Camino al Olympic

FECHA
28/05
2012
por Silvia Bertolaccini

Mientras Luke Donald estaba ocupado ganando el BMW PGA Championship en Inglaterra, Zach Johnson se preparaba para derrotar a Jason Dufner en Texas. Para ambos significó una victoria importante camino al mes que viene, y al segundo Mayor de la temporada en el Olympic Club.

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Glyn Kirk/AFP/GettyImagesLuke Donald defendió un título con éxito por primera vez en su carrera en el BMW PGA Championship.

Luego de requerir un playoff el año pasado para derrotar a Lee Wetswood y comenzar así su reinado al tope del ranking mundial, Donald esta vez tuvo un camino más sencillo con una actuación dominante el día domingo para vencer a Justin Rose y Paul Lawrie por cuatro.

"Volver a Wentworth, y defender con éxito, y volver a ser número uno es realmente dulce", dijo el campeón. "Estaba pegándole bien y jugué bien el putt toda la semana".

"Luego del hoyo cuatro Justin (Rose) no volvió a tener el honor en el tee hasta el hoyo 18. Estoy feliz porque hice lo que tenía que hacer. Esta es una semana importante y sentí algo de presión".

"El trabajo que he estado poniendo en mi juego está empezando a pagar sus frutos", expresó Donald. Cuando le preguntaron cual era la próxima meta respondió: "obviamente ganar Mayors. Siento que estoy cada vez más cerca. Cada vez que gano suma a mi confianza".

Para Zach Johnson el octavo título de su carrera llegó luego de una seguidilla de buenas actuaciones, comenzando con un segundo lugar en Hilton Head y un empate por el segundo lugar en el Players.

Johnson, que no ganaba desde su victoria acá en Colonial en el 2010, terminó derrotando a Jason Dufner solo por un golpe luego de no reponer la moneda correctamente en el hoyo final y recibió dos golpes de multa. Por suerte para él llevaba suficiente ventaja para ganar igual.

Sin ninguna duda ganar en esta época del año es importante para la confianza. El U.S. Open en junio, un mes más tarde el British Open y luego el PGA Championship en Agosto, son el plato fuerte del calendario. Jugar bien en el verano puede ser muy productivo para el jugador.

De Texas los jugadores siguen a Ohio, a la cancha de Nicklaus y al Memorial Tournament. Con la mirada ya en el U.S Open cada uno se prepara de diferentes maneras. Johnson y Dufner se tomarán un descanso; el resto, Donald, McIlroy, Mickelson, Woods y el contingente latino: Cabrera, Romero, Villegas y Vegas seguirán su preparación camino al Olympic Club en San Francisco.

Hasta el 29 de Abril, fecha de su triunfo en Nueva Orleans, su primera victoria en el PGA Tour, Jason Dufner era reconocido como el golfista que perdiera el PGA Championship del 2011 en Atlanta, en playoff contra Keegan Bradley, un buen jugador pero nada más.

[+] AgrandarJason Dufner
Darren Carroll/Getty ImagesJason Dufner ganó en Texas su segundo título de la temporada.

Hoy, luego de ganar por segunda vez en menos de un mes, Jason Dufner pasa a ser el Nº 1 de la FedEx Cup, Nº 14 del ranking mundial y, junto a Hunter Mahan, los únicos jugadores con múltiples victorias esta temporada en el PGA Tour.

¿Candidato para el U.S Open en el Olympic Club?

Que a alguien le pueda cambiar tanto la vida en tan poco tiempo parece una novela, es más, cuando uno le suma que, entre el 29 de Abril y el 20 de Mayo, además de ganar dos veces en el PGA Tour Jason Dufner se casó, la historia se hace más increíble aún, y sin embargo es verdad.

A dónde irá Dufner de aquí en más es un interrogante. El norteamericano, de 35 años de edad, probablemente nunca soñó con tanto en tan poco tiempo. Profesional desde el 2004, Jason Dufner había alternado entre el PGA Tour y el Nationwide Tour durante sus cinco primeros años como profesional hasta que, a partir del 2009, pudo mantener su tarjeta y quedarse en el PGA Tour.

Para él ganar era siempre la meta, pero poder volver al PGA Tour año tras año "no tenía precio" como dice el comercial.

Ahora Dufner ya no debe preocuparse por esos detalles, en vez de pensar en cuanto dinero gana ahora puede concentrarse en cuántos torneos puede ganar. En los dos últimos años ha acumulado más de 6.000.000 de dólares. Esta temporada solamente ya lleva más de tres.

