La Copa del Mundo 2018 será la primera de la historia que se disputará en dos continentes. Diez de las once ciudades sede están ubicadas en la Rusia europea y Ekaterimburgo se encuentra en el lado asiático del país. Por esa simple razón, la capital del óblast de Sverdlovsk será uno de los destinos más interesantes para los visitantes durante el Mundial, ya que su cultura y su historia la convierten en un sitio único.

Fundada en 1723, su nombre es un homenaje a Catalina I de Rusia, la segunda esposa del emperador Pedro el Grande. Casi 200 años después, allí fueron ejecutados por la revolución bolchevique el zar Nicolás II y su familia. Entre ambos sucesos, se convirtió en el centro administrativo e industrial de la región oriental de los Urales, algo que se afianzó durante la era soviética. Además, es considerada la urbe más liberal del país y su símbolo político es Boris Yeltsin, primer presidente elegido democráticamente de la historia. Hoy, Ekaterimburgo es la cuarta ciudad más poblada de Rusia y una de las más importantes.

El fútbol llegó a los Urales casi al mismo tiempo que al resto de Rusia. Alrededor de 1910, los habitantes de los pueblos ubicados en las zonas montañosas comenzaron a buscar sitios planos para entretenerse con una pelota. Así comenzaron a organizarse los primeros partidos, que no tenían duración ni número de jugadores fijos. El primer encuentro entre equipos representativos de Ekaterimburgo y Perm (ciudad europea) fue en 1913. El juego no tardó en expandirse al resto de las ciudades de los Urales.

Después de más de una década de partidos informales, en 1927 el representativo de la ciudad se enfrentó a un combinado finlandés, en el hecho que marca el inicio del fútbol oficial en la región. En esa época, Ekaterimburgo ya había cambiado su nombre a Sverdlovsk, en homenaje al político revolucionario Yákov Sverdlov, quien murió en 1919. La inauguración del estadio regional Lenin en 1928 fue fundamental para el desarrollo del deporte y para el surgimiento de los primeros clubes.

Fue Nikolay Aleksandrovich Glazyrin, un graduado del instituto de cultura física de Leningrado, quien impulsó la creación del campeonato de la ciudad. Al igual que muchos otros profesionales, Glazyrin llegó a Sverdlovsk para trabajar en el desarrollo de Uralmashzavod, la fábrica de maquinaria pesada más importante de la Unión Soviética. Esta industria también fue vital en los primeros años del fútbol ekaterimburgués, porque de allí surgió el que aún hoy es el mejor representante de la ciudad en los torneos nacionales.

En 1930, Glazyrin organizó un campeonato entre cuatro equipos formados por trabajadores de la planta. El campeón fue Uralmashstroy, que obtuvo el derecho a participar en el certamen regional. Ese fue el nacimiento del actual FC Ural. Sus primeros años no fueron buenos, pero en 1936 se coronó campeón de Sverdlovsk y se ganó la oportunidad de jugar la Copa de la URSS de 1938, en la que quedó eliminado en primera fase. En 1945 hizo su presentación en la Liga y finalizó en los últimos puestos de la segunda división.

Más allá de su importancia histórica, no fue el primer representante de los Urales en el fútbol nacional, ya que en 1937 Dínamo Sverdlovsk participó de la división D solo un año después de su fundación. Su paso fue fugaz y doce años después fue disuelto. Algo similar ocurrió con ODO, el otro equipo de la ciudad, fundado también en 1936. ODO fue el pionero en la división de honor de la URSS. Jugó la temporada 1956 y, más allá del rápido descenso, se dio el lujo de tener al máximo goleador del campeonato, Vasily Buzunov. Poco tiempo después, dejó de disputar torneos profesionales.

El único club de la ciudad que se mantuvo a flote fue el viejo Uralmash, al margen de sus cambios de nombre (fue Avangard, Zenit y Mashinostroitel). Tras batallar varios años en el ascenso, logró el ansiado salto a la primera división en 1969. Más allá de algunos buenos resultados como un triunfo contra Lokomotiv Moscú y un empate frente a Dínamo Kiev, regresó muy rápido a segunda, donde se mantuvo varios años. Recién retornó a la A tras la caída de la URSS y disputó la primera Liga de Rusia en 1992.

FC Ural (que adoptó su actual nombre en 2003) se mantuvo en la élite hasta 1996 y llegó a jugar a una semifinal de Copa Intertoto. Luego, sufrió algunos descensos y disfrutó otros ascensos. El último fue en 2013 y se mantiene en la Premier League. En 2016/2017 fue subcampeón de la Copa de Rusia y en el último torneo se salvó del descenso sin grandes problemas. Es posible que la Copa del Mundo llegue a los Urales en el mejor momento de la historia del fútbol de la región, con un representante afianzado en primera y competitivo.

Más allá de los triunfos y de las derrotas de los conjuntos de la ciudad, Ekaterimburgo tiene un orgullo muy particular. Es que un futbolista oriundo de la ciudad marcó el gol más rápido de la historia del fútbol. Se trata de Mikhail Osinov, quien convirtió a los tres segundos del comienzo del partido entre FC MITOS Novocherkassk y Olympia de Gelendzhik. El 11 de septiembre de 2011, el mediocampista remató desde el saque del medio y superó por 17 centésimas el récord anterior de Fred, brasileño de América Mineiro.

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El primer club de fútbol de la historia de Kaliningrado no fue una institución rusa, sino prusiana. Esta ciudad es, sin duda, la más singular de las once elegidas para recibir a la Copa del Mundo 2018. No sólo porque está situada a más de 1200 kilómetros de Moscú y fuera de los límites territoriales de Rusia, sino también por su historia y su cultura.

Entre 1255 y 1945, Königsberg fue la capital de Prusia Oriental y una de las ciudades portuarias más importantes del norte de Europa. Al final de la Segunda Guerra Mundial, la ciudad quedó destruida por los bombardeos aliados y la Unión Soviética, con el objetivo de contar con un puerto libre de hielo, anexó los territorios ubicados en el norte de Prusia Oriental, entre los que se encontraba Königsberg. En ese momento, se le cambió el nombre a Kaliningrado, en homenaje al revolucionario bolchevique Mijaíl Kalinin.

Mucho antes de que se convirtiera en un exclave ruso, los alumnos de la escuela Kneiphöfschen fundaron el primer club de fútbol de Königsberg, en 1900. El deporte rey demoró en establecerse en esta zona, ya que la población no mostró el interés que sí hubo en el resto de la Gran Alemania durante la segunda mitad del siglo XIX. FC 1900 Königsberg fue el pionero y dos años después nació SC East Prussia. Más tarde se sumaron más equipos, que en 1904 organizaron el primer torneo. El campeón fue FC 1900 Königsberg.

En la temporada 1907/1908, el fútbol del pueblo natal del filósofo Immanuel Kant participó por primera vez en la división de honor alemana. VfB Königsberg (nuevo nombre de FC 1900) cayó en cuartos de final frente a Berlín TuFC Viktoria 89, el futuro campeón. Recién en 1923 un club de la ciudad llegó hasta semifinales, cuando VfB cayó con lo justo ante Hamburgo. Hasta la anexión en 1945, VfB ganó 13 ligas locales, 12 ligas de Prusia, 11 ligas bálticas y 5 ligas de Prusia Oriental. Más allá de que SV Prussia-Samland Königsberg también supo competir, VfB fue sin duda el mejor equipo de la historia de Königsberg.

