BRISTOL -- Los mariscales de campo estarán bajo los reflectores en la Semana 5 de la temporada, y no es sólo porque Tom Brady vuelve de su suspensión. Dak Prescott y Carson Wentz están estableciendo un nuevo parámetro entre los novatos para evitar las intercepciones.

Prescott, de los Dallas Cowboys, ha completado 89 de 131 pases (68 por ciento) para 1,012 yardas y tres touchdowns en cuatro inicios. Los 131 pases sin intercepción de Prescott son la mayor cantidad para un novato en el inicio de su carrera.

Carson Wentz, Dak Prescott
Getty ImagesCarson Wentz y Dak Prescott no han lanzado ninguna intercepción como profesionales.

Si Prescott lanza 32 pases sin intercepción el domingo contra los Cincinnati Bengals, superará a Brady (162) con la mayor cantidad de pases sin intercepción en el inicio de su carrera, de acuerdo a Elias Sports Bureau. Prescott actualmente está empatado en el segundo sitio con el miembro del Salón de la Fama, Warren Moon.

Los Bengals están empatados en la posición N° 10 en índice de intercepción para defensivas esta temporada, interceptando el 3 por ciento de los pases de sus rivales.

El novato de los Philadelphia Eagles, Wentz, ha lanzado 102 pases sin intercepción en tres partidos, detrás de Prescott con la segunda mayor cantidad de pases para un novato sin entregas en el inicio de su carrera.

Los Eagles están buscando su cuarta victoria consecutiva por al menos 14 puntos para iniciar la temporada. Podrían convertirse en el sexto equipo en las últimas 25 temporadas en hacerlo. Cada uno de los cinco equipos anteriores llegó al Super Bowl.

OTRO NUEVO TITULAR DESTACADO


El mariscal de campo de los Denver Broncos, Trevor Siemian, quien tuvo el primer inicio de su carrera en la Semana 1, ha guiado a los Broncos a un récord 4-0. Con una victoria el domingo frente a los Atlanta Falcons, los Broncos se convertirían en el cuarto equipo en la era del Super Bowl --y primero desde el 2000-- en iniciar 5-0 con un pasador nunca antes había sido titular antes de la temporada. Los otros fueron Dieter Brock conLos Angeles Rams de 1985, Kurt Warner St. Louis Rams de 1999 y Daunte Culpepper con los Minnesota Vikings del 2000.

Siemian salió del partido del domingo con un esguince en su hombro izquierdo, y el entrenador en jefe Gary Kubiak ha señalado esta semana que espera que Siemian juegue el domingo. Si Siemian no inicia pero lo hace el novato Paxton Lynch, la posibilidad de un récord 5-0 con un pasador que llegó a la temporada sin experiencia como titular se mantendría.

CERCA DE ALCANZAR A UN INMORTAL


El corredor de los Indianapolis Colts, Frank Gore, tiene 12,293 yardas terrestres en sus 12 años como profesional. Con 20 yardas más por tierra, superará al miembro del Salón de la Fama, , Jim Brown (12,312), en el noveno lugar de la historia de la NFL en yardas terrestres. Por delante de Brown está Tony Dorsett con 12,739 yardas terrestres.

Gore ha acumulado 20 yardas en 33 partidos consecutivos desde que tuvo 10 en seis intentos para los San Francisco 49ers en un juego a principios del 2014 contra los Arizona Cardinals.

RECEPTORES


Steve Smith Sr. de los Baltimore Ravens tuvo 111 yardas recibidas en la Semana 4. Smith, quien tendrá 37 años con 150 días de edad el domingo, puede convertirse en el tercer receptor en la era del Super Bowl de 37 años o más en tener múltiples partidos de 100 yardas en una temporada. Jerry Rice lo hizo cuatro veces y Charlie Joiner lo consiguió en 1985, ambos están en el Salón de la Fama.

Los Washington Redskins, rivales de los Ravens el domingo, han permitido al menos 100 yardas recibidas a un jugador en 13 ocasiones en las últimas dos temporadas.

Julio Jones
AP PhotoJulio Jones es el sexto jugador de la historia que supera las 300 yardas recibidas en un partido.

Después de su partido de 300 yardas en la Semana 4, Julio Jones de los Falcons necesita 199 yardas contra los Broncos para romper el récord de la NFL de más yardas recibidas en un lapso de dos partidos, de acuerdo a Elias Sports Bureau. Josh Gordon tiene esa distinción con 498 yardas recibidas en las Semanas 12 y 13 del 2013.

Jones ha tenido 199 yardas en dos de los 69 partidos de su carrera. Ha enfrenado a los Broncos una vez (en la Semana 2 del 2012) y apenas tuvo 14 yardas en cuatro recepciones.

