PARÍS -- Costó, pero llegó: Roger Federer ya tiene su boleto para las Finales ATP y, en medio de una temporada con muchos altibajos de juego y resultados para el suizo, la descarga es doble: "Es una gran alegría. Definitivamente algo para destacar este año, después de algunos meses complicados". El séptuple campeón de Wimbledon disputará la ex Copa Masters por 12ª ocasión consecutiva.
"Es uno de los objetivos que me había puesto a comienzos del año. Y es gratificante lograrlo, dado que muchas de las otras cosas que quería no las pude conseguir. Se siente bien estar aquí a la espera y saber que tengo mi lugar asegurado. Lo espero con mucha expectativa y con la adrenalina de tener otra semana de competencia", remarcó Roger en conferencia.
En cada una de sus respuestas, una palabra iba articulando las demás: "duro". Y el suizo lo explicó: "Que algo sea duro no implica que se vuelva todo negativo. Me gusta cuando las cosas no son sencillas. Pero sí, tuve que levantarme de muchas caídas este año. Y hoy, en esta etapa del calendario, puedo decir que me siento bien de nuevo. Probablemente por primera vez desde Dubai. Y espero poder seguir jugando de esta manera".
"¿Crees que cambió la forma en los rivales te ven?", le consultaron: "No lo sé. Habría que preguntárselo a los otros 150 jugadores del circuito". Aunque luego contempló: "Este año fue complicado para mí, pero no porque ya no pueda pegar una derecha o tenga problemas para moverme, sino porque cuando tuve ciertas lesiones seguí jugando en vez de quedarme en un rincón por varios meses hasta estar bien. Asumí ese riesgo, fui a torneos que no debería haber disputado y con el correr de algunos partidos dejé de sentirme bien".
"De a poco fui perdiendo confianza y cuestionando mis movimientos, pero después de todo no deben haber sido tan malos porque aquí estoy, con mi lugar en las Finales -enfatizó-. Hay muchos jugadores que tuvieron una gran temporada y no están clasificados. La gente a veces solo acepta títulos, finales o semifinales. No fue posible para mí este año. Me esforcé al máximo y di todo lo que tenía para dar. Ante eso, pueden escribir o decir lo que quieran. No me afecta".
Su plaza la terminó de asegurar el triunfo sobre Kevin Anderson, en París, pero el gran impulso de puntos se lo dio el ATP 500 Basilea, donde escaló hasta la final y tomó distancia de sus perseguidores, al acecho desde la temprana caída en Flushing Meadows. Pero, ¿estaba pendiente Federer de esa carrera? "No me ponía a pensar demasiado en eso. Después del US Open me dije: 'Ahora lo único que cuenta es entrenarme'.
Y entré en una especie de tunel, con semanas de práctica muy intensa; necesitaba mantenerme concentrado en mi juego".
"Obviamente Londres siempre estuvo en el aire, pero para mí la cuestión era más bien si mostraba o no un nivel suficiente. Después, si perdía la chance, se perdía. Pero lógicamente quería estar. Y en algún punto, hoy estoy aliviado, pero más que nada feliz y orgulloso de haberlo hecho en un año tan cuesta arriba", agregó.