Tras la anexión soviética, 200.000 alemanes fueron expulsados de la ciudad, por lo que los antiguos clubes teutones se disolvieron. Los rusos fundaron sus propios equipos de fútbol poco tiempo después de instalarse. Los primeros fueron Dínamo y Estrella Roja, que jamás estuvieron cerca de jugar en el sistema de ligas soviético. El 22 de diciembre de 1954, la empresa pesquera más grande de la URSS, Baltgosrybtrest, decidió crear en la ciudad portuaria su propio club y así nació Pishchevik Kaliningrado, el club más grande de la ciudad. Después de su nacimiento, el resto de los conjuntos desaparecieron.

En 1957 comenzó su participación en el campeonato soviético y finalizó 14to en la zona II de la segunda división, ya con su nuevo nombre: Baltika. Dos años más tardes realizó una de las mejores campañas de su historia en la B. Más de 20.000 personas llenaban el estadio para ver al equipo que compitió de igual a igual con muchos de los mejores representantes de Letonia, Lituania, Ucrania y Estonia. Luego, tuvo algunas actuaciones aceptables y en 1965 alcanzó por primera vez la etapa de semifinales, tras lograr un meritorio segundo lugar en la primera fase. A pesar de que nunca logró ascender a la primera categoría, fue un digno representante del exclave en los torneos de ascenso durante toda la época soviética.

En 1992, primer año de la nueva estructura del fútbol ya ruso y no soviético, ganó su zona en la tercera división. El cambio fue positivo para Baltika, que en 1994 finalizó en el tercer lugar del torneo de segunda división y quedó a las puertas de su primer ascenso a la A. El arribo de los entrenadores Kornei Sperling y Leonid Tkachenko fue fundamental en el crecimiento del equipo. De hecho, en 1995 hizo una campaña extraordinaria y Kaliningrado llegó por primera vez a la Premier League.

Su primera temporada en la división de honor fue la mejor de todos los tiempos para Baltika. Terminó en el séptimo lugar, gracias a triunfos históricos frente a Spartak Moscú, CSKA Moscú y Zenit. Alexander Pomazun fue elegido como uno de los mejores arqueros del certamen. En 1997 solo perdió siete partidos de 34 y finalizó noveno, lo que le dio la posibilidad de jugar la Copa Intertoto. Kaliningrado estaba representada por primera vez en el fútbol de la UEFA. En dicho torneo, Baltika superó al Spartak Varna búlgaro y a Trencin de Eslovaquia, antes de caer frente a Vojvodina de Yugoslavia.

Descendió en 1998 y aún no pudo regresar a la Premier League. En las últimas dos décadas sufrió algunas crisis financieras y nunca pudo encontrar un proyecto para volver a pelear en serio por el ascenso. Sus mejores actuaciones en la Copa de Rusia fueron los octavos de final en 1997/98, 1999/00, 2008/09 y 2009/10.

Durante más de cincuenta años Baltika fue el único club de la ciudad, pero eso cambió en 2010, cuando un grupo de aficionados fundó FC Königsberg-Kaliningrado, en honor al equipo pionero. Tomó como hogar el estadio de la plaza Maraunenhof y comenzó a participar de los campeonatos regionales con éxito. En 2012, los fundadores decidieron valorar la llegada de la Copa del Mundo a la ciudad y cambiaron el nombre de su club a FC Kaliningrado 2018. Hoy, el equipo participa del campeonato regional de Kaliningrado.

Con menos de 500.000 habitantes y sin historias de grandes triunfos para contar, muchos podrán afirmar que el lugar de Kaliningrado en la historia del fútbol ruso es menor. Sin embargo, en esta ciudad se encuentra el estadio más antiguo del país y eso eleva la importancia de este lejano exclave en la Copa del Mundo. El actual estadio Baltika fue construido en 1892 por el banquero Walter Simon, quien lo donó a las asociaciones deportivas de Königsberg. Baltika jugó siempre como local en este escenario, aunque desde ahora tendrá el moderno Arena Baltika, donde se disputarán cuatro partidos del Mundial.

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BUENOS AIRES -- En 1703, el zar Pedro el Grande decidió descentralizar la capital del Imperio ruso y la trasladó al norte, más cerca de Helsinki que de Moscú. Así nació la ciudad de San Petersburgo, centro neurálgico de la Rusia imperial desde comienzos del siglo XVIII hasta la Revolución de 1917. Desde hace casi un siglo, esta ya no es la capital política de la nación, pero sí es donde se desarrolla el mejor fútbol. Por eso, tendrá una importancia muy grande durante la Copa del Mundo 2018.

FK Zenit de San Petersburgo es el equipo más ganador del último lustro en el fútbol ruso. De las últimas seis temporadas, se coronó campeón en tres y finalizó siempre en el podio. También es el mejor representante del país en las competencias internacionales y el más poderoso en lo económico. En esto tuvo mucho que ver la empresa estatal Gazprom, que desde 2005 es el accionista mayoritario, capaz de invertir en la formación del plantel lo mismo que cualquiera de los grandes del continente.

Fiódor Dostoyevski, uno de los ciudadadanos petersburgueses más ilustres, afirmó alguna vez: "lo que necesita Rusia es más Rusia, no más Occidente". La ciudad que transformó en su hogar es pura Rusia. En sus calles se respira la cultura nacional como en pocos sitios. La arquitectura, el arte y cada uno de sus rincones sirven para sintetizar la historia de Rusia. A pesar de que es la metrópolis más joven de Europa, en poco más de tres siglos se ganó una identidad incuestionable.

El fútbol ruso como tal nació en San Petersburgo. En la isla Vasilievsky se disputó el primer partido, en octubre de 1897. De esta manera lo documentó un diario local: "La idea del juego es que un grupo de jugadores trata de introducir una esfera en el arco contrario utilizando los pies, la cabeza, todo lo que se pueda, exceptuando las manos. El campo de juego estaba sucio y los señores deportistas de uniforme blanco corrían por el barro dándose espaldarazos contra el suelo. Todo esto acompañado de una descontrolada mofa de los espectadores".

Ocho años más tarde, en 1901, se llevó a cabo la primera liga regional, que fue el modelo que siguió Moscú varios años después. La ciudad todavía se llamaba Petrograd cuando tres clubes protagonizaron el primer campeonato del país. Nevka, un equipo formado por obreros escoceses, se coronó campeón tras superar a Victoria y a Nevsky. Un año después se sumó Sport y en 1903 Neva. Como en todo el mundo, los británicos fueron quienes impulsaron el crecimiento de este juego entre los trabajadores de los diversos sectores productivos. Así, en los centros urbanos, se desarrolló la actividad.

La mayoría de estos clubes desaparecieron con el correr de los años y algunos se fusiaron para darle vida a los dos representantes más grandes de la ciudad en las últimas décadas: Zenit y Dínamo. El actual campeón nacional fue fundado en 1925 con el nombre de Stalinets, aunque sus orígenes se remontan a 1914, cuando nació un club llamado Murzinka, el antecesor de Zenit. En tanto, el estado soviético fundó el Dínamo en 1922.