La última vez que un jugador sumó 199 yardas recibidas contra los Broncos fue en la Semana 17 de 1994, cuando Torrance Small de New Orleans Saints terminó con 200.

ASIGNATURA PENDIENTE


Tras su derrota del lunes por la noche ante los Vikings, Eli Manning de los New York Giants aún está a la espera de alcanzar dos marcas. Necesita dos pases de touchdown para convertirse en el octavo mariscal de campo en la historia de la NFL con 300. John Elway (300) actualmente está en el séptimo lugar en la lista de pases de touchdown de todos los tiempos. También, la siguiente victoria de Manning será la N° 100 de su carrera en temporada regular.

Manning ha jugado un partido de temporada regular en Lambeau Field (2010), y lanzó cuatro intercepciones. Con su siguiente intercepción, Manning empatará a Steve DeBerg (204) en el N° 25 en la historia de la NFL. Las 203 intercepciones de Manning desde que llegó a la NFL en el 2004 son 26 más que cualquier otro jugador en ese periodo.

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MÉXICO -- En el debut de temporada de los Pittsburgh Steelers hay un par de banderas que también señalan el contrarreloj para algunos pilares de la franquicia.

Ben Roethlisberger
AP PhotoRoethlisberger entra presionado al 2014

El choque de la Semana 1 contra los Cleveland Browns es el primer paso en una campaña que podría significar la bocanada de aire fresco que necesita Mike Tomlin, o el dibujo de su camino al desempleo.

A su vez, los aficionados esperan un desempeño memorable del mariscal de campo Ben Roethlisberger para, por lo menos, soñar en un 3° título de la mano del Big Ben en el futuro cercano. Veteranos como Troy Polamalu podrían jugarse su última carta en vías de evitar un corte o dirigirse al mercado libre cuando culmine la campaña.

En el primer escalón de un año crucial para la franquicia del Acero, aquí hay tres claves que te ayudarán a seguir el duelo ante Cleveland en Heinz Field.

1. DEBUT DE MIKE PETTINE COMO HEAD COACH
En un escenario donde los Browns no han ganado desde el 2003, el entrenador en jefe novato tiene la misión más complicada de la NFL en esta fecha. Mike Pettine se generó más atención en la temporada baja por sus comentarios en torno a la competencia de mariscales de campo que por su estrategia y diseño de juego, aunque sí dejó claro que busca instalar una filosofía de dominio físico a la defensiva.

Si el plan funciona, es decir, Brian Hoyer resulta el mariscal con mejores cualidades para enfrentar a la defensiva de Pittsburgh, y la unidad defensiva de Cleveland aterriza las indicaciones de forma disciplinada, veremos un juego cerrado que, no obstante, se dibuja complicadísimo para los Browns.

2. LOS STEELERS TIENEN UNA PREOCUPACIÓN MENOS
Los receptores a disposición de Hoyer serán Miles Austin, Andrew Hawkins y Travis Benjamin. La suspensión al estelar Josh Gordon, quien el año pasado sumó 319 yardas aéreas en dos choques contra los Steelers, significa la mayor pérdida para la ofensiva de los Browns y el primer punto a favor de Pittsburgh.

Un perímetro que tiene como titulares a Mike Mitchell (FS) y Cortez Allen (CB), verá una tarde más relajada en comparación a sus anteriores enfrentamientos con Cleveland, algo que sólo puede resultar positivo para los otros dos integrantes del grupo en la secundaria: Troy Polamalu y Ike Taylor.

3. ¿VEREMOS A JOHNNY MANZIEL?
En la semana, Mike Tomlin compartió que su equipo anticipa enfrentar a Johnny Manziel, pasador recluta de primera ronda, en algún punto del partido.

El escenario no es tan descabellado si los Steelers se disparan rápidamente en el marcador o si la defensiva aprende el número de Hoyer al cabo de unas cuantas alineaciones. Manziel también podría entrar para confundir a la unidad de Dick LeBeau con algunos paquetes especiales, algo que Pettine nunca descartó.

Si me preguntan, creo que los más contentos por ver a Manziel en el campo serían los propios Steelers, quienes buscan retomar su filosofía de carácter defensivo y mueren por expresar un "bienvenido, novato" en forma de derribo con dirección hacia Johhny Football... o Johnny Cleveland, como él prefiera.

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Ray Rice, Janay PalmerGetty ImagesEl castigo se queda muy corto respecto al tamaño de la ofensa en el asunto Ray Rice-Janay Palmer.

MÉXICO -- Finalmente cayó el peso de la justicia sobre el corredor de los Baltimore Ravens, Ray Rice, después de que la NFL anunciara de manera oficial su castigo por violar la política de conducta personal de la liga.

