"No quiero quedarme estancada, con los cuatro Grand Slam que he ganado -dos Wimbledon y dos Abiertos de Estados Unidos- mientras mi hermana gana quince. Cuando miras a los grandes jugadores que han ganado veinte grandes y tienen todos los tipos de triunfos ves que todavía hay un largo camino por recorrer y no demasiado tiempo. Yo comencé un poco tarde en esto, por lo tanto, si quiero llegar a ese nivel tengo que darme prisa", reconoció la estadounidense.

La tenista de Florida, que negó que las últimas derrotas sufridas ante su hermana la condicionaran mentalmente, reconoció estar decepcionada. "No me divierte perder, para ser honesta. Es una sensación un poco diferente y a la que no estoy acostumbrada".

Venus Willliams, reconoció el gran juego realizado por Serena en la final disputada en tres sets y que se prolongó durante cerca de dos horas y media.

"Ella ha jugado realmente bien y me ha complicado en muchos momentos del juego. Pero creo que tuve mis oportunidades aunque no he jugado tan agresiva como en otros encuentros. Esto es duro pero hay que mirar hacia adelante", se resignó la tenista estadounidense, de veintidós años.

Venus Williams, que ha salido derrotada de los últimos enfrentamientos con su hermana, especialmente en las finales de torneos de Grand Slam destacó que el hecho de que la derrota ante Serena no supone "que sea menos dolorosa".

"No me gusta perder nunca. Ni con Serena ni con otra jugadora. Nunca me divierte ni pienso en perder. Mi actitud es diferente y lo que quiero es jugar lo mejor que pueda para intentar ganar en la cancha cada vez. Mi actitud es mucho más positiva", aseveró Venus.

En este sentido, la tenista norteamericana insistió en que, de igual forma, Serena "tiene que verme como a otra adversaria más. Igual que yo a ella. Somos dos tenistas que cada vez queremos más, ambiciosas. Miramos atrás y queremos ser como las grandes leyendas del tenis y queremos ganar todos los partidos, especialmente en torneos como este".

La victoria de Serena en el Abierto de Australia la sitúa como una de las pocas jugadoras que ha ganado consecutivamente los cuatro torneos del Grand Slam, algo que no sucedía desde que la alemana Steffi Graf lo consiguió en 1991.

"Lo que ha hecho Serena es muy meritorio. No todo el mundo tiene los cuatro torneos del Grand Slam en su currículo", destacó Venus, que no argumentó la derrota por el hecho de haber jugado la final bajo techo como consecuencia del fuerte calor.

"Es inevitable reconocer que las sensaciones son distintas cuando juegas con un techo cerrado y esto es un poco extraño cuando se trata de un torneo que no es de pista sino al aire libre. Pero fuera hacía demasiado calor para jugar", indicó Venus, quién reconoció que lo primero que va a hacer esta tarde es tomar una hamburguesa.