El anuncio oficial de la disputa del cinturón superligero del CMB el 20 de abril está marcado por el antecedente entre ambos, pero a los 25 años viven el combate de manera muy diferente.
La séptima será la vencida. Luego de un 3-3 como amateur cuando eran juveniles, Devin Haney y Ryan García se enfrentarán con el título superligero del CMB en disputa el próximo 20 de abril en el Barclays Center de Brooklyn.
Se trata de una cartera en co-promoción, entre el propio Haney, representado por su padre, y Óscar de la Hoya, de Golden Boy Promotions, que tiene en ‘King Ryan’ a su mayor atracción de taquilla.
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La conferencia del martes en Nueva York marcó la clara diferencia entre ambos. Haney expone el cinturón verde y oro mientras que planifica un futuro cercano en el que busca enfrentar a Teófimo López, Mario Barrios y Gervonta Davis.
Ryan, por su parte, se ocupo de los detalles de la conferencia, como llegar con media docena de modelos que lo escoltaron sentado en un trono, mientras continúa retando al campeón de las 135 libras del UFC, Sean O’Malley.
Para Haney es personal; García se disfruta la promoción.
“Esto es entretenimiento, es showbiz. Quería hacer algo nuevo y diferente, lo que pienso que es entretenimiento”, explicó el mexicoestadounidense de 25 años a ESPN Deportes.
Ryan aprovechó la aparición pública del martes para mostrar una buena relación con De La Hoya y Bernard Hopkins, luego de ventilar sus diferencias anteriormente en redes sociales.
Del otro lado, Bill Haney dio un discurso provocador y exaltó la superioridad de su hijo. “[El compromiso] es personal, va mucho más allá del boxeo, es la séptima vez que boxeamos. Nos hemos conocido durante mucho tiempo, esta vez es la que cuenta y voy demostrar cuantos niveles estoy por arriba de él”, confesó Haney.
Como sucedió en Las Vegas, cuando promocionaban el combate en la sala de medios del Super Bowl, el careo volvió a ser intenso, siguiendo el tono que Haney promete mantener, “cada vez que nos veamos habrá fuegos artificiales”.
El púgil estadounidense señaló que tiene aficionados de origen mexicano que lo siguen y que espera darles un buen show ante el boxeador también de sangre azteca.
A los 25 años, Haney está en una situación de privilegio para un boxeador. Al manejar su propia carrera puede optar por las peleas que él quiere y las que quiere darle a sus fans, algo que facilitó la negociación del combate.
El excampeón indiscutido del peso ligero asegura que buscará noquear a García con un gancho, pero advierte que presenta muchas amenazas, mientras que asume que García tendrá que recalar en su poderosa mano derecha. El “único truco” que el invicto como profesional considera un peligro.
Ante la provocación, Ryan espera crear un momento para la historia con su victoria. “Va a ir la derecha a su quijada una y otra vez. No es que esté obsesionado, pero si logro noquearlo así será muy chistoso” adelantó.
Haney asegura que ve a un rival distraído, que la mente de García no está en el lugar correcto y en parte se debe al hecho de que está pensando en hacer la transición a las MMA, tal vez en busca de una bolsa que parece imposible ante O’Malley.
“Dana White va a tener que darme un porcentaje del Pago Por Evento, porque será probablemente el más grande en la historia del UFC. Solo necesito tres meses, tal vez menos. Soy muy fuerte, puedo luchar, también he tomado clases de jiu-jitsu con Gracie, no ha sido constante pero lo he hecho muchas veces”, detalló el retador.
Con el peso en 140 y sin las cláusulas de rehidratación con las que tuvo que lidiar en su derrota ante ‘Tank’ Davis, García espera que su poder esté de vuelta y al igual que Haney, promete un nocaut temprano.
“Sé que será el evento del año, uno de los mejores desempeños del año, pero no sé si sea la pelea del año porque pienso acabarlo rápido” sentenció García.