El encuentro fue apenas discreto. Parejo y con nivel de Primera B Nacional. Con un rush infernal en los últimos cinco minutos que contó con dos goles y otro par de llegadas de riesgo. Los goles del equipo de Huracán fueron de Juan Ramón Fleita en el descuento de la primera mitad y de Jonathan Santana en contra a los 44 del complemento. Había empatado el cotejo transitoriamente a los 42 Marcelo Couceiro, para un Chicago que aparece en la zona del descenso.

El primer tiempo fue todo de Chicago. Que trató de tener la pelota por abajo, de no abusar de los pelotazos y presionar a la salida del rival. Con esos simples pero sólidos argumentos, Chicago fue el que dominó ampliamente las acciones en la mitad inicial apoyándose en un excelente trabajo de Cristian García. A los 14 el travesaño le ahogó el grito a Carreño; a los 20 Schumeilster le tapó un remate a Jesús y a los 35 un mano a mano a Couceiro, y a los 32 un cabezazo del ex jugador de Almagro despeinó el palo izquierdo del sólido arquero de Huracán. Con esas situaciones pareció una barbaridad la ventaja con la que Huracán se fue al descanso.

Ese gol de Fleita en el descuento tras una gran asistencia de Cochas, era muy injusto. En el complemento las acciones se emparejaron y el partido, por momentos, se hizo malo y sin llegadas. Huracán estaba más cuidadoso que nunca y Chicago había perdido piernas a la hora de presionar en la zona de volantes. Apenas una clara jugada de gol antes del final a toda orquesta que brindaron Chicago y Huracán.

Esa fue para la visita dos veces en apenas segundos. A los 28, cabezazo de Ceballos en el travesaño y el rebote, en el área chica, desperdiciado por Jesús. La justicia llegó, por un ratito, en el minuto 40 cuando, tras una gran jugada previa de Jesús, Couceiro apareció por detrás de la defensa local y facturó el empate. Cuando la platea de Huracán, esa que tiene muy poca paciencia, comenzaba a tirar a la cancha insulto de todos los colores, llegó la carrera del pibe Villa por la derecha, el centro para Padra que Santana envió a la red. Otra vez la injusticia en el marcador.

Otra vez ganaba Huracán. El descuento, más allá del empuje de los jugadores de Gorosito no alcanzó. El "globo" rie, aunque sabe que no jugó bien. Chicago, en tanto, cada vez se complica más en los promedios y ahora está en la zona del descenso directo.