En la primera edición de la Liga soviética, disputada en 1936, el representante de la ciudad de Leningrado (otro de los antiguos nombres de San Petersburgo) fue Dínamo, que finalizó en la penúltima ubicación. Su similar moscovita se consagró campeón tras ganar los seis partidos.

El fútbol petersburgués no tuvo grandes éxitos durante la época soviética. De hecho, sólo consiguió un título: en 1984 gracias a Zenit. El equipo había hecho su debut en 1938 y en 1944 ganó una Copa jugada durante la Segunda Guerra, que no tiene carácter oficial. En 1967 descendió a la segunda división, pero la organización entendió que no era inteligente que la segunda ciudad del país se quedara sin club en el año del 50 aniversario de la Revolución.

Tras el colapso de 1991, San Petersburgo logró recuperar su lugar en el escenario futbolístico de forma paulatina. Los clubes de Moscú y Kiev ya no tenían el total apoyo del Partido y eso benefició a los demás. Zenit ya era el único representante de la ciudad en primera división cuando logró su segundo título nacional en 2007. Al año siguiente ganó la Copa de la UEFA y se convirtió en el principal club del país, por logros y por prestigio internacional.

El estadio más importante de la ciudad es el Petrovsky, que fue inaugurado el 5 de julio de 1925, con un triunfo 5-1 del combinado de Leningrado sobre Kharkov. Durante la Segunda Guerra Mundial fue casi totalmente destruido y tuvo que ser reconstruído. Aunque desde su edificación fue la cancha más importante de San Petersburgo, el estadio S.M. Kirov también supo acoger partidos importantes. Es en su lugar donde se está construyendo el Zenit Arena, un escenario con capacidad de 69.501 que será utilizado en la Copa Confederaciones y en el Mundial.

Uno de los jugadores petersburgueses más destacados de la historia es Oleg Salenko, el hombre que posee el récord de mayor cantidad de goles convertidos en un partido mundialista. En Estados Unidos 1994 convirtió cinco tantos en la goleada 6-1 de Rusia sobre Camerún y se consagró máximo goleador del certamen. Más aquí en el tiempo se destaca Andréi Arshavin, figura de la Selección que fue semifinalista de la Euro 2008. Del plantel actual, sólo Ígor Denísov nació en esta ciudad.

En definitiva, San Petersburgo tiene una trascendencia muy grande en la historia y el presente del fútbol ruso, a pesar de que no cuente con la cantidad de títulos ni de representantes de su vecina del sur. Será una de las dos ciudades más importantes de la Copa del Mundo, por cantidad de partidos que allí se disputarán y también porque sus calles marcarán el pulso del gran torneo. Como marcan el pulso de la vida cotidiana rusa.

Primera entrega: Moscú.

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BUENOS AIRES -- El corazón de Rusia es Moscú. Allí vive gran parte de la historia, la cultura, el arte y el fútbol del país más grande del planeta. Es imposible saber si la primera vez que se pateó una pelota en el vastísimo territorio ruso fue en la capital, pero sí se puede afirmar que allí es donde nació, creció y se desarrolló el fútbol organizado de la nación que albergará la próxima Copa del Mundo.

Como en todo el globo, el fútbol llegó a Moscú gracias a los comerciantes ingleses que llevaban consigo su principal divertimento. En los comienzos del siglo XX, los ingenieros británicos empleados por las fábricas textiles de Savva Morozov introdujeron este juego entre sus compañeros. Aunque los obreros se enamoraron a primera vista de la pelota, al principio fue un pasatiempo exclusivo de las clases ricas, sobre todo durante la última etapa de la Rusia imperial.

En 1912 fue fundada la Unión de fútbol rusa, cuya principal tarea era la organización del Seleccionado nacional. Entre 1910 y 1914, el equipo del imperio (tenía gran mayoría de jugadores moscovitas) jugó 16 partidos, con sólo dos victorias (sobre Bohemia) y derrotas humillantes, como un 0-16 frente a Alemania, un 0-14 contra un combinado amateur de Inglaterra o un 0-12 frente a Hungría. Sin dudas, el fútbol ruso necesitaba llegar al pueblo para competir contra los mejores de Europa.

En 1917 se produjo la Revolución de Octubre y años después la Guerra civil, lo que provocó un retraso en la organización del fútbol nacional. De todos modos, la pelota ya estaba en las calles, en las plazas y en las escuelas de la capital. Sólo faltaba la creación de un torneo oficial para que la pasión popular tuviera el sitio indicado para liberarse. Tardó, pero en 1936 se disputó la primera edición de la Liga soviética. De los siete clubes participantes, cuatro eran de Moscú, lo que explica a la perfección que esa ciudad era el sitio donde mejor se había desarrollado el fútbol. Dínamo Moscú fue el campeón, con seis triunfos en seis partidos.

Antes de 1936, en cada una de las regiones se habian organizado campeonatos más o menos serios, pero la Liga de la Unión Soviética era el elemento necesario para hacer crecer al fútbol en toda la nación. Como todo en el sistema comunista, los clubes no representaban más que a su sindicato. Lo único que importaba era la clase, y eso se trasladó al torneo. Cada sector productivo tenía su equipo: ferrocarril, automotor, metalurgia, ministerio del interior. Cada trabajador podía seguir al club de su gremio.

CSKA fue la primera institución futbolística de la capital. Nació en 1911 como un club de esquí llamado Sociedad Amateur de Deportes de Esquí (OLLS, por sus siglas en ruso), pero ese mismo año formó un equipo de fútbol que compitió en la liga de la ciudad. Con la llegada al poder de la Revolución, todos los clubes fueron cerrados, ya que eran considerados símbolos burgueses. En 1923, el Ejército Rojo se hizo cargo de OLLS y lo renombró CDKA (Club de Deportes de la Casa Central del Ejército Rojo). No tardó en convertirse en uno de los conjuntos más poderosos del país, por a simple razón de que tenía la facultad de incorporar a cualquier futbolista de cualquier cuadro rival, gracias al poder del ejército.

Si CSKA fue el club más emparentado con el régimen, Spartak se autodenominó como el más "combativo". No es extraño que ambos protagonicen el clásico más grande de Rusia. Spartak fue fundado en 1922, a la manera occidental. Un grupo de jóvenes encabezado por Iván Artémiev decidió comprar casas en el distrito Presnya para construir un estadio. Con el tiempo, Spartak se convirtió en la bandera de los "rebeldes". Los triunfos frente a CSKA se festejaban como una revancha contra el régimen. El conjunto rojiblanco es el representante moscovita más exitoso de la historia, tanto durante la época soviética como después.

El tercer gran equipo de Moscú es Dínamo, fundado en 1923 con el apoyo de la OGPU, la primera policía secreta soviética. Fue el primer campeón de la Unión y durante varias etapas ha sabido pelear mano a mano con los gigantes CSKA y Spartak. Además, fue durante dos décadas el hogar de Lev Yashin, quien para muchos es el mejor futbolista ruso de todos los tiempos. Nacido en Moscú en 1929, la Araña negra es el único arquero ganador del Balón de Oro y el que mayor cantidad de partidos sin recibir goles permaneció: 270. Los números son interesantes, pero no alcanzan para describir todo lo que significa Yashin para el fúbol ruso. Él es el símbolo del país que albergará el próximo Mundial.

