El Diablo puso el grito en el cielo

Euforia y caos - las mismas sensaciones que se habían registrado en el estadio durante toda la tarde - reinaron en el vestuario de Independiente , tras haber obtenido el tan ansiado torneo Apertura

Por SEBASTIÁN CONTURSI

BUENOS AIRES - Euforia y caos - las mismas sensaciones que se habían registrado en el estadio durante toda la tarde - reinaron en el vestuario de Independiente , tras haber obtenido el tan ansiado torneo Apertura 2002.

Una enorme cantidad de periodistas, sumado a las ganas de los jugadores de irse a celebrar el título en privado hicieron caótica la tarea de apuntar sus declaraciones.

De hecho, ejemplificando la confusión reinante, Federico Insúa y Daniel Montenegro perdieron el micro que trasladó al plantel hacia la concentración y debieron ser llevados en un auto particular. Uno de los primeros en salir fue Andrés Silvera, goleador del campeonato con 16 tantos.

"Sufrimos mucho porque tuvimos un bajón en los últimos partidos y Boca nos pisaba los talones, pero no se nos podía escapar el título. Creo que hoy demostramos que tenemos garra y pasta de campeones. Independiente es campeón porque fue el que mejor jugó a lo largo de este Apertura. Además, el campeón siempre es el mejor. Es una gran satisfacción haber sido goleador del torneo", señaló el ex Unión.

"Esta alegría es incomparable. Más allá de los buenos y malos momentos, no le pueden quedar dudas a nadie que somos los mejores. Me alegra que mi gol frente a Boca haya sido tan trascendental. Creo que salvó las papas cuando faltaban sólo tres minutos. Si bien nos cuestionaron, creo que hoy demostramos que lo que vale este plantel. Hubiera sido injusto que nos quedáramos con las manos vacías. Agradezco a quienes me dieron la oportunidad de llegar a este club", señaló Lucas Pusineri.

Minutos antes, dentro del vestuario, los jugadores dirigieron la mayoría de sus cánticos a Boca. "Cebollita subcampeón, cebollita subcampeón", "El que no salta es segundo, el que no salta es segundo", "Es para Boca que lo mira por TV", fueron algunos de cantos escuchados.

Sin embargo, los jugadores prefirieron evitar el tema frente a los micrófonos. Por ejemplo, Juan José Serrizuela, quien en la semana previa había asegurado que "Boca gallineó".

"Esta es una de las emociones más grandes de mi vida. Con el partido que hicimos hoy contra San Lorenzo, que parecía que estaba jugando la final del mundo, despejamos las dudas de muchos que creían que habíamos arrugado. Hubiera sido una verdadera injusticia tener que jugar un partido extra para definir el campeonato", agregó esta tarde Serrizuela.

Mientras tanto, en una de las puertas del camerino se podía leer un cartel que decía "El esfuerzo comenzó en Necochea...Hoy es el momento de alcanzar la gloria, porque ustedes se merecen ser campeones". Las palabras habían sido escritas por Gallego. Quizás por eso, Gabriel Milito, sólo tuvo palabras de elogio para el entrenador.

"El Tolo ha sido muy importante para este equipo. Sobre todo, porque les dio a varios jugadores la confianza que necesitaban para llegar a su mejor nivel", señaló.

El líder del equipo y figura excluyente de este torneo afirmó que "siempre soñé con ser campeón con Independiente desde que empecé en las Inferiores, y hoy estoy cumpliendo este sueño. Además, esto sirve para dejar atrás el terrible momento del secuestro de mi padre. Hoy hablé con él antes del partido y me pidió por favor que saliéramos campeones", señaló el defensor.

"En los últimos años, lo más cerca que estuvimos de un título fue un segundo puesto, con Enzo Trossero. Por eso, esto es tocar el cielo con las manos. Porque Independiente es un equipo grande, que tiene que ser campeón mucho más seguido", afirmó.

Con respecto a su futuro - muchos aseguran que hoy pudo haber jugado su último partido en Argentina - Milito prefirió no pensar demasiado: "No sé que será de mi futuro. Sólo sé que quiero disfrutar esto, porque no se sale campeón todos los días".


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