Dos peleas diferentes con dos títulos en juego, en apenas una semana, serán el “punto de quiebre” para la división welter en este 2019. El 9 de marzo en Carson, CA, Shawn Porter defiendoe su cetro CMB ante el cubano Yordenis Ugas y el 16 del mismo mes, Errol Spence Jr. monarca de la FIB, hará lo propio ante el californiano Mikey García en Arlington, Texas.
Los dos campeones de la AMB, Manny Pacquiao (regular) y Keith Thurman (súper campeón) ya cumplieron defensas exitosas en el pasado mes de enero, mientras que el campeón de la OMB, Terence Crawford, verá acción el 20 de abril ante el británico Amir Khan. Excepto Crawford, los demás, de una u otra manera, están vinculados al promotor Al Haymon una relación que tanto podría facilitar como complicar los posibles cruces posteriores a la semana del 9 al 16 de marzo.
Por ello, en un momento de la división en que han coincidido figuras de mucho atractivo boxístico, los resultados de esos dos combates van a determinar el rumbo de la categoría. Hacia arriba o hacia abajo. Podrían, incluso, ser un revulsivo para otras divisiones, como las 140 o las 154 libras. Especialmente, bajo la expectativa del combate Spence vs. García.
Pero veamos hasta donde estas dos peleas pueden impactar en el rumbo futuro de los welters basado en sus posibles resultados.
SHAWN PORTER VS. YORDENIS UGÁS
El posible resultado de esta pelea tiene varias lecturas. Una ecuación lógica si gana Porter y una incierta si el vencedor es Ugás. Como en lo previo este combate asoma parejo y difícil de pronosticar, al atractivo boxístico del combate se suma “el después” para el vencedor, especialmente si el vencedor es el cubano. Literalmente estará pateando la mesa y obligando a más de uno a reconsiderar sus planes.
Y cuando hablamos de más de uno, incluimos a dos monarcas como Keith Thurman y Errol Spence y un ex campeón como Danny García. Los tres parecen dispuestos a ir por el vencedor de este combate, aunque la preferencia es por Porter.
Después de vencer a Josesito López, a su regreso luego de dos años de ausencia, Thurman dijo querer mantenerse activo y en grandes peleas. También dijo querer recuperar el cinturón (CMB) al que tuvo que renunciar y que estaría muy complacido en otorgarle la posibilidad de un enfrentamiento al vencedor de Porter vs Ugás.
Porter y Thurman ya se enfrentaron con victoria de este último. No hay dudas en vaticinar que se repetiría el resultado. Sin embargo, en pleno proceso de recuperación tras dos años de ausencia, cirugía en un hombro y lesión en una mano, suena difícil que Thurman arriesgue ante un rival como Ugas que plantea otro desafío y otra exigencia.
Lo mismo sucede con Danny García, el 20 de abril enfrenta a Adrián Granados, que tiene una espinita guardada con Porter, luego de aquella derrota sufrida en septiembre del 2018, mientras que Spence ya evitó a Ugás en su momento y difícilmente le agrade encontrarlo tan pronto en caso ambos superen sus próximos desafíos.
Ese panorama suma nuevas incógnitas alrededor de esta pelea, empezando por su resultado. La historia de Ugás bajo PBC es ciertamente increíble. No fue llevado al equipo de Haymon para que descollara, más bien para que fuera examinador de invictos emergentes como Jamal James o Bryant Perrella. Luego encadenó seis victorias al hilo donde no solo fue recuperando respeto, también fue empujando esta posibilidad, de pelear por un título mundial.
El cubano es un púgil inteligente, de buena técnica, con hábil manejo sobre piernas y con mucho poder de golpeo, algo que seguramente mejorará para esta pelea desde que ha sumado al preparador físico Angel Guillermo "Memo" Heredia a su equipo.
Porter es incómodo, desprolijo por momentos, aunque inteligente en lo técnico. La pelea enfrenta a dos hombres técnicos y agresivos, con buen manejo del cuerpeo, aunque diferentes en su golpeo. Ugás más incisivo y contundente, Porter más peligroso cuando achica y logra trabajar su volumen. Bajo esa característica, es de esperar una pelea entretenida y de resultado incierto, lo que genera esa duda ¿Quién levantará la mano en caso el vencedor sea Ugás?
ERROL SPENCE JR. VS. MIKEY GARCÍA
Spence Jr. es el gran favorito y cualquier especulación sobre “el después” de esta pelea, pasa por las opciones inmediatas para el monarca FIB. El primer desafío que todos imaginamos es, precisamente, verlo unificando contra el ganador de Porter-Ugás, más allá de la forma en la que consiga su victoria.
Mucho dependerá, no obstante, de la autoridad con la cual consiga dominar a García. Si tomamos en cuenta que será un combate de PPV que valorizará y mucho al vencedor, no faltarán rivales para Spence en este caso. Entre ellos, algunos que ya dejaron saber sus intenciones como Manny Pacquiao y Keith Thurman.
Si Spence gana con dificultades, no dudamos en vaticinar a esos dos (Manny y Thurman) liderando los desafíos. Sin embargo, si Spence gana con demasiada facilidad, será muy difícil que eso ocurra y el menos en el caso de Thurman, como lo dijo a comienzos de año, una posible pelea con Spence quedaría para el 2020.
Danny García puede ser opción en la medida en que es una decisión que depende absolutamente de Al Haymon y no se puede incluir en ninguna ecuación a Terence Crawford debido a las diferencias con Top Rank que alejan cualquier unificación del “Hijo pródigo de Omaha” en caso supere a Amir Khan.
Si, por el contrario, Mikey García da el batacazo y supera Errol Spence, lo que ocurrirá en las 147 libras será un verdadero vendaval de proyectos comerciales asociados al californiano. No solo se meterá entre los tres mejores Libra por Libra, también consolidará su posición dominante como atracción promocional y es de imaginar en ese caso, una mega pelea contra Manny Pacquiao en el horizonte cercano. Claro, es una especulación sobre su posible victoria, “nunca un pronóstico”.
Tampoco debe descartarse que aún victorioso, García decida regresar a las 140 libras o, por el contrario, si el venceder fuera Spence, este podría decidir desde ahora invadir las 154 libras y no como se espera lo haga en el futuro.
En lo previo, García tiene por delante una misión que parece imposible. Va contra un hombre más grande, más fuerte, tan o más rápido que García y que lo supera ampliamente en volumen continuo de golpeo. Sostenerle el ritmo, soportar el agobio, resistir la mano pesada y responder de la misma manera, para Mikey García no parece tarea sencilla. Pero, hay una posibilidad cierta de que su calidad e inteligencia equipare las ventajas del rival. Es otra incógnita.
Como sea, el resultado de esta pelea sumado al de la anterior (Porter-Ugás) deberá ser un revulsivo para la división welter, que condicionará su futuro. Hacia arriba o hacia abajo, pero que mudará su rumbo, como un buen punto de quiebre.