Torpedo Moscú nació en 1924 bajo el nombre de "Fuerza proletaria". Un grupo de trabajadores del sector automotor decidieron que había llegado el momento de salir a la cancha y fundaron un club que vivió una época de gloria en los sesenta pero que luego cayó en desgracia y recién este año pudo regresar a primera tras casi diez años en el ascenso. También es reconocido por haber formado a una leyenda: Eduard Streltsov, el mejor jugador de campo ruso de todos los tiempos. Moscovita como Yashin, Streltsov se ganó el apodo de "Pelé blanco" por su enorme talento. Sin embargo, nunca pudo llegar a su techo porque era considerado un enemigo del régimen, debido a su estilo de vida "occidental".

El estadio donde se disputarán el partido inaugural y la final de la Copa del Mundo 2018 fue inaugurado en 1956. Está ubicado a orillas del río Moscova y su primer nombre fue "Estadio Central Lenin". Fue remodelado en dos ocasiones: para los Juegos Olímpicos de 1980 y en 1997, para cumplir con las exigencias de la FIFA. De cara al próximo Mundial también será modernizado. Allí se disputó una final de Champions, además de decenas de partidos internacionales de las Selecciones de la URSS y de Rusia. También, en ese escenario tuvo lugar una de las tragedias más grandes de la historia en 1982, cuando en un encuentro de la Copa UEFA entre Spartak y Haarlem de Holanda se produjo una avalancha humana que terminó con 300 muertos y 61 heridos.

Moscú vio nacer a los dos máximos ídolos del fútbol ruso, ganó 49 ligas nacionales y alberga a los compromisos más importantes de la Selección nacional. Por todo eso, merece ser la ciudad que reciba a la Copa del Mundo dentro de menos de 200 días y un mes después corone al nuevo rey del deporte más popular del planeta.

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Dos meses después del final de la batalla más sangrienta de la historia de la humanidad, en Stalingrado se jugó un partido de fútbol. Como si la celebración de un encuentro del deporte más popular de la Unión Soviética fuese necesaria para decretar el final del horror. La Batalla de Stalingrado fue un enfrentamiento entre el Ejército rojo y las fuerzas armadas nazis que dejó más de dos millones de víctimas fatales, tanto militares como civiles, y marcó un quiebre en la Segunda Guerra Mundial. Hoy, la actual ciudad de Volgogrado que se prepara para ser sede de la Copa del Mundo, vive cada uno de sus días con el recuerdo de aquellos meses funestos a flor de piel.

El dos de mayo de 1943, sesenta días después de la rendición alemana, el todopoderoso Spartak Moscú se enfrentó a Traktor Stalingrado, el representante local, en el cotejo que pasó a la historia como "el partido en las ruinas de Stalingrado". Muchos de los futbolistas del equipo de Stalingrado habían luchado e incluso dos perdieron la vida en la guerra, pero la idea de jugar partió de dos de ellos: el arquero Vasily Yermasov y el capitán Konstantin Belikov, quienes le pidieron al teniente general Voronin organizar una velada futbolística como parte de los festejos por el día del trabajador. A pesar de que la ciudad estaba destrozada, en el sector sur (Beketovec) había quedado un estadio en aceptables condiciones. Entonces, en lugar de entrenarse, los jugadores tuvieron que ponerse a tapar los agujeros que las bombas habían hecho en el campo de juego.

Las primeras sesiones de entrenamiento fueron sin indumentaria y con pelotas improvisadas, pero con el correr de los días, el pueblo comenzó a asistir a las prácticas y la expectativa por el partido creció. Al principio, la idea era que el grueso del plantel de Dínamo Moscú reforzara a Traktor, pero los integrantes del conjunto moscovita no pudieron viajar los casi mil kilómetros que separan a Stalingrado de la capital y los hombres de Belikov decidieron jugar sin refuerzos. El resultado sorprendió a todos y significó una alegría gigantesca para un pueblo que estaba intentando comenzar a salir de la desgracia. La victoria 1-0 es todavía hoy el mejor resultado de la historia del fútbol de Volgogrado. Y lo será por siempre.

Tres décadas antes de la Batalla de Stalingrado, ya se jugaba al fútbol en la ciudad de Tsaritsyn (nombre que tuvo entre 1589 y 1925). El primer partido del que hay registros ocurrió en 1909, cuando los hermanos Koshelev y Sutyrin formaron los equipos Sturm y Standard. La mayoría de los jugadores eran trabajadores de la petrolera Nobel, que fue el ámbito donde se desarrolló el deporte desde fines del siglo XIX. Luego, surgieron varios equipos en la ciudad durante los años previos a la Revolución de octubre, entre los que se destacó Metallurg, fundado en 1914 por obreros de la fábrica de acero rebautizada "Octubre rojo".

Como sucedió en todo el país, la Primera Guerra Mundial desaleceró el desarrollo del fútbol en esta ciudad donde se jugaba de forma informal desde la década de 1880. De todos modos, un grupo de aficionados continuó con la práctica del deporte e inauguró la primera cancha en la plaza Sennaya. Tras la Guerra civil, el juego creció de manera natural y se convirtió en el principal pasatiempo de los habitantes.

En 1926, el soviet supremo decidió construir una fábrica de tractores en Stalingrado, que sería la primera del país. Junto a ella se estableció la empresa deportiva Traktorostroitel, que en 1929 fundó el equipo más representativo de la ciudad, Traktor. La Liga soviética nació en 1936 y el club jugó ese año en la segunda liga B (cuarta división). También participó de la primera edición de la Copa de la URSS, en la que quedó eliminado en octavos de final por Dínamo Tbilisi. Parte de aquel año compitió con el nombre de Dzerzhinets-STZ.

Traktor llegó a la división de honor en 1938, gracias a la reestructuración por la cual la Liga soviética pasó de tener ocho equipos a 26. En su primera temporada finalizó en el 12do lugar y logró salvarse del descenso, que sufrieron catorce equipos. En 1939 realizó una excelente campaña y alcanzó el cuarto lugar, posición que recién pudo superar 54 años después. Traktor permaneció en primera hasta 1950, cuando regresó a los torneos regionales (en ese momento su nombre había pasado a ser Torpedo). En 1975 fue denominado Rotor y volvió a pelear en las divisiones de ascenso, hasta que en 1988 fue subcampeón de segunda y regresó a la A, donde jugó en 1989 y 1990. Dos temporadas después, se disputó la primera Premier League rusa y Rotor volvió a jugar en la división de honor.

En los noventa, FC Rotor Volgogrado vivió su época de gloria. Aunque nunca salió campeón nacional, sí peleó el título en varias ocasiones con rivales de la talla de Spartak Moscú, que ganó siete de los ocho campeonatos de la década. El conjunto de Volgogrado fue subcampeón en 1993 y 1997 y terminó tercero en 1996, siempre con Oleg Vereténnikov como goleador y figura. Además, jugó la Copa UEFA en cuatro ocasiones (en 1995/96 eliminó a Manchester United) y disputó una final de la Copa Intertoto, que perdió frente a Guingamp de Francia. El declive comenzó en 2000 y se profundizó en 2004, cuando debido a los problemas financieros ocupó el último lugar y se fue al descenso. Tras un cambio de nombre en 2008 (se llamó Volgogrado FC) y un nuevo descenso, el club se recuperó en los últimos años y hoy lucha en la segunda división.

