Con la estrella de los Golden State Warriors Kevin Durant presta a perder cuatro semanas de acción luego de ser diagnosticado con un desgarro en su ligamento colateral medio y una lesión ósea en su pierna izquierda, los Warriors están simultáneamente agradeciendo sus bendiciones y esperando ansiosamente por una manifestación divina.
Durant será evaluado nuevamente en cuatro semanas, y no hay garantía que pueda jugar antes que la temporada regular concluya en seis semanas. Después de la resonancia magnética que se le practicó en la noche del martes, habían temores de un resultado aún peor. Fuentes le indicaron a Marc Stein y Ramona Shelburne que se le había dicho inicialmente a Durant había sufrido una fractura en la tibia, en vez de un hematoma en la tibia, lo cual hubiese puesto fin a su temporada.
En una llamada de conferencia el miércoles, el Gerente General de los Warriors Bob Myers eventualmente admitió que el diagnóstico fue una "buena noticia", aunque de forma tímida y dando rodeos.
"Sé que hubo varios informes sobre lo que pudo ser, pero es algo muy dificil (de contener) en estos tiempos", dijo Myers. "No se puede tomar una decisión médica en media hora o en una hora, pero entiendo el deseo de recibir información cuando ocurre algo así. Uno debe intentar ser algo paciente, entendiendo lo que algunos dijeron que pudo ocurrir".
Myers agregó que, aparte de los temores que rondaron a la organización en la noche de martes, la idea de tener que prescindir de un jugador con calibre de Más Valioso por un lapso indeterminado de tiempo es sin duda una mala noticia.
"¿Son buenas noticias el saber que no contarás con uno de tus jugadores con una lesión así? No, esas no son buenas noticias", dijo Myers. "Creo, puede ser peor, eso supongo".
Con respecto al calendario de una posible recuperación, Myers enfatizó: "En este momento es apenas especulación el tratar de adivinar cuando ocurrirá. Se curará cuando su cuerpo se recupere".
Myers habló sobre un posible periodo de tiempo en la noche del martes cuando se esperaba un diagnóstico diferente, diciendo: "Sí, hubo un momento en el cual hubo un diagnóstico potencial distinto, pero eso no duró mucho y se pensaba: 'Veamos otra imagen para asegurarnos que podamos ver esto claramente'. Y eso determinó el diagnóstico final, así se me informó".
Myers reflexionó con respecto a estos momentos de susto: "No sé si fueron 10, 15 minutos. Para ser claros, la idea era que la resonancia magnética no era del todo precisa, así que había que buscar mejores imagenes. Podría ser el escenario A o B, pero nadie estaba tranquilo haciendo un diagnóstico hasta que la imagen no fuese más clara. Al menos, los doctores se sintieron así con la tomografía. Y la razón por la cual eso era relevante o lo es, se debe a que estás lidiando con un hematoma óseo lo cual también indicamos (en el comunicado de prensa). Cuando hay casos así, la tomografía computarizada nos da una mayor claridad en una lesión ósea o un hematoma, mucho más que una resonancia. Ahí se mostró el desgarro en su ligamento colateral medio, pero entonces necesitábamos tener mayor especificidad".
Agregó que la tomografía dio el veredicto final, diciendo, "En ese periodo había especulación con respecto a lo que podía o no ser, pero en última instancia la tomografía disipó cualquier duda y ese fue el diagnóstico final".
De acuerdo a los comentarios de Myers y el periodo de tiempo que le resta a la temporada regular, los Warriors no están fuera de peligro en lo que respecta a Durant. Sin embargo, no estar fuera de peligro en estas circunstancias es preferible a algunas de las situaciones que se temía hubiesen ocurrido en la noche del martes.