton que tuviese un slugging de 80 puntos superior al de Domonic Brown en 2014. Y me imagino que ustedes tampoco. Los Filis tienen muchos problemas, pero la falta de poder de Brown este año es uno de los problemas que no han podido resolver como resultado de una herida autoinfligida.
En la película "Major League", una cinta que probablemente el 100 por ciento de los que lean este escrito hayan visto, el personaje llamado Willie Mays Hayes tenía que hacer 20 flexiones o ‘pushups’ cada vez que bateara un elevado dentro del cuadro. Brown necesita hacer lo contrario; su tasa de 53.7 por ciento de rodados encaja mejor en un bateador de alto poder o uno con mucha velocidad. Pero basta decir que Brown tiene ninguna de esas categorías. Ha habido poco cambio en su tasa de contacto esta temporada luego de su exitosa campaña el año pasado, pero está empujando la pelota hacia el suelo. José Bautista no se convirtió en José Bautista hasta que abrazó por completo el concepto de "apriétala y bateala" en el plato, y aunque Brown nunca va a llegar a ser un Bautista, verlo a él con un slugging en el vecindario de los .450 ayudará a los Filis a sostenerse en la ilusión de que son contendientes a los playoffs durante un tiempo adicional.
Kenley Jansen, RP, Dodgers de Los Angeles
Si quieren hacer un cartelón para ilustrar las limitaciones de la efectividad en periodos cortos, probablemente utilizarían a Jansen como modelo. (Eso sería un cartelón bastante raro.) Este año Jansen ha sido tan dominante como siempre; incluso Craig Kimbrel no puede burlarse de un lanzador que poncho 15 bateadores por cada nueve entradas. El FIP de Jansen de 1.92 nos dice una historia más certera (1.99 el año pasado, 2.02 de por vida) sdobre lo que podrá hacer en la recta final. Su BABIP de .413 es completamente insostenible. Pongámoslo de esta manera: Los jugadores que no son lanzadores siendo utilizados como lanzadores han tenido históricamente un BABIP que oscila entre los .330 y los .340, y es indisputable que Jansen es más difícil de batear que batearle a un jardinero cualquiera siendo colocado en el montículo en un juego con amplia ventaja.