Leonid Slutsky es uno de los principales personajes futbolísicos nacidos en Volgogrado. El ex entrenador de la Selección rusa tuvo un pasado como arquero y luego hizo una gran carrera como director técnico. También se crió en esta ciudad Yuriy Kalitvintsev, ex jugador de la Selección de Ucrania y actual DT de CSKA Moscú. Por otro lado, en Rotor comenzó su carrera y se formó Anatoly Zinchenko, el primer futbolista soviético en jugar fuera del país (lo hizo en 1980 para Rapid Viena).

Más de 64 años después de la batalla que destruyó a la ciudad, Volgogrado está lista para recibir al mundo. La imponente Estatua de la Madre Patria, la tercera más grande del planeta, dará la bienvenida a los fanáticos del fútbol que, como aquel día de mayo de 1943, llenarán de vida las calles de la vieja Stalingrado.

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Una de las grandes noticias de las Eliminatorias para la Copa del Mundo 2018 fue la inédita clasificación de Islandia, la remota isla ubicada al norte del océano Atlántico cuya población es de poco más de 300.000 habitantes. La participación de la Selección nórdica será una de las tantas atracciones de un Mundial que se podrá vivir a lo largo y a lo ancho de la Rusia europea, incluso en la desconocida Saransk, una ciudad que tiene menos habitantes que la propia Islandia. Esta "aldea" está localizada en el centro geográfico del territorio donde se disputará el campeonato y será uno de los destinos más pintorescos para los millones de visitantes que llegarán a Rusia en junio y julio del próximo año.

"Somos una ciudad pequeña, compacta, cómoda y segura, ubicada en el corazón de Rusia. Por eso nos escogieron. Además, el Mundial está cambiando a la ciudad y a su gente. Abre el mundo a Saransk y al revés. También nos hace más libres, ya que nos hace sentir que somos parte del mundo", declaró en una entrevista con la agencia EFE el alcalde de la ciudad, Piotr Tultáev. La inclusión de la capital de la república de Mordovia como sede fue una sorpresa celebrada a lo grande por el pueblo mordovino.

Una de las claves para su elección fue que, al contrario que en la mayoría de las sedes, en Saransk uno puede llegar al estadio caminando desde todas partes, incluso desde la estación del tren, mientras que desde el nuevo aeropuerto internacional hay menos de un cuarto de hora en coche. La ciudad tiene muchas ventajas, como la de ser la más segura de Rusia y una de las más limpias y contar con un centro urbano que mantiene un gran respeto por el entorno natural, con plazas, paseos y canales por doquier.

Es difícil encontrar a Saransk en el mapa del fútbol ruso, ya que tiene una tradición más ligada a otro tipo de deportes, como el atletismo. La primera vez que se pateó una pelota en la ciudad fue un año antes de la Revolución de octubre, un poco más tarde que en el resto de las sedes. De todos modos, los registros indican que el primer partido oficial se organizó en el otoño de 1919, gracias al empuje de empleados del ferrocarril. Luego, pasaron varios años sin que el deporte rey despertara interés.

Recién en 1923, al término de la guerra civil, el pueblo comenzó a disfrutar del fútbol en serio. Ese año se creó la sociedad deportiva "Halcón", que formó un equipo de fútbol llamado "Núcleo". Los entrenamientos y los partidos se organizaron en el corazón de Saransk, donde hoy se encuentra el Parque de la Cultura. Muchos de los futbolistas no tenían la posibilidad de comprar zapatos y jugaban descalzos, más allá del frío y de la humedad.

En los años siguientes, hubo competencias irregulares y los mejores equipos de Mordovia no estaban en Saransk, sino en aldeas como Ruzáyevka, a 26 kilómetros de la capital. El representativo de esa localidad fue el primero en tener un estadio y el primer campeón regional en 1936. Un año más tarde, muchos de sus mejores jugadores pasaron al recién formado Dínamo Saransk, que en 1938 representó a la ciudad en la tecera Copa soviética de la historia y alcanzó los 64avos de final, donde quedó eliminado frente a Dínamo Kazán. El nuevo equipo incluso llegó a derrotar a Lokomotiv Moscú y también ganó sin problemas el torneo regional.

Hasta la década del cincuenta, los equipos mordovinos solo disputaban el campeonato local y su inclusión en las competencias nacionales fue paulatina. En 1961 fue fundado el equipo más importante de Saransk, cuyo primer nombre fue "Constructor". Esa temporada, participó de la "Clase B" y finalizó en el penúltimo lugar de su zona. Al final del certamen, su nombre ya había cambiado por "Spartak". Jugó en la Clase B hasta 1969, cuando llegó a la segunda división. Allí actuó hasta 1991 y su mejor actuación fue un segundo puesto en su zona.

Cuando se creó la Liga rusa, en 1992, su nombre era Svetotekhnika. Fue uno de los 52 equipos que participó de la temporada inaugural de la segunda división. Luego, deambuló por el ascenso hasta la temporada 2012/13, la primera de la historia del fútbol de Saransk en la élite nacional. El club, que desde 2005 tomó el nombre de Mordovia FC (tras una fusión con FC Biokhimik-Mordovia), se coronó campeón de segunda y dio el salto esperado por el pueblo de Mordovia. Más allá de que solo duró un año en la Premier League, la experiencia sirvió, porque regresó a la temporada siguiente y en 2014/15 finalizó octavo. Hoy, juega en la B tras el descenso del último año.

Está claro que, dada la dimensión de la ciudad y la importancia del fútbol para la vida de la misma, un estadio mundialista de 45.000 espectadores parece excesivo. Por eso, las autoridades de la república de Mordovia se preocuparon especialmente por evitar la construcción de un futuro "gigante en ruinas". Alexei Merkuchin, ministro de Programas especiales de Mordovia, afirmó que parte de la estructura del Arena podrá desmontarse, por lo que quedaría un estadio más acorde a las necesidades de una ciudad que ocupa el puesto 64 entre las más pobladas de Rusia.

Para Saransk, el momento más importante de su historia futbolística está por venir. Será el 16 de junio, cuando se dispute el primer encuentro mundialista. En ese momento, el pueblo entero quedará paralizado para asistir al máximo evento de su vida.

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El mejor momento de la historia del fútbol de Rostov del Don fue hace menos de dos años. En la temporada 2015/2016, FC Rostov se coronó subcampeón de la Liga rusa, solo dos puntos por debajo del gigante CSKA Moscú. Fue lo más cerca de la gloria futbolística que estuvo una de las doce subsedes de la próxima Copa del Mundo y aún hoy se sienten los ecos de aquella campaña heroica en la capital del óblast de Rostov.