Ah, la vida del golfista, a veces puede ser tan cruel, y a veces puede ser tan dulce.

Dufner pasó las dos cosas, como la mayoría de los jugadores en el Tour, y es por eso que ser parte del PGA Tour es pertenecer a un club especial. Todos saben lo que se siente cuando las cosas andan bien... y también cuando andan mal.

Sonreír es tarea fácil para Matt Kuchar. El primer recuerdo que tengo de él, y esa sonrisa contagiosa que tiene, fue en el Masters del '98.

[+] AgrandarMatt Kuchar
Chris Condon/PGA TOURMatt Kuchar logró su triunfo más importante.

¿Se acuerdan en Augusta, cuando Kuchar, como campeón amateur de los Estados Unidos jugaba los dos primeros días del torneo con el defensor del título Tiger Woods? Recuerdo que tanto Kuchar como su padre, que le llevaba los palos, reían y festejaban cada tiro, disfrutando cada momento de lo que ambos sabían era una ocasión especial.

Los años han pasado desde esa increíble semana, Kuchar tiene ahora 33 años, y esa sonrisa espontánea que mostró a los 19 años de edad en el Masters sigue siendo su marca registrada hoy.

Sí, Matt Kuchar era y es un hombre feliz, aunque entre medio debió pasar momentos difíciles que casi lo hicieron dejar de jugar. Su golf, luego de ganar el Honda Classic en el 2002, lo abandonó por completo, y Kuchar lo estaba por abandonar a él.

En el 2006, y ya como último recurso, Kuchar fue a ver a Chris O'Connell, un discípulo de Jim Hardy (The plane truth for golfers) que le planteó la teoría de Hardy, quien cree que el jugador debe elegir en que plano quiere jugar. O mantener los hombros y brazos más o menos en el mismo plano (swing chato), o, mover los brazos y hombros en planos diferentes. Lo que no se debe hacer, de acuerdo a Hardy, es una mezcla de los dos.

Kuchar cuenta que al principio le dio trabajo entender y visualizar este nuevo movimiento con su swing, pero inmediatamente vio un mejor resultado en su pegada, y más control, un control que le sirvió en los próximos años para convertirse en uno de los jugadores más parejos del PGA Tour.

Finalmente en el 2009 vino la recompensa a su trabajo cuando logró su segunda victoria en el Tour, y luego vino la tercera en el 2010.

Pero cerrar no ha sido fácil para Kuchar, con 40 top 10 en su carrera uno podría criticarle que debería haber ganado más, pero si alguna duda había de si Matt Kuchar tiene el fuego interno para definir un campeonato creo que la respuesta la tuvimos ayer cuando embocó el putt para birdie en el hoyo 16 luego de oír las ovaciones por los birdies de Johnson, Curtis y Fowler, todos jugando delante de él.

Ese birdie le permitió jugar más tranquilo la parte final, y a pesar de hacer tres putts en el 17, Kuchar hizo par en el 18 y terminó ganando por dos.

"Es una sensación increíble el poder ganar" dijo el campeón "y hacerlo en este lugar, frente a mis padres, mi esposa y mis hijos, es realmente una sensación difícil de explicar".

Matt Kuchar no necesita hablar para explicar, solo necesita sonreír.

La victoria de Rickie Fowler el domingo en Charlotte, Carolina del Norte, fue muy popular entre los jugadores y público en general. "La espera fue larga, pero valió la pena", dijo el flamante campeón.

Rickie Fowler
Getty ImagesRickie Fowler tiene el carisma y el talento para convertirse en una estrella del golf

Fowler se hizo profesional en el 2009, a los 20 años de edad, luego de cursar dos años en la Universidad de Oklahoma State (de allí viene el color naranja de su atuendo los domingos) y prácticamente todos los que lo habían visto jugar como amateur en California, donde había nacido, y luego en Oklahoma State, vaticinaban una carrera llena de éxitos a nivel profesional.

Rickie casi confirma esa temprana confianza que habían depositado sobre él cuando, en solo su cuarto torneo en el PGA Tour, finalizó empatado el primer lugar en el Frys.com Open en Phoenix, aunque después, tanto él como Jamie Lovemark, perdieran el desempate contra Troy Matteson.

