La derrota 7-6 (6), 6-2 y 6-4 frente al italiano Matteo Arnaldi (35°) en Roland Garros debería pasar hacia un segundo plano para el tenista ruso Andrey Rublev (6°), quien protagonizó nuevamente un show de inconcebibles reacciones, compuestas por gritos, gestos, roturas de raquetas y patadas al banco.
"Estoy completamente decepcionado por mi forma de jugar, mi comportamiento y mis resultados. En términos de comportamiento, no creo que lo haya hecho peor en un Grand Slam. Esta es la primera vez que realmente tengo una actitud tan mala. ¿Qué más puedo decir?", inició en conferencia de prensa el reciente campeón en Madrid, que durante la actual temporada ya había ensayado una situación similar en Dubai.
Por ende, el moscovita, de 26 años y dueño de 16 títulos, extendió: "No creo que esté relacionado con la concentración, sino porque estaba derrotado y le dejé hacer grandes tiros. Es cierto que tuve dificultades y luego en Madrid mis resultados fueron buenos. Ahora estoy jugando bien otra vez. Creo que mi juego es bueno, estoy mejorando. El problema es la cabeza. Hoy me suicidé y punto".
"La frustración es general. Hubo un momento en el que me desenrosqué por completo. Tuve muchas oportunidades de remontar, liderar el partido y recuperarme, pero no lo hice. Entonces todo quedó arraigado en mí. Se me escapó todo cuando perdí en el descanso la segunda vez, en el segundo set. Colapsé sobre mí mismo, estas son las emociones. Me perdí en mí mismo", detalló el versátil diestro.
En sintonía, el medallista dorado en dobles mixto en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, que solo dos veces avanzó hacia octavos de final en el polvo de ladrillo francés, confesó su problema respecto al manejo de emociones:" Hay momentos en los que me cuesta ser amable conmigo mismo y cuidarme cuando estoy en la cancha. Si pudiera hacerlo estoy seguro que esos momentos nunca sucederían".
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