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Van Deren, la runner sin tiempo ni espacio

ESPN Run

Diane Van Deren es una corredora de ultra distancia con una historia muy particular. Van Deren se sometió hace unos años a una delicada operación de cerebro que la curó de la epilepsia que la aquejaba. Sin embargo, quedó con secuelas en la percepción espacio-tiempo. Esto le provoca no tener recuerdos ni noción del tiempo.

Para muchos, este problema sería una debilidad. Sin embargo, Diane le sacó provecho, convirtiéndolo en una fortaleza que le permite correr sin parar. Sí, tal como lo hacía Forrest. ¿Pero qué dice ella sobre el mítico personaje de la pantalla grande? “Acabo de correr mil millas (1600 kilómetros aproximadamente). Me tomó 22 días en correrlos a lo largo de todo el estado de Carolina del Norte. Dormí una hora cada noche. Había gente corriendo conmigo a través de las montañas y de los ríos, de las ciudades y de las playas. Y es por eso que corro y corro, porque tengo compañía y amigos, y risas y buena vibra. Sobre Forrest Gump, supongo que a los dos nos gusta correr y los chocolates”, reveló.

“Yo amo correr porque me da una oportunidad de ir a las montañas, a la naturaleza, sin teléfono ni televisión, sin auto. Es tranquilo y calmado, es mi tiempo de meditación y es mi tiempo con Dios”, dijo Deren, quien no siente cansancio psicológico y olvida en muchas ocasiones dónde y hace cuánto se encuentra en un lugar.

Luego de haberse sometido a la cirugía, Van Deren explica que se “desorienta mucho”. Por ello, debe siempre estar alerta, pendiente del tiempo y en el lugar que se encuentra. En 2008 se propuso correr una de las carreras más importantes de su vida: la Yukon Arctic Ultra. Carrera de 480 kilómetros, que cuenta con una temperatura de 40° bajo cero, y se realiza en ocho días. Vaya si lo hizo en buena forma: terminó ganándola.

Diane acaba de cumplir 57 años (nacida el 20 de febrero de 1960), está casada y tiene tres hijos (de quienes habitualmente olvida los nombres). Cuando era bebé tuvo un daño cerebral que le produjo epilepsia y, luego de sufrir una serie de ataques con convulsiones, decidió operarse. Ahí quedaron estas secuelas que mencionamos, pero su vida cambió para mejor.

Ella asegura que el running le ayuda a controlar nuevos ataques: Cuando siente que está por venir uno se calza sus zapatillas y sale a correr kilómetros. “Me siento bendecida. He podido hacer todo lo que me he trazado, prácticamente todo lo que profesionalmente he deseado. Me siento muy agradecida habiendo hecho tantas cosas. Pero siempre estoy abierta a futuras ideas y desafíos”, explica.