Argentina -la excusa de esta nota-empató 2 a 2 con Camerún, no jugó muy bien, tuvo apariciones importantes en Aimar y en Caniggia, falló en defensa, y no mucho más. No tuvo el equipo de Marcelo Bielsa, como casi ninguno de los que se mostró en estos días, una cosa clave en el fútbol, como es la toma de riesgos en lo físico.

Y es lógico, claro: faltan dos meses para el Mundial. Entonces, digamos: los amistosos sirven más para los técnicos, que pueden afinar pequeños detalles, que para los hinchas. Por eso también es relativo el entusiasmo de quienes suponen que la derrota de Inglaterra en su casa contra Italia tiene algún significado especial; también es equivocado suponer que el empate de Nigeria y Paraguay es una señal para lo que podemos esperar de los africanos en el Mundial.

No, de ningún modo. Así como ninguno de los rivales puede sentir que Argentina es menos equipo del que es porque haya empatado con Camerún, imaginar que una producción a dos meses del Mundial sirve para imaginar lo que pasará en Japón/Corea sólo muestra el desconocimiento de quien así piensa.

Argentina no jugó bien contra Camerún, pero debió ganar, lo que de algún modo muestra el poderío del equipo de Bielsa, que sin funcionar como lo ha hecho y como se espera domina igual a su rival.

Y aunque al técnico lo que menos lo conformó fue la delantera -integrada por Caniggia, Claudio López y el Kily González-lo que menos funcionó, de acuerdo con lo que opina quien esto escribe, fue la defensa, que no tuvo control de juego aéreo y que dejó ver que Pochettino y Chamot no son lo mismo que Ayala y Vivas, el de éste un puesto problemático, ya que no podrá jugar el Mundial por lesión y no hay todavía un reemplazante que se muestre a su altura.

Pues más allá de gustos, lo cierto es que que no hay en Argentina un jugador que tenga las características del lateral, en lo que hace a velocidad y adaptación al esquema defensivo que plantea el técnico rosarino.

El medio campo fue, es verdad, de lo mejor del equipo argentino. Y la combinación de Juan Sebastián Verón como volante central y Pablo Aimar como armador esta vez funcionó. Y ese es un buen dato para el futuro. Parándose en el ataque, Claudio Caniggia, con el buen partido que hizo, parece estar parado un poco más cerca del Mundial.

Estas observaciones son las cosas que sirven de un amistoso, y no un resultado, aun teniendo en cuenta que la entrega en lo físico es menor que la habitual dado que para el Mundial faltan apenas dos meses y nadie quiere arriesgar la pierna de más.

Faltaron jugadores titulares (las ausencias de Crespo, Ayala Simeone no son menores) y esa puede haber sido una de las razones por las cuales el equipo argentino no estuvo lo aceitado que suele estar. El empate en dos tantos contra este equipo africano que es de los mejores (Camerún es, de hecho, el campeón de Africa) no debe asustar.

En lo que hay que fijarse es en los aciertos y en los errores, con todo lo de relativo que tiene un amistoso. Para todos los equipos. Para Inglaterra, que perdió, y para Suecia y Nigeria, que empataron.

¿O alguien supone que un partido con Camerún por el Mundial puede ser parecido al que vimos éste miércoles? Quien suponga eso le da a los amistosos un valor mucho más importante (e irreal) del que realmente tienen.