"Estoy realmente orgullosa de que mi nombre esté ahora cerca del de mujeres como el de la estadounidense Maureen Connolly, cuya vida siempre me ha apasionado o con otros más recientes, ilustres del tenis como Martina Navratilova o Steffi Graf", dijo la tenista de Florida.

"Este es un triunfo muy especial para mí por todo lo que ha costado conseguirlo. Me he perdido algún año por lesión y en otros no he estado fina. Esta vez lo he pasado mal en algunos partidos para llegar a la final pero al final lo he conseguido. Por eso aprecio el triunfo", resumió la jugadora estadounidense tras conseguir el quinto título de Grand Slam de su carrera.

Serena Williams destacó que la conquista consecutiva de los cuatro grandes tienen un valor para ella "similar al de un auténtico Grand Slam" (todos en el mismo año).

"Ganar los cuatro es un hito, con un valor similar a ganar un Grand Slam. La verdad es que el hecho de encuadrar los triunfos en un mismo año no me importa demasiado. No se realmente qué diferencia puede haber", se cuestionó la número uno del mundo.

Los últimos duelos contra su hermana Venus han terminado por certificar la supremacía de la menor, que en las últimas ocasiones, especialmente en las finales por los torneos grandes, ha logrado la victoria.

"Ella sabe perfectamente cómo batirme igual que yo a ella. En este caso, por ejemplo, pienso que la diferencia ha estado en el servicio. Si ella hubiera servido en el primer y en el tercer set como en el segundo yo no hubiera tenido ninguna opción", señaló la jugadora.

"No es que su saque sea inferior, pero yo devuelvo habitualmente muy bien y puedo controlar servicios realmente potentes. Pero estoy también de acuerdo con ella en que mentalmente he podido estar más fuerte en los momentos decisivos, sobre todo cuando he tenido el riesgo de perder mi saque. No me he venido abajo", agregó Serena.