Kurban Berdyev fue el artífice del éxito. El entrenador nacido en la actual Turkmenistán llegó en 2014, cuando el equipo tenía como objetivo el mismo de siempre: salvarse del descenso. Llegaba tras doce años en Rubin Kazán, un club pequeño al que sacó campeón en dos ocasiones. Su estilo defensivo entró en sintonia muy rápido en Rostov y su línea de cinco defensores se convirtió en la marca registrada de un conjunto que enseguida se convirtió en una pesadilla para los grandes.

Con el ecuatoriano Noboa como figura, fue líder hasta la fecha 26, cuando una derrota frente al descendido FC Mordovia Saransk lo bajó de la cima. A pesar de ganar los últimos cuatro partidos, la racha de CSKA fue aún mejor y la gesta no se pudo completar con un título. Luego, ya sin Berdyev en el banco, eliminó a dos históricos como Anderlecht y Ajax en las rondas previas de la Champions League y jugó la fase de grupos, en la que finalizó tercero detrás de Atlético Madrid y Bayern Munich. Esa posición le permitió disputar la Europa League, en la que eliminó a Sparta Praga y luego se despidió en octavos ante el futuro campeón Manchester United, con un exiguo resultado global de 2-1.

En la última temporada, el equipo volvió a hacer una buena campaña, más acorde con sus metas acostumbradas y finalizó en el sexto puesto. Hoy, cuando nadie lo esperaba, Rostov del Don está en el mapa del fútbol ruso y recibirá a la Copa del Mundo con mayor "autoridad".

La ciudad fue fundada a mediados del siglo XVII como una casa de aduanas y tomó su nombre de san Demetrio de Rostov, un obispo oriundo de la antigua ciudad Rostov Veliki, ubicada en el norte del país y que no debe confundirse con la que será sede del Mundial, situada en el extremo sur de la Rusia europea. Hoy, esta metrópoli de más de un millón de habitantes se destaca por su modernidad y es tan cosmopolita como Moscú o San Petersburgo. Además, la cultura cosaca está muy presente, ya que en esta zona fue donde los cosacos se establecieron.

La primera vez que se jugó fútbol organizado en la capital del óblast de Rostov fue en 1913, cuando el club "Kruchok Lubitel Sport" (Círculo de amantes del deporte) fue incorporado a la Unión de Fútbol de toda Rusia gracias a la gestión de Eduard Kobi, un dirigente que tiempo después fue acusado de espionaje y exiliado en la República de Komi.

Junto a otras trece ciudades, Rostov del Don participó del segundo campeonato nacional, aún en tiempos de Nicolás II. El formato era de eliminación directa, por lo que solo disputó un partido, que terminó en derrota 5-1 como visitante contra el combinado de Donetsk (actual Ucrania). Tras el encuentro, las autoridades de Rostov denunciaron que los locales habían incluido a ocho jugadores que no eran de la ciudad, algo que estaba penado ya que el número máximo era seis "extranjeros". Además, se discutió el hecho de que el árbitro fuera el presidente de Donetsk. Más allá de las protestas, la eliminación no se pudo evitar.

Para 1916, el fútbol de la ciudad había evolucionado y comenzaron a organizarse torneos interurbanos. De todos modos, el primer club nació en 1925, cuando la sociedad deportiva Dínamo (establecida en 1923 en Moscú por un grupo de oficiales y miembros de la OGPU, la policía secreta) desembarcó en el sur del país. Participó del campeonato de segunda división en 1936, año de la creación de la Liga de la URSS y en 1938 jugó en la élite. Finalizó en la 18va posición entre 26 equipos y no logró mantener la categoría. Luego, jugó algunas temporadas en torneos menores hasta su desaparición en 1949. En 2008 se volvió a formar, para participar de campeonatos regionales.

El otro equipo rostovita del Don que jugó en la A soviética fue FC SKA Rostov. Fundado en 1937, debutó en segunda división en 1958 y ese mismo año ascendió a primera, donde permaneció hasta 1973. Fue subcampeón de Dínamo Kiev en 1968 y ganó la Copa de la URSS en 1981. En la temporada 81/82 se destacó como el primer representante de la ciudad en una copa internacional, tras quedar eliminado en segunda rueda de la Recopa, frente a Eintracht Frankfurt de Alemania.

FC Rostov nació en mayo de 1930, cuando un grupo de trabajadores de la fábrica de maquinaria agrícola Rostselmash se organizó y fundó el club Selmashstroy, cuyo nombre cambió a Selmash en 1936, a Traktor en 1941 y más tarde a Torpedo y Rostselmash. El actual representante de la ciudad jamás llegó a jugar en primera división durante la era soviética y recién logró el ascenso para la temporada inaugural de la nueva Liga rusa, en 1992. Un año más tarde regresó a la B, donde estuvo solo una temporada. Luego, permaneció en la A hasta 2007, cuando descendió. Su paso por la B fue fugaz y en 2008 ascendió tras una campaña brillante. Además de la histórica campaña del subcampeonato, ganó la Copa de Rusia en 2014.

El personaje más importante del fútbol de Rostov del Don es Viktor Vladimirovich Ponedelnik, el hombre que marcó el gol más importante de la historia de la Unión Soviética. En la final de la primera Euro de todos los tiempos, en 1960, Ponedelnik convirtió el tanto del triunfo sobre Yugoslavia en tiempo extra. Además, es el sexto máximo anotador de la Selección soviética, con 20 anotaciones en 29 partidos. Jugó en Rostselmash y en FC SKA y también fue entrenador de Rostselmash.

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Entre 1959 y 1990, Gorki fue la "ciudad cerrada" más grande de la Unión Soviética. Durante esos años, fue uno de los principales centros industriales del país, donde funcionó la planta de Automóviles de Gorki, principal proveedora de armamento y vehículos del frente oriental. Por eso, en aquella época era imposible encontrarla en los mapas internacionales, ya que solo podían entrar y salir ciudadanos soviéticos. Menos de tres décadas más tarde, está lista para recibir al evento más importante de la humanidad: la Copa del Mundo de fútbol.

Máximo Gorki fue uno de los más importantes escritores rusos de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. De ideología anti-zarista, estuvo cerca del movimiento bolchevique desde 1905, lo que le valió un exilio en Capri hasta 1913. Sin embargo, a pesar de su cercanía con Vladimir Lenin, tras la revolución se mostró en contra del máximo líder soviético y se vio obligado a retornar a Italia. Recién regresó a su patria en 1932, cuando Iósif Stalin no solo lo invitó sino que cambió el nombre de su ciudad natal. Por eso, Nizhni Nóvgorod se llamó Gorki entre 1932 y 1991.

Como en cada una de las ciudades sede del próximo Mundial, los primeros equipos de fútbol de Nizhni Nóvgorod estuvieron formados por trabajadores entusiasmados con el llamativo juego inglés. Pero, a diferencia de otras regiones, aquí no fueron las fábricas quienes estuvieron representadas en los primeros torneos, sino los distritos. En 1911 se organizó un campeonato regional y el ganador fue Kstovo, ciudad ubicada a 20 kilómetros de la capital. Luego, repitió en 1912 y 1913, mientras que el distrito de Kanavinskiy (el centro de la ciudad) festejó en 1914. Tras el receso obligado por la Primera Guerra Mundial, se reanudó la competencia, que se hizo mucho más fuerte. De hecho, en 1927, Spartak de Kanavinskiy le ganó un partido al poderoso Dínamo Moscú. Las crónicas dicen que el arquero Mansurov fue la gran figura del encuentro.

