Después de todo, fue su propia decisión abandonar una exitosa pasantía de 10 años con los Marineros de Seattle, para aceptar transformar una franquicia que perdió 206 juegos en las dos últimas campañas.

Los lanzadores y receptores se reportaron a los entrenamientos el viernes y Piniella no puede esperar que todo comience.

"Realmente estoy entusiasmado… Le he dicho a mis coaches que tenemos un buen grupo de jóvenes armado", dijo. "Espero que este equipo juegue bien este año. Me gusta como se ve este conjunto".

Antes de que cualquiera se ría, Piniella quiere dejar claro que no está inquiriendo que los Devil Rays estén cerca de ser contendores para los playoffs. Sin embargo, sí cree en una meta más modesta de ganar unos 70 juegos, lo que sería récord del club, como algo más real.

"Odio hablar acerca de eso porque, la verdad, no me gusta ponerle techos a ningún equipo", dijo. "No me gusta especular o fijar números, porque quizás estaría apuntando muy alto o muy bajo".

Piniella ganó tres títulos divisionales y lideró a los Marineros a los playoffs cuatro veces durante su estadía en Seattle. Con los Devil Rays, heredará un equipo que nunca ha perdido menos de 92 juegos o terminado más arriba del último lugar.