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Cuando James Harden accedió a ser armador con Mike D'Antoni

James Harden no quiere irse de Houston, y está empeñado en traer otro campeonato de la NBA a la ciudad que el oriundo de California ahora considera como su hogar. Getty Images

James Harden tan solo jugó 24 minutos de los 36.5 que nos tiene acostumbrados. Siempre quiere estar presente en los encuentros y convencerle de lo contrario es una tarea ardua. El sentido común se impuso en el juego entre LA Clippers y Houston Rockets de este lunes celebrado en el Staples Center (125-96), y el escolta con rol de armador jugó poco. Es lo que hay cuando el fin de semana comienzan los playoffs y tu equipo tiene asegurada la tercera posición. Es lo lógico cuando en primera ronda se medirán a Oklahoma City Thunder.

Quién hubiera pensado que los Rockets acabarían la temporada regular en el tercer puesto de la Conferencia Oeste. Desde luego, Mike D´Antoni no. El coach confesó a ESPN Digital que sus expectativas eran las de clasificar a playoffs, pero que lo de ocupar la tercera posición no estaba en sus planes. Las victorias y las derrotas son incontrolables, sin embargo, el entrenador tenía clarísimo antes de firmar por el conjunto texano en junio lo que sí quería llevar a cabo para ponerles en posición de triunfar: colocar a Harden de armador. Un ‘no’ como respuesta hubiera significado un ‘no’ a la hora de aceptar su cargo de coach.

“Sí, les dije (a los mandatarios de los Rockets) que esa era mi idea. No hubiera aceptado el trabajo si no lo podía hacer. Después de verle todo el año pasado me pareció que tenía sentido. Alguien debió preguntarle (a Harden) y obviamente dijo que sí”, confesó.

Y así, cuando quedaron claros los fundamentos de los Rockets de la temporada 2016-17, entonces llegó el acuerdo, los cambios de rol y la manera de operar de un plantel capacitado para sumar 54 victorias que fueron suficientes para colocarle en las quinielas de cara a la Final de Conferencia. Los texanos son el segundo equipo que más puntos por partido lleva anotados (115.5 ppj) y el tercero con más asistencias (25.1 apj). Los números son propios de D´Antoni, un coach abonado al juego ofensivo (su equipo es el quinto que más puntos permite de la liga con 109.3 ppj), y al mismo tiempo, el culpable de la evolución de Harden, aunque él no lo quiera admitir.

“Fue él. Vino listo para jugar, en forma, determinado y quisimos ponerlo de base, algo que fue algo arriesgado, pero él fue más allá de lo que yo pensé. Su habilidad en el pase y la manera en la que controla el juego… son muy pocos los armadores de élite que saben hacer eso. Chris Paul es uno de ellos. Si tienes un gran base, tendrás un buen equipo”, destacó a ESPN Digital. Y D´Antoni lo tuvo: Steve Nash. Y lo tiene: James Harden, el organizador por decreto.

Coach y jugador conectaron a la perfección, y en el tramo final de la temporada lo hicieron más todavía. Si hay algo que caracteriza a D´Antoni es su manera de mimar a los jugadores más importantes de sus equipos. Lo hizo con Nash, con Kobe Bryant en Los Angeles Lakers y ahora con Harden. Lo suyo no es decir ‘no’ cuando ellos quieren jugar. Lo hace por no enojarles, pero también por convicción.

“Mantienes el ritmo. Los jugadores quieren jugar. James es uno de esos chicos que no quiere perderse ninguna práctica, que no quiere perderse ningún partido. Se siente mejor cuando está jugando. Es difícil de discutir. Y si luego juega mal después de descansar…”

Y si luego se lesiona como le pasó a Kobe…

Es difícil encontrar el equilibrio, pero D´Antoni lo intenta. El único partido que se ha perdido Harden esta temporada fue recientemente por consecuencia de una gripe, los demás los ha jugado y si participa el miércoles en el cierre de la temporada ante Minnesota Timberwolves, habría jugado 81 sobre 82 encuentros.

“Es un balance. Es cuestión de saber cómo quiere ser tratado el jugador y de lo que la ciencia deportiva y los técnicos piensan sobre qué es lo mejor para él. El coach es el último que decide, todos tratamos de hacer lo que los entrenadores, los médicos y los jugadores piensan qué es lo mejor para él. Es subjetivo porque no conoces el otro lado de la moneda. Quizás juega peor, quizás juegue mejor o se dañe… ¿quién sabe? Es difícil conocer una ciencia cierta”, recalcó.

La estrella de los Rockets está jugando la mejor temporada de su carrera. Sus números incrementaron en todas las áreas, sin embargo, es en las asistencias donde mejor se percibe su metamorfosis. Harden acumula más del doble de los últimos pases que tiene de media en su carrera (11.3 frente a 5.7 apj). De esta manera, Houston subió un peldaño y vuelve a estar en la terna para disputarse el Oeste. Aunque es el culpable del éxito de su equipo, D´Antoni no pudo esconder su sorpresa antela temporada de sus pupilos.

“Queríamos clasificar a los playoffs y lo logramos, así que eso lo esperábamos. Pero lo de acabar terceros… Tampoco sabía que James fuera a ser tan bueno como está siendo y el año que está teniendo. No sabía que Patrick Beverley fuera a ser tan bueno como está siendo. O que Clint (Capella) acabaría siendo titular saliendo desde el banquillo, y lo fue. Hay muchos aspectos positivos que han pasado. También tuvimos fortuna y los Clippers se lesionaron. Acabamos terceros. Lo aceptamos y ahora veremos si somos el equipo que creemos que somos. Tenemos una buena chance pero necesitamos ser mejores mirando adelante”, sentenció el coach.