La sorpresa que nos llevamos fue que, al menos en este caso, el peso de la justicia fuera tan liviano.

Rice será suspendido dos encuentros, y perderá el cheque de juego de un tercer juego, además de que deberá cubrir una multa por 58,000 dólares después de haber golpeado a Janay Palmer, su entonces prometida --y ahora esposa--, en el elevador de un casino/hotel de Atlantic City el pasado 15 de febrero.

En total, no jugar dos encuentros y perder la cantidad de 763,882 dólares --la suma entre el dinero que dejará de percibir por tres cheques de partido más la multa-- sabe a muy poco por un incidente que conlleva una grave repercusión social. Rice es uno de los jugadores más populares de la liga, y el video que filtró en su momento TMZ del corredor sacando a rastras a su esposa --presumiblemente inconsciente-- del elevador es escandaloso.

El comisionado de la NFL, Roger Goodell, ha enfatizado constantemente desde que asumiera el cargo en el 1° de septiembre del 2006, la protección de la imagen de la liga, de la integridad del escudo. Goodell ha impuesto castigos severos a un puñado de jugadores por todo tipo de ofensas.

Sin embargo, cuando un episodio de violencia doméstica, que además quedó grabado en video --existen imágenes de lo que sucedió dentro del elevador que no han sido divulgadas-- recibe lo que se percibe como apenas un leve manazo, empezamos a sentir el tipo de incongruencias que minan la autoridad de Goodell, ponen en duda la legitimidad de su causa y manchan ese mismo escudo de la NFL que tanto habla de proteger.

¿Cómo explicar que Mike Priefer se perderá más partidos para los Minnesota Vikings, que Rice para los Ravens?

Los Vikings --no la NFL-- suspendieron por tres encuentros a Priefer, su entrenador de equipos especiales, después de ordenar una investigación exhaustiva por las acusaciones del ex pateador de despeje del equipo, Chris Kluwe, en el sentido de que Priefer usó insultos homofóbicos en el vestidor.

Aclaro que no me parece excesiva la sanción para Priefer. Pienso que el equipo dio una excelente lección de cómo se deben manejar los problemas dentro de la franquicia, actuando con severidad antes de esperar a que la liga actuara, y creo que el castigo es adecuado.

Simplemente creo que el castigo a Rice, comparándolo con lo de Priefer, debió haber sido mucho más extenso.

Eso sin mencionar el asunto de Terrelle Pryor, que si miramos hacia atrás, parece ridículo en comparación. Goodell suspendió cinco encuentros al mariscal de campo por su papel en el escándalo de Ohio State por el cual varios jugadores, incluyendo a Pryor, intercambiaron jerseys y otros objetos de memorabilia a cambio de beneficios impropios, como dinero y tatuajes. Goodell sancionó a un jugador por algo que hizo cuando no pertenecía a la NFL, y cuyo castigo habitual no pasa de perder la elegibilidad colegial, además de las sanciones que se impusieron al programa de los Buckeyes.

La suspensión del receptor abierto estelar de los Cleveland Browns, Josh Gordon, no ha sido anunciada oficialmente, pero fuentes de la liga han reportado que se perdería toda la temporada del 2014 tras haber arrojado su tercer positivo en pruebas de control. De acuerdo al propio jugador, la última prueba fallida fue por mariguana.

La percepción aquí --y sólo hay que darse una vuelta por redes sociales para tener una idea-- es que fumar demasiada mariguana es equivalente a golpear a ocho mujeres, según la NFL.

Desde luego, la percepción no siempre corresponde a la realidad, pero a veces la supera en importancia. Con cada acto reincidente, la NFL impone penas más severas. Cuando un jugador es suspendido cuatro encuentros significa que ya ha arrojado dos pruebas positivos (ya sea por drogas recreativas o por sustancias prohibidas, como podrían ser esteroides), y después de la primera, usualmente el jugador únicamente ingresa a un programa de asesoría, además de que queda sujeto a pruebas al azar por parte de la NFL. Una suspensión de un año es prueba de que el jugador ha fallado tres pruebas de control.

En el caso de la política de conducta personal, conforme se van acumulando los incidentes, también crecen las sanciones. Si Rice volviera a verse involucrado en una disputa de violencia doméstica, con toda certeza, el castigo no sería de únicamente dos partidos de suspensión.

Sin embargo, hay que reiterar que la percepción es en ocasiones más importante que la realidad, y la percepción aquí es que la NFL es más permisiva con la violencia de género que con incidentes de insultos verbales o el consumo de drogas recreativas.

