¿Deberían considerar los New York Knicks un canje que involucre Zion Williamson como parte de una negociación por Anthony Davis en caso de que ganen la lotería del draft de la NBA (a transmitirse el 14 de mayo por ESPN)? Si bien los Knicks aspiran que su logo quede al lado del número 1 por primera ocasión desde que ganaron la primera lotería del draft en 1985, cuando se hicieron con los servicios de Patrick Ewing; eso no implicaría necesariamente mantener a Williamson, el novato de la Universidad de Duke que prácticamente con toda certeza será el primer elegido.
Si Nueva York es capaz de conseguir a dos agentes libres a salario máximo durante el próximo verano (digamos, por ejemplo, a Kevin Durant y Kyrie Irving), negociar los derechos deportivos de Williamson podría ayudar a los Knicks a ser contendores de forma inmediata, tal como fue el caso cuando los Cleveland Cavaliers se hicieron con el seleccionado No. 1 Andrew Wiggins como parte de un paquete a cambio de Kevin Love después de contratar a LeBron James en 2014.
Considerando el amplio linaje de Williamson como prospecto (tiene la segunda proyección más alta, después de Davis, de cualquier jugador universitario en mi base de datos, la cual se remonta a 2003), ¿sería un error canjearlo? Revisemos.
Argumentos a favor del canje: Mejores oportunidades de ganar rápidamente
No hay duda alguna de que hacer un canje para traer a Davis le daría a los Knicks sus mejores probabilidades de convertirse en contendores de forma inmediata si logran hacerse con algunas piezas en la agencia libre. Es raro ver a novatos, por más talentosos que sean (como lo es Williamson), causar fuerte impacto en la postemporada.
Consideren lo siguiente: solo hay cuatro jugadores en su primer año en la NBA que pudieron ver acción en la segunda ronda de la presente campaña según la data de NBA Advanced Stats. Apenas uno de ellos (Jonah Bolden, jugador de los Sixers, quien participó en dos campañas en el extranjero después de egresar de la UCLA y antes de llegar a la NBA) ha participado por un espacio mayor a 10 minutos.
Nueva York tendría algo de tiempo para armar un roster contendiente que gire en torno a agentes libres estrellas de la clase de 2018 y probablemente podrían tener la capacidad de sumar profundidad durante el verano de 2020 utilizando las normas de excepción a nivel medio, tal como lo hizo el Miami Heat al incorporar a Shane Battier el año posterior a la contratación de James y Chris Bosh. A pesar de ello, se mantendría cierta sensación de urgencia si los Knicks terminan fichando a Durant, quien cumplirá 31 años en septiembre próximo. Esa es la misma edad que tenía James cuando ganó su único campeonato en Cleveland, considerando también que las derrotas subsiguientes sufridas por los Cavaliers en las Finales de la NBA tuvieron que ver con la salida de Durant en dirección a los Warriors y la operación Irving, más que con el declive de James.
Basándonos en las carreras de otras estrellas que pasaron un año en la universidad y luego dieron el salto a la NBA, incluyendo Davis y Durant, probablemente Williamson requerirá de un par de temporadas para alcanzar un verdadero nivel de juego como estrella. Tanto Davis como Durant se hicieron acreedores de honores All-NBA por primera ocasión en su tercer año en la liga, catapultándose al primer equipo All-NBA en ese entonces. Como mínimo, un canje para hacerse con Davis maximizaría las oportunidades de que los Knicks puedan competir por el título durante los próximos dos años.
Ese cronograma asumiría que efectivamente Williamson se desarrolle hasta convertirse en toda una estrella, lo cual está lejos de ser una garantía. Si bien parece ser una figura sumamente prometedora, siempre existe la posibilidad de que Williamson no satisfaga su potencial. Recueden que hubo un feroz debate en su momento con respecto a la idea de si entregar a Wiggins tenía sentido para Cleveland. Ciertamente Love fue una combinación poco perfecta para los Cavaliers, mirando en retrospectiva ese canje tenía todo el sentido del mundo, porque Wiggins ha confrontado dificultades para convertirse en algo más que un anotador por volumen con los Minnesota Timberwolves.
Considerando la incertidumbre con respecto a si la contextura poco ortodoxa de Williamson podrá trasladarse con éxito a la NBA, un canje para hacerse con los servicios de Davis implicaría asumir un riesgo sumamente menor.
Argumentos en contra: Zion aporta mejor valor
Si el objetivo fuera simplemente hacerse con los servicios del mejor jugador, casi siempre los equipos negociarían puestos de selección en el draft a cambio de jugadores veteranos, quienes inevitablemente estarían mejor preparados para aportar a corto plazo. Los puestos de selección en el draft son sumamente cotizados por su potencial a largo plazo, además de aportar jugadores novatos con contratos a costo mesurado.
Durante las próximas cuatro temporadas, Williamson ganará un total estimado de aproximadamente $44 millones con su pacto de novato. En comparación, un nuevo contrato a salario máximo para Davis comenzaría con una remuneración proyectada de $35 millones para la temporada 2020-21, asumiendo que éste decline ejercer sus opciones potestