LIMA (ENVIADO ESPECIAL) - Los hermanos Pascual e Isabel Di Tella hicieron su aporte al medallero argentino de Lima 2019 al sumar una presea de plata y otra de bronce en esgrima, respectivamente.
Él estuvo muy cerca del premio mayor, pero cayó 15-13 en la final de sable ante el estadounidense Daryl Homer. Ella, perdió 12-15 en semifinales con la venezolana Patrizia Piovesan y se ubicó en el tercer escalón del podio.
Ambos tienen un legado ineludible que los ata al esgrima: su padre es el olímpico Rafael Di Tella, que participó en Seúl 1988 y en Barcelona 1992. Sin embargo, los dos amaron otros deportes que dejaron en el camino.
Isabel jugaba al voley, pero los resultados eran más alentadores con guantes y careta. Probó con el florete, pero la “mataban” a palos, según relató ella misma, y se decidió por la espada.
Pascual, en cambio, no resignó su amor por el deporte que lo fascinó de niño y se ilusionó con darse otra oportunidad. “El básquet es mi gran pasión. Si clasifico a los Juegos Olímpicos, me voy a ir a probar a Platense”, confesó el deportista de Vicente López.
Y eso no es todo. Ante las cámaras de ESPN se animó a desafiar a los dirigentes del Calamar para que le den una oportunidad. “Soy alto, rápido y, si con poca práctica soy bueno, cuando me entrene puedo ser mucho mejor”, se autopromocionó.
Los hermanos Di Tella cerraron un victorioso ciclo panamericano, dejan Perú con dos medallas en el bolsillo y están listos para concentrarse en el sueño olímpico de asistir a Tokio 2020.