Durante los años siguientes, los jugadores de Spartak simplificaron su nombre y adoptaron el de la ciudad. Con esa denominación, ganaron varios títulos regionales consecutivos y en 1928 hasta lograron un triunfo histórico frente a un combinado de uruguayos, máxima potencia mundial en la época. Sin embargo, a pesar de aquellos éxitos nacionales e internacionales, el fútbol de Nizhni Nóvgorod tuvo que esperar demasiado para tener representación en la elite del fútbol soviético.

En 1932 se fundó Torpedo Victoria, que representaría a la ciudad en la temporada inaugural de la Liga de la URSS en 1936. Terminó último en la cuarta división. Tras ese fallido debut, el equipo deambuló por diferentes categorías de ascenso hasta 1951, cuando el fútbol de Nizhni Nóvgorod participó de la división de honor soviética por primera vez en su historia. Aquel campeonato, Torpedo Gorki finalizó en la última colocación y se fue al descenso. Regresó en 1954, cuando volvió a terminar último.

Torpedo sufrió en las profundidades del ascenso hasta 1964, cuando se fusionó con Raketa y formaron el Fútbol Club Volga Gorki. Esa misma temporada fue la última que un club de Nizhni Nóvgorod jugó en la élite del fútbol de la URSS. FC Volga Gorki finalizó en la 14ta posición entre 17 equipos y perdió la categoría. Disputó los torneos menores hasta 1984, año en el que el club se disolvió.

Recién en 1998, cuando la Unión Soviética ya era historia, Nizhni Nóvgorod volvió a tener un equipo con pretensiones en el alto nivel. FC Elektronika fue fundado y llegó a jugar en segunda. Al mismo tiempo, FC Torpedo NN participaba de la sexta división. La quinta ciudad más poblada de Rusia siguió esperando para ver un representante entre los mejores del país. En 2004, el club cambió de nombre una vez más y fue denominado FC Volga. En 2011, 47 años después de aquella participación de FC Volga Gorki en la Liga soviética, FC Volga llegó a la primera división rusa.

En la temporada 2011/2012 finalizó en la 14ta posición y mantuvo la categoría. Entre algunos otros buenos resultados, venció 3-0 a Dínamo Moscú, el tercer clasificado. Al año siguiente, mejoró su actuación y logró un elogiable 12do puesto. La aventura terminó en 2014, ya que ese año descendió. Tras solo una temporada en segunda, el club fue disuelto. Hoy, el único representante de Nizhni Nóvgorod en el fútbol nacional ruso es FC Olimpiyets, fundado en 2015 y que juega en segunda, tras el ascenso de hace algunos meses. Además, esta temporada llegó a octavos de final de la Copa de Rusia.

El ídolo máximo de la ciudad es Valentin Nikolaevich Sysalov. Jugó toda su carrera en clubes de la ciudad (Dzerzhinets y Avangard del distrito de Sormovo y Rocket de Gorki) y hasta rechazó un ofrecimiento del gigante soviético Dínamo Kiev por no abandonar su hogar. Ese gesto lo convirtió en un héroe. "Me ofrecieron de todo, incluso un departamento en la capital de Ucrania. Para nosotros éramos patriotas de nuestra ciudad natal. Pensé ¿qué pasa si tenemos que jugar en la Copa contra el club de Gorki? Eso para mí era imposible".

Por su ubicación privilegiada en la confluencia de los ríos Volga y Oká, esta ciudad fundada en 1221 por el príncipe Yuri II de Vladímir siempre tuvo vital importancia económica y cultural para el pueblo ruso. La celebración de la famosa Feria de Nizhni Nóvgorod hace más de cien años marcó el inicio de una historia que continuará con su su próxima participación en la Copa del Mundo. Será la mejor oportunidad para que occidente conozca uno de los rincones más bellos de la Rusia profunda.

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En 1908 se disputaron los primeros partidos de fútbol en la ciudad de Samara, ubicada a más de 800 kilómetros de Moscú y a más de 1400 de San Petersburgo, donde para esa época ya se habían organizado varios torneos. Aunque recién en 1911 se pudieron jugar encuentros más o menos en serio, la leyenda cuenta que en 1908, durante uno de los primeros juegos, una vaca murió tras recibir un furibundo pelotazo de uno de los inexpertos futbolistas. Aquel fue el hecho que marcó el nacimiento del fútbol en esta ciudad del distrito de Volga.

Como en el resto de Rusia, fueron los trabajadores los precursores del fútbol en Samara. Un grupo de obreros del Ferrocarril Samara-Zlatoust sembró la semilla que luego regó un profesor de la Escuela Sillander y fue cosechada en 1911, cuando se llevó a cabo el primero torneo oficial entre cinco equipos. El cotejo inaugural se celebró el 12 de octubre en la plaza Vokzalnaya, entre el representativo de un colegio de la zona y el del Samara Yacht Club, un actor fundamental para el desarrollo de los deportes en la región. Fue triunfo 2-0 de los juveniles, que en la revancha cayeron por un duro 3-9.

El fútbol creció muy rápido. En 1912, un equipo de la ciudad viajó 450 kilómetros para enfrentar a un combinado de Ufa (República de Baskortostán) y en los años posteriores, el juego se hizo muy popular entre los jóvenes y los trabajadores ferrioviarios, sobre todo aquellos que vivían en el pueblo de Zubchaninovka. Allí, lejos del centro, fue donde se formaron los mejores jugadores de la zona.

En 1917, cuando se produjo la Revolución bolchevique, el fútbol ya era una parte importante de la vida de los habitantes de Samara, tanto en el centro como en los suburbios. Un año después de la instauración soviética, se formó una sub-secretaría de deportes en la provincia y todos los jóvenes comenzaron a practicar fútbol antes de la conscripción. De esa manera, el deporte llegó al resto de las ciudades del óblast de Samara, como Syzran. En las décadas siguientes, las competencias locales eran protagonizadas por combinados de las ciudades, que formaban sus equipos para defender el honor el pueblo. En 1942 se fundó el primer club profesional, Krylia Sovetov. Durante la Segunda guerra mundial Samara se convirtió en la "segunda capital" de Rusia, ya que todos los departamentos del gobierno y los cuerpos diplomáticos fueron evacuados desde Moscú. Desde ministerios hasta el búnker de Josef Stalin.

Así, arribaron cientos de trabajadores que además de su fuerza laboral trasladaron su talento futbolístico. Uno de ellos era Alexander Kuzmich Abramov, entrenador profesional que vino desde Moscú. Él fue uno de los principales responsables del nacimiento del nuevo club, cuyo nombre signitica "Alas de los soviets" y fue tomado de una institución moscovita que jugaba en la primera división de la URSS.

En 1935, Samara se convirtió en Kúibyshev, rebautizada de esa manera en honor a Valerián Kúibyshev, un reconocido revolucionario que fue jefe del Gosplán, el Comité Estatal de Planificación. Krylia Sovetov Kúibyshev jugó su primer partido el 12 de abril de 1942, por la Copa de la URSS. Tres temporadas después debutó en la segunda división, de la cual se coronó campeón tras una gran campaña y en 1946 hizo su presentación en la Liga soviética, con un décimo puesto entre doce participantes. Se mantuvo en la élite hasta 1955, cuando descendió por primera vez.

