Las dos plataformas digitales existentes, Stream y Tele+, habían llegado a acuerdos con diez de los dieciocho equipos que componen la Seria A (Primera División), pero la ruptura de las negociaciones con los ocho restantes ha llevado a los clubes a la controvertida decisión de aplazar el Campeonato de Liga.

Así el inicio de la próxima temporada pasará del 1 al 15 de septiembre, la primera vez que se altera el calendario futbolístico en Italia desde los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, hecho que ha causado una profunda conmoción popular.

El director de comunicación de Stream, Tullio Camiglieri, culpó hoy a la piratería, un fenómeno ampliamente difundido en Italia, de los números rojos en las cuentas de los canales de pago que han impedido este año llegar a un acuerdo con los clubes de fútbol. "Se trata de un problema -dijo- que arrastramos desde hace años y que nos ha llevado a una situación difícil, tanto a los clubes como a las televisiones".

Camiglieri denunció que los directivos futbolísticos han considerado siempre a las plataformas digitales como "una vaca a ordeñar" y que es la falta de una gestión eficaz la que ha llevado al borde de la bancarrota a numerosas sociedades.

El campeonato italiano de fútbol se emite cada domingo en televisiones de pago, mientras que en abierto se dan, a través de las cadenas generalistas, los resúmenes de la jornada semanal, los partidos de la Copa de Italia y los de la selección nacional, así como algunos de la Liga de Campeones europea.

El mayor operador italiano de la televisión de pago es Tele +, con más de 1,5 millones de abonados y que ofrece los partidos de once clubes de la máxima categoría, entre ellos Juventus, Milan e Inter.

Stream dispone de cerca de 900.000 abonados y siete equipos, de los que destacan Lazio, Roma, Fiorentina y Parma. La cuota mensual de ambas emisoras es algo inferior a los 50 euros.

Según las autoridades italianas, existe un número todavía mayor de "abonados" que disfrutan de la programación gracias a tarjetas piratas, que son constantemente actualizadas y que se consiguen con facilidad en el mercado negro.

Ambas plataformas han visto como los clubes de fútbol pedían aumentos de entre el 40 y el 70 por ciento por los derechos de transmisión para la próxima temporada, por los que ya pagan más de 300 millones de euros anuales, a lo que se han negado.

Tampoco han querido subir su oferta de 4 millones de euros a los clubes de menor prestigio y con los que no tenían acuerdo. Ahora, los ocho clubes "rebeldes" (Atalanta, Chievo, Brescia, Piacenza, Empoli, Como, Modena y Perugia), más tres de la Serie B, han formado un consorcio para crear su propio canal de pago, independiente de las dos plataformas existentes, pero utilizando los mismos satélites.

Este "tercer polo" televisivo, que se denominará "PMT" y cuya creación es uno de los motivos del aplazamiento del Campeonato, cuenta con el beneplácito de del presidente de la Liga Profesional italiana de Fútbol, Adriano Galliani.

Ante la grave situación financiera de este deporte, con deudas que suman cerca de 1.000 millones de euros, Galliani, ha anunciado que solicitará la declaración de "estado de crisis" para el fútbol italiano al pedir la intervención del Gobierno.

A la polémica entre los clubes y los canales de pago se suma el enfrentamiento entre la Liga Profesional y la RAI, ya que la primera no acepta que la emisora pública rebaje a la mitad los casi 90 millones de euros que pagó la pasada temporada por el derecho a transmitir los resúmenes de los partidos.

El director general de la RAI, Agostino Saccá, insistió hoy en que no aceptará el "chantaje" de la Liga y que el fútbol ha perdido audiencia ante otros acontecimientos deportivos, como la Fórmula-1, que generan mayores ingresos publicitarios.