Luego de esa primera oportunidad de ganar hubo otras, pero por un motivo u otro el tiempo siguió pasando y la victoria no quería llegar. Que Rickie Fowler iba a ganar estaba descontado, pero ¿por qué no sucedía? La presión aumentaba, si Rickie era tan bueno como muchos decían, ¿no era hora que empezara a ganar?

Fowler nunca tuvo el swing perfecto pero, si algo lo había separado del resto de los jóvenes que trataban de emular a Tiger Woods, era su actitud y coraje para competir.

Quizás su amor por las motos y el peligro lo ayudaron a adoptar esa actitud fría para jugar. En una ocasión un jugador le preguntó como hacía para mostrarse tan calmo y para no enojarse con nada, a lo que Fowler respondió: "juego al golf de la misma forma que corría con la moto, si me caigo me levanto, me la aguanto, no vale la pena enojarse y no vale la pena llorar".

Rickie Fowler demostró sangre fría el domingo para ganar su primer torneo en el PGA Tour, a los 23 años de edad. Luego de 72 hoyos había empatado con Rory McIlroy y D.A. Points 14 bajo par.

En el hoyo 18, el primer hoyo del desempate, pegó dos tiros perfectos. Sus dos rivales hicieron par, y Rickie se paró con esa calma y frialdad que lo caracterizan y embocó el birdie desde 1 metro, con firmeza y decisión.

Si lo hubiera errado, no se hubiera acabado el mundo ni se hubiera largado a llorar. Fowler es uno de esos jugadores que aprecia el poder hacer lo que hace para ganarse la vida y, como muchos otros cree que en la vida hay mucho, mucho más que un torneo de golf.

Bubba WatsonGetty ImagesLa postal del Masters 2012: Bubba Watson pega desde los árboles un tiro excepcional
Desde el principio hasta el final, el mes de abril será un mes que no olvidaremos así nomás.

Primero fue el Masters, que desde 1940 se juega todos los años durante la primera semana completa de abril y es una garantía de belleza, calidad y entretenimiento.

Desde el albatros de Louis Oosthuizen en el par cinco del hoyo dos el día domingo al hierro nueve de Watson durante el desempate en el hoyo 10, la primera semana de abril fue, una vez más, una semana inolvidable que dará mucho que hablar.

De Augusta, Georgia el PGA Tour se mudó a Carolina del Sur, a Hilton Head, donde el sueco Carl Pettersson ganó un torneo por quinta vez. En Texas, la semana siguiente, fue Ben Curtis quien se reencontró con el éxito. Y de allí pasaron al Zurich Classic en Nueva Orleans.

Bubba Watson haciendo su primera presentación luego de la victoria en Augusta fue a Nueva Orleans a defender el título que había ganado el año anterior. Watson, todavía cansado por la experiencia vivida en el Masters, más tres días haciendo relaciones públicas en Nueva York, terminó empatando el décimo octavo lugar, contento con su actuación pero más contento con el hecho que se tomará otra semana libre esta semana para pasar más tiempo con Caleb, el hijo que él y su esposa acaban de adoptar cinco semanas atrás.

Y mientras todo eso pasaba, Ernie Els y Jason Dufner se trenzaban en una pelea entre dos para definir al campeón en Nueva Orleans.

Ernie, que, por primera vez en 19 años no había jugado en Augusta, por no haber clasificado, había contado al comienzo de la semana cuan dolido estaba por haber faltado al primer mayor del año, y lo difícil que había sido tener que verlo por televisión.

"El no haber recibido una invitación de los organizadores fue doloroso para Ernie" dijo su esposa "pero mi pensamiento fue que lo usara como motivación".

"El mes de Marzo fue duro" comentó Els. "Apesar de tener cinco semanas consecutivas entre los 25 mejores no alcancé a clasificar. Lo positivo fue que ví un gran progreso en mi juego y ahora estoy donde debo estar para poder ganar", sostuvo.

Lamentablemente la historia no termina con la victoria de Els. Ernie terminó perdiendo en el segundo hoyo de desempate en Nueva Orleans. Pero la tristeza de uno es la alegría de otro, y al finalizar la semana fue Jason Dufner quien esta vez pudo festejar.

Dufner, quien había perdido dos desempates el año pasado, contra Mark Wilson en Phoenix y contra Keegan Bradley en el PGA Championship, esta vez pudo superar el desafío y luego de 164 torneos sin ganar finalmente ganaba el domingo su primer título en el PGA Tour, justo seis días antes de su casamiento con Amanda Boyd.

