El arbitraje de Fabián Madorrán tuvo bastante que ver en este resultado, ya que sus decisiones favorecieron en distintos pasajes del partido las chances de Newell's. El encuentro tuvo características similares a lo largo de todo su desarrollo: un Lanús que manejó con prolijidad el trámite, merced a la buena tarea de Salomón y Carboni en la mitad de la cancha, algunos chispazos de la Vieja Moreno y la peligrosidad de los delanteros, Mannara por derecha (Adinolfi no podía con él) y Bustos Montoya, el ex jugador de Rosario Central que mostró hoy una eficacia más que llamativa.

En el transcurso del primer tiempo, sacando provecho de ese mejor andar Lanús se puso en ventaja a los 32 minutos, cuando Salomón ganó las espaldas de Adinolfi y Grech y desde la derecha envió un centro que Bustos Montoya alcanzó a peinar, desviando la trayectoria de la pelota y colocándola en el segundo palo de Passer, que se quedó parado. En el peor momento de Newell's llegó el empate para el equipo de Julio Zamora, que además hasta pudo haberse puesto en ventaja: a los 38, ante un pelotazo en profunididad de Manso, la defensa del Granate quedó a contrapierna, apareció Domizi, eludió con gambeta larga a Claudio Flores y el tocó corto para la igualdad.

Un minuto después, en un fallo más que polémico, Alessandria fue a buscar una pelota con Domizi, el futbolista de Newell's se arrojó casi groseramente al suelo y Madorrán sancionó la pena máxima; ejecutó Domizi fuerte y al medio, Flores había ido sobre su izquierda pero con las piernas alcanzó a desviar. Quedaba tiempo todavía para una escapada de Mannara por la derecha cuando la desconcertada última línea de Newwel's jugó mal a la posición adelantada y Grech quedó enganchado, el hombre de Lanús se fue rumbo al gol, cruzó el derechazo y lo devolvió el poste derecho.

El segundo tiempo mostró a un Newell's con una mejor actitud, más agresivo, activos los volantes en la zona media. El ingreso de Elbio Martínez por el lesionado Mauro Rosales dinamizó su andar de mitad de cancha en adelante. Sin embargo, controlaba el juego pero no inquietaba a Flores. Sólo llegó con un par de remates de Manso desde fuera del área. Lanús estaba peligrosamente retrasado. Así lo entendió su entrenador Osvaldo Sosa, quien hizo que Carboni y Salomón retomaran el control de la mitad de la cancha hacia los veinte minutos aproximadamente.

Ese hecho le dio buenos dividendosa a la visita ya que sobre los 25 minutos un desborde de Iribarren por izquierda fue capitalizado por Bustos Montoya, quien mordió de zurda la pelota y la metió junto al palo izquierdo de Passet. A partir de ese momento una lluvia de silbidos arreció contra el equipo de Newell's y fundamentalmente y por primera vez contra el presidente Eduardo López. El "andate López" retumbaba por todo el Parque de la Independencia.

El equipo no reaccionaba, la desorientación había hecho presa del rojinegro y cuando el partido se estaba terminando y parecía que Lanús se quedaba con todo, en una jugada de ataque, Domizi le cometió falta a Salómón y Madorrán sancionó al revés. El regalo del árbitro fue bien aprovechado por Ponzio, quien de tiro libre colocó la pelota en el ángulo drerecho de Flores, alcanzando así Newell's un angustioso empate.

SINTESIS DEL PARTIDO: