Esta nueva entrega de obligaciones y objetivos ha venido el viernes a colación, durante la tradicional rueda de prensa del técnico previa a un partido oficial, cuando se le ha preguntado a Van Gaal qué objetivo tiene el Barsa en el campeonato liguero.

Igual que hace unos días aseguró que el Barsa no tenía ninguna obligación en superar la primera fase de la UEFA Champions League, ni en alcanzar la Copa del Rey (de cuyo torneo fue eliminado hace dos semanas por el Novelda), el entrenador holandés ha asegurado que sí, en cambio, es una "obligación" que el Barcelona se clasifique entre los cuatros primeros equipos de la Liga, los cuales optan a participar en la siguiente fase de la UEFA Champions League.

"El Barcelona lleva tres años sin ganar nada y se ha demostrado que es muy difícil conseguir un título. La historia muestra que el porcentaje de veces que ha ganado la Liga el Barcelona (en dieciséis ocasiones) es bajo y por tanto no hay obligación en obtenerla. Sí, en cambio, tengo la ambición de conseguir el título. Yo también tengo esta esperanza, pero no la obligación. Sería arrogante y prepotente pensar así", ha justificado Van Gaal.

Para el técnico barcelonista sí que constituye una obligación que su equipo acabe entre los cuatro primeros de la Liga, pues esta es una condición obligatoria para que en la siguiente temporada el Barca pueda jugar en la UEFA Champions League.

EL PROXIMO PASO SE LLAMA ESPAÑYOL
Acerca del partido contra el Espanyol, Louis van Gaal no le ha atribuido ninguna característica especial a pesar de tratarse del choque entre dos equipos barceloneses. "Es un partido más", dijo el técnico, sin atender a razones sentimentales y de tradición, pues ha señalado que no ha podido pulsar la opinión del hincha para comprobar cómo están los ánimos porque ha estado muy ocupado, especialmente el jueves.

La mejor noticia que ha recibido recientemente Van Gaal hace referencia a la "comunión" que entiende que existe entre el simpatizante barcelonista y el club. Para Van Gaal fue una grata sorpresa que el Camp Nou registrase casi un lleno absoluto el pasado miércoles en el partido contra el Brujas.

"Fue una sorpresa. Esto no hace más que confirmar que la hinchada está con el equipo", indicó el técnico holandés, para quien el rendimiento de su compatriota Patrick Kluivert, inédito esta temporada ante el arco contraria, no debe generar un problema, pues entiende que suple su desacierto de cara a gol con asistencias a sus compañeros.

"No he visto ninguna diferencia entre el Kluivert de hace unos años y el de esta temporada", señaló, aunque comentó que no existen titulares fijos en su equipo, a pesar de publicitar al actual equipo titular con el que él mismo ha reiterado que aún no ha perdido ningún partido.

La larga sequía del Español en el Camp Nou, ya que hace veinte años que no gana (1-3, temporada 1981-82), no le preocupa ningún inconveniente para Van Gaal, quien considera que algún día se romperá la estadística. "Nosotros lucharemos para que continúe un año más", afirmó.

Van Gaal se ha mostrado preocupado por el bajón que ofreció su equipo contra el Brujas en los últimos quince minutos, casualmente cuando saltaron al campo Juan Román Riquelme y Fabio Rochemback, y preferiría que su equipo se asemejase más al que venció al Athletic que al Brujas, aunque de este último partido ha destacado unos 25 minutos "de gran fútbol" en las dos partes.

Finalmente, el entrenador barcelonista no teme que a su equipo le pase factura un problema físico a medio plazo. El Barcelona es un equipo que trabaja intensamente la presión por todo el campo cuando no tiene el balón y después de poco menos de media docena de partidos oficiales, algunos jugadores han acabado exhautos a su conclusión.