"Este es un gran regalo de boda para los dos" dijo el ganador "poder celebrar al mismo tiempo nuestro matrimonio y mi primera victoria en el Tour".

Watson, Pettersson, Curtis y Dufner, los campeones de abril.

El día final del Honda Classic en Palm Beach Gardens, Florida, fue un domingo para el recuerdo, un día que los espectadores no olvidarán así nomás.

Primero fue Lee Westwood quien los entretuvo. El inglés comenzó la ronda final temprano, con un score de uno bajo par y enseguida empezaron las ovaciones: Westwood bajó el 1, hizo águila en el 3 y sumó otro birdie en el 8 para sumar 31 de ida. De vuelta hizo birdies en el 13, 14 y 17 y completó los 18 hoyos con 63, terminando el campeonato 9 bajo par.

Detrás de él venía Tiger Woods. Tiger había comenzado el día con -2 y, al igual que Westwood, lejos del líder Rory McIlroy (-11).

"Para mí fue ver al Tiger de antes otra vez" dijo Ernie Els, compañero de Tiger en la ronda final "No falló un tiro ni hizo un mal swing".

Tiger había comenzado su día nueve golpes detrás de McIlroy, y aún con 31 de ida todavía estaba cinco golpes detrás. Luego de hacer birdie el 11 Tiger no pudo hacer un birdie más hasta que llegó al hoyo 17 y allí se produjo lo que tanto extrañamos de él, esa habilidad de pegar el tiro justo en el momento justo.

"Si termino birdie-birdie todavía tengo una posibilidad", declaró Tiger, que había pensado en el tee del par 3. Tiger no sólo hizo birdie el 17 embocando un putt de 5 metros sino que en el 18 pegó un hierro 5 derecho al hoyo, por encima del bunker y del lago, y cuando la pelota paró a 3 metros de la bandera todos volvimos a creer que la iba a embocar.

Y Tiger no defraudó, luego de terminar birdie-águila sumaba otro 31 de vuelta y completaba la ronda de 62, la mejor ronda final de su carrera, y se sentaba a esperar con 10 bajo par.

Ni bien terminó Tiger toda la atención pasó a Rory McIlroy. ¿Podría Rory afrontar la presión del final?

Y allí Rory demostró por qué no es un jugador más, y que las experiencias pasadas y sus conversaciones con Jack Nicklaus acerca de como se hace para ganar estaban grabadas en su mente y se aferraba a esos consejos para poder terminar.

"Mr. Nicklaus me dijo que él había ganado más torneos porque los otros los perdieron que porque él los ganó", contaba McIlroy, "que jugar con cabeza y no tratar de hacer maravillas en la ronda final era la fórmula para ganar".

Mientras Tiger embocaba en el 18 para águila, McIlroy embocaba para birdie en el 13 y para sacar dos de ventaja. En el 14 hizo approach y putt, y en el 15 y 17, los dos par 3, hizo approach y putt desde el bunker para terminar con 69 golpes y la victoria por dos.

"Fue difícil hoy", dijo McIlroy; "especialmente escuchando las ovaciones y viendo a Tiger atacar. Por suerte llevaba dos de ventaja al comenzar el día y los pude conservar".

Además del título, el tercero de McIlroy en el PGA Tour, con la victoria Rory pasa a ser el Número 1 del ranking mundial.

"Siempre fue mi sueño llegar a ser el mejor jugador del mundo", dijo McIlroy; "ojala pueda mantenerme al tope por un tiempo más".

Con sólo 22 años de edad y su talento, es muy probable que su deseo se haga realidad.

En una semana donde quien más brilló fue la cancha, Bill Haas embocó el putt más inesperado de todos, en el segundo hoyo del desempate y se quedó con la victoria en Riviera C.C.

Bill Haas
Getty ImagesHaas le ganó el desempate a Mickelson y Bradley

Luego de hacer birdie en el 17, y par en el 18, Haas firmó su tarjeta y se sentó a esperar, con -7, a ver como terminaban los que venían atrás.

Bradley y Mickelson, juntos en el último grupo, venían igualados con -6, y necesitando hacer birdie en uno de los par cuatro más difíciles de Riviera, para empatar.

Mientras Bradley y Mickelson jugaban el hoyo 18 Haas se fue a la cancha de práctica, para calmar los nervios y para no mirar, aunque "tengo que pensar que tanto Bradley como Mickelson van a hacer birdie para empatar".

Mickelson y Bradley jugaron un buen hoyo 18, ambos acertaron el green, pero ninguno de los dos tenía un putt de los que el jugador espera embocar.