Nunca logró pelear un campeonato de primera y, aunque hasta 1969 fue un habitual de la máxima categoría, en la década del ochenta llegó a jugar en tercera. Sí logró varios títulos de segunda y fue dos veces subcampeón de la Copa nacional, en 1953 y 1964. Krylia Sovetov vivió su mejor época tras la caída de la Unión Soviética. Jugó en la Premier League rusa entre 1994 y 2014 y terminó tercero en 2004, temporada en la que también logró un subcampeonato de Copa.

Aquel fue, sin dudas, el mejor año para el fútbol de Samara. Con Gadzhi Gadzhiev como director técnico, el equipo fue líder durante buena parte del campeonato, pero sufrió varias derrotas sobre el final y tuvo que conformarse con el tercer lugar y la clasificación a la Europa League. Andrei Karyaka fue el máximo goleador con 17 conquistas y Aleksandr Anyukov y Sergei Vinogradov fueron otras de las figuras.

Al igual que en muchas de las ciudades del interior de Rusia, el fútbol es el deporte más importante de Samara. A pesar de que tiene solo un equipo en la elite nacional (en 2005 fue fundado FC Yunit Samara, disuelto en 2009), los habitantes de todo el distrito del Volga siempre han manifestado amplio interés por el juego. De hecho, el primer museo de fútbol del país fue abierto hace ya diez años en esta ciudad y será una visita obligada durante la Copa del Mundo.

"Samara es la mejor, la más elegante y la más confortable parte de Moscú, cortada de la capital y transplantada a los márgenes del Volga". La frase de Boris Pasternak resume de la mejor forma el espíritu de Samara, la sexta ciudad más poblada de Rusia que será uno de los centros neurálgicos del Mundial.

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BUENOS AIRES -- Sochi, como cada una de las sub-sedes de la Copa del Mundo, está esperando con ansias el máximo acontecimiento deportivo del planeta. Sin embargo, a diferencia de casi todas las demás, no es una ciudad que respire fútbol. De hecho, el principal balneario de Rusia vibra mucho más con el tenis y los deportes de montaña que con el juego que le quitará el sueño a sus habitantes durante un mes el próximo año.

De todas maneras, el fútbol ha tenido cierto protagonismo en esta ciudad del krai de Krasnodar que cuenta con 401.291 habitantes y el área metropolitana más grande de Europa. Sochi FC, el club más importante del pueblo, jugó la temporada pasada en la tercera división y, aunque este año no participa de ningún campeonato profesional, está en medio de un proceso de "re-estructuración" luego del cual espera poder competir con los mejores del país. Uno de sus antecesores, FC Zhemchuzhina-Sochi supo jugar en la máxima categoría entre 1993 y 1999.

El primer partido de fútbol en Sochi fue disputado en el otoño de 1911, cuando la ciudad tenía menos de 15.000 habitantes. Como en el resto del país, las empresas y los organismos estatales fueron los que se organizaron para jugar. Los participantes del mini-torneo fueron la compañía Falcon, el ejército y una sociedad anónima del azufre, Matsesta, que se quedó con el título. Dos años después, un combinado de Sochi viajó a jugar frente a uno del distrito Khostinsky, en lo que fue el primer "clásico" del pueblo, y ganó por 4-1. También en 1913, el representativo salió por primera vez para desafiar a otra ciudad, Novorosíisk. El encuentro terminó 6-6.

En los años siguientes, el fútbol tuvo un auge vertiginoso. Se fundaron varios clubes y los equipos de Moscú y San Petersburgo dejaron de viajar a la ciudad solo para disfrutar del clima durante la pretemporada y empezaron a jugar contra los conjuntos de la zona. Cuando se desató la Segunda Guerra, esa evolución se detuvo y la mayoría de los futbolistas fueron llamados al ejército rojo. Tras el final del conflicto bélico, los ciudadanos recuperaron el interés por el deporte, aunque los equipos de Sochi nunca pudieron competir frente a los del resto del país en la Liga soviética.

De hecho, jamás un club de la ciudad pudo jugar ni siquiera en la segunda división durante la época de la URSS, quizás por la lejanía de las grandes urbes del centro o simplemente porque el interés de los ciudadanos estaba más cerca de la playa que del fútbol. El combinado regional supo jugar varios partidos amistosos contra Spartak y Dínamo Moscú, pero lo máximo que logró fue un título regional de Krasnodar.

En 1961, se unieron los distritos de Sochi, Adler, Lázarevskoye y Josta y formaron la unidad municipal de la ciudad-balneario de Sochi. Enseguida, se buscó organizar un campeonato que reúna equipos de toda la unidad. Doce equipos se inscribieron y el certamen fue un verdadero éxito popular. Incluso fue presenciado por Sergey Medunov, el primer secretario del comité regional del partido comunista. Tres años después, ya que con la competencia afianzada, se comenzó la construcción del estadio central.

El club más ganador de la época fue Constructor, que hasta supo contratar a varios jugadores de Spartak y llegó a semifinales de la Copa soviética B, reservada a equipos del ascenso y las ligas regionales. En 1970, fue a jugar un torneo internacional a Polonia, un verdadero acontecimiento para el fútbol de Sochi.

El estadio que se utilizará en la Copa del Mundo es el mismo que sirvió como estadio olímpico en los Juegos de invierno 2014. Fue bautizado como "estadio Fisht", en referencia al monte del mismo nombre ubicado en la república de Adiguesia. Fue inaugurado en 2013 y recién este año albergó a su primer partido de fútbol, un amistoso entre Rusia y Bélgica. El escenario futbolero histórico es el estadio central, en el que Spartak Moscú supo jugar un partido de la Recopa frente a Milan en 1973.

El futbolista más importante de la historia de Sochi fue Ígor Lediakhov, quien fue elegido como jugador ruso del año en 1992 y ganó tres Ligas y dos Copas con Spartak. Además, es ídolo de Real Sporting de Gijón, donde jugó durante cinco temporadas. También jugó la Eurocopa 1992 con la camiseta del CEI (Comunidad de Estados Independientes) y la Copa del Mundo 1994 con la de Rusia. El otro crack nacido en esta ciudad es Mordejai Spiegler, quien emigró de niño a Netanya, Israel y allí se convirtió en ídolo nacional. De hecho, es reconocido como el mejor futbolista israelí de los últimos cincuenta años.

El club que hasta la temporada pasada compitió en el fútbol ruso fue fundado en 1991 con el nombre de FC Zhemchuzhina-Sochi (algo así como la perla de Sochi). Tras jugar una temporada en la segunda división soviética, logró el ascenso a la Premier en el año posterior a la disolución de la Unión. Allí permaneció entre 1993 y 1999. En 2001 descendió a tercera y en 2004 fue disuelto para crear Sochi-04, que llegó a jugar en segunda. En 2017/18 Sochi FC jugó en la tercera división.

Hoy, Sochi está lejos de la elite del fútbol ruso, pero tiene la capacidad para intentar dar el salto en los últimos años. Su historia es centenaria y la Copa del Mundo puede ser un verdadero impulso para su pueblo futbolero.

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