Aún en épocas del año en donde las temperaturas son más bajas, los corredores generamos sudor al ejercitarnos.
Se trata de un líquido producido por las glándulas sudoríparas de la piel y distribuidas en casi todas las regiones del cuerpo. La transpiración al correr sirve como una "válvula de escape" para que el cuerpo pueda mantener la temperatura corporal constante (en el rango de 36.6 ° C), incluso cuando el ambiente externo está más caliente.
Para los atletas, este proceso es aún más importante. Eso es porque cuando practicamos cualquier actividad física, el cuerpo aumenta el consumo de energía para satisfacer la demanda. En ese proceso ocurre una especie de "quema de combustible", lo que aumenta la temperatura interna, y allí la sudoración entra en juego, promoviendo la termorregulación. Pero eso no es todo: el proceso de sudoración también es una desintoxicación natural, pues ayuda al cuerpo a mantener la calma e incluso elimina toxinas.
No hay que olvidar que el sudor es principalmente agua, pero también contiene sustancias tales como sodio y potasio, importantes para la salud y para las contracciones musculares. Por lo tanto, en corridas largas y agotadoras, existe la necesidad del reemplazo de nutrientes a través de las bebidas isotónicas. Tampoco hay que olvidar que con el sudor no hay pérdida de grasa, por lo que la idea de usar ropa que abriga para transpirar más y perder peso, no es correcta. Esto promueve sólo una mayor eliminación de agua, que pronto será restaurada con la hidratación.
¿Tienes en cuenta a tu sudoración a la hora de reemplazar hidratación y minerales?