Primero fue Phil, desde por lo menos ocho metros. El zurdo, que más temprano se había tomado dos greenes de tres putts en un momento clave, se reencontró con su genio y jugó un putt perfecto, con la caída y la fuerza justa para lograr el birdie y ser el primero en empatar.

Mientras Phil recibía las felicitaciones de Bradley, aprovechaba para decirle: "únete al grupo".

El putt de Bradley desde el fondo del green también fue perfecto, y cuando la pelota tocaba el fondo de la taza nadie podía creer lo que acababan de ver.

El desempate entre Haas, Bradley y Mickelson comenzó en el 18. La gente se quedó quieta alrededor del green del hoyo final, a la espera de otro milagro de Phil, el favorito sentimental.

Keegan Bradley fue quien tuvo la mejor oportunidad para ganar el hoyo pero su putt cayó al final y empataron los tres con par.

En el segundo hoyo del desempate, el corto par 4 del hoyo 10, de 312 yardas, los tres fallaron el green con el tiro de salida. Haas jugó primero, a buena, resignado por no tener ángulo para arrimarse al hoyo, poniéndola en el medio del green.

Mickelson tampoco tenía un buen ángulo, intentó un tiro bien alto hacia la bandera pero el contacto no fue bueno y no la pudo parar, terminando en el bunker de atrás.

Bradley, también complicado con su ángulo, jugó un buen approach, el mejor de los tres, y la puso a unos cuatro metros al fondo del green.

Y después vino la bomba de Haas. Bill Haas tenía fácilmente 10 metros al hoyo, distancia de tres putts; en cambio, terminó siendo el putt más perfecto de todos. Mickelson y Bradley habían embocado uno "grande" en el hoyo 72, ahora le tocaba a él. La pelota salió en línea, y fue rodando, y rodando hasta que no rodó más.

La victoria de Bill Haas en el Northern Trust Open es su cuarto título en el PGA Tour, y ahora salta al puesto 12 del ranking mundial.

Phil Mickelson, el domingo en Pebble Beach, jugó una de las mejores rondas de golf de su carrera. ¡Gracias Tiger!

"Me encanta jugar con él, me inspira a jugar mi mejor golf", dijo Mickelson tras el triunfo. "Me enfocó más, sé que su nivel es superior al del resto de nosotros cuando está jugando bien y eso me fuerza a concentrarme más intensamente y a ejecutar con mayor precisión".

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Jason O. Watson/US PresswirePhil Mickelson completó la ronda del domingo sin bogeys y superó por 11 golpes a Tiger Woods.

Intensidad, calma y precisión fue exactamente lo que Mickelson mostró en la ronda final del AT&T National Pro-Am. Y lo más importante, un putter que funcionó en los momentos más críticos de la ronda, manteniendo el momentum y la intensidad de su juego. Al finalizar, su tarjeta incluía seis birdies, un águila, 64 golpes y la victoria por dos.

Lo de Tiger, en cambio, fue totalmente opuesto.

"Fue frustrante", dijo Woods. "La idea era arrancar con dos o tres birdies en los primeros seis-siete hoyos, como hizo Phil, pero no lo pude hacer. Después pensé que todavía tenía una oportunidad en la mitad de la ronda, en cambio se me fue de las manos. No pude, durante todo el día, estar cómodo con el putter y eso me costó hacer 75, y la posibilidad de ganar".

Para Mickelson, la victoria en el AT&T Pro-Am es la Nº 40 de su carrera y la cuarta en Pebble Beach, pero más allá de los números, lo más importante para Phil es lo que esta actuación le deja para el futuro.

"Es una sensación increíble", dijo el zurdo. "Luego de las primeras semanas en el Tour, cuando hice unos scores horribles, empecé a cuestionar los cambios que estaba tratando de hacer. El haber podido jugar los 18 hoyos que jugué hoy significa muchísimo para mí".

Evidencia del significado de este día fue el largo abrazo con su caddie "Bones" y con su esposa Amy al finalizar, las dos personas más cercanas a Phil, que viven junto a él todas las frustraciones y alegrías que da este juego.

Sí, así de frágil es la confianza. El día, o la semana que el jugador la tiene, toca el cielo con las manos. Pero cuando esa confianza se pierde, los hace penar. Sino pregúntenle a Tiger Woods.

Tiger y Phil. Los dos salieron el domingo en busca de magia. Solo uno la encontró.

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