El mensaje que manda Goodell con un castigo tan leve mancha el mismo escudo que está tan empecinado en proteger, según sus propias palabras.

Desde luego, los Ravens no están exentos de culpa. La conferencia de prensa que se llevó a cabo el pasado mes de mayo fue una broma de mal gusto. Rice se presentó ante los medios pidiendo disculpas al equipo por el incidente, sentado al lado de Palmer, quien a su vez pidió disculpas por su "rol en el incidente". En ningún momento, Rice le pidió disculpas a su ahora esposa.

Lo peligroso de todo el asunto es que de algún modo se empieza a coquetear con la aberrante noción de que, de algún modo, las mujeres tienen cierto grado de culpa cuando son víctimas de este tipo de maltratos.

Inclusive las palabras de John Harbaugh, entrenador en jefe de los Ravens, parecen tomar el asunto a la ligera.

"No es un gran problema", dijo Harbaugh después de que se diera a conocer la suspensión de su corredor, hablando sobre no contar con él por dos partidos. "Es simplemente parte del proceso... Respaldo a Ray, es un gran tipo. Lo ha hecho todo correcto desde entonces".

No hay nada de malo en respaldar a tu jugador cuando atraviesa una situación difícil, pero un enunciado delineando que tanto él en lo personal, así como el equipo al que representa, desaprueban toda clase de violencia a las mujeres hubiera sido adecuado. Eso sin mencionar que de haberse tratado del cuarto corredor en el orden de plantilla, y no el estelar, ya hubiera sido cortado.

La liga se ha metido en una situación delicada ante la corte de la opinión pública. Claramente, la sanción parece quedar muy pequeña con respecto a la ofensa en un caso en el que, de haber sido sentenciado, Rice pudo haber ido a prisión de tres a cinco años.

Y las cosas podrían empeorar para Goodell.

El apoyador Daryl Washington de los Arizona Cardinals ha sido suspendido por la totalidad de la campaña del 2014 tras arrojar positivo por tercera ocasión por uso de sustancias prohibidas. Sin embargo, también fue arrestado en mayo del año pasado y enfrenta cargos por asalto agravado en contra de la madre de su hija, a quien habría empujado a dos manos causando una fractura en su clavícula. En mayo de este año, Washington se declaró culpable en el incidente y enfrenta un año de libertad probatoria. La NFL todavía no anuncia un castigo para Washington por esta violación de la política de conducta personal, pero Goodell se halla entre la espada y la pared.

Si el castigo para Washington es similar al de Rice, el comisionado estará reforzando la idea de que para la liga los incidentes de violencia de género no son asunto grave. Si es un castigo significativamente mayor, entonces será objeto de acusaciones en el sentido de que no se mide a todos los jugadores con la misma vara.

El momento no podría ser peor para Goodell, justo después de elogiar a Adam Silver por el modo en que su homólogo de la NBA actuó con severidad y prontitud en el asunto de Donald Sterling.

¿Qué hacer, qué hacer?

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Brandon WeedenAPBrandon Weeden ingresó en el lugar del lesionado, Brian Hoyer, en la victoria sobre los Buffalo Bills.

BEREA -- Los Cleveland Browns parecen un equipo de fútbol americano my diferente del que fueron en las primeras dos semanas de la temporada.

Y al menos por una noche, Brandon Weeden lució como un mariscal de campo distinto.

Weeden ingresó en el lugar del pasador lesionado, Brian Hoyer, en la victoria del jueves por la noche, 37-24, sobre los Buffalo Bills. Weeden fue más efecto de lo habitual en pases de rango medio y profundos.

En particular, Weeden completó seis pases en nueve intentos de más de 10 yardas, incluyendo un pase de touchdown de 37 yardas a Josh Gordon. Antes del partido de esta semana, los Bills habían permitido 62 pases completos de más de 10 yardas, la mayor cantidad de la NFL.

En los dos partidos antes de ser enviado a la banca, Weeden completo 10 de sus 24 pases de ese rango.

Weeden completó el 78 por ciento de sus pases (siete de nueve) cuando buscó a Gordon y Jordan Cameron. Ambos receptores se han combinado para seis de las siete recepciones de touchdown que tienen los Browns esta temporada.

BENJAMIN EXPLOTA EN DEVOLUCIONES
Travis Benjamin registró 179 yardas devolviendo despejes, incluyendo el segundo touchdown de su carrera devolviendo un despeje, en la victoria del jueves.

Benjamin rompió el récord del equipo en poder de Eric Metcalf de yardas devolviendo despejes en un solo partido (166). Es la mayor cantidad de yardas en devolución de despejes en un solo partido por un solo jugador desde que Eddie Drummond sumó 199 para los Detroit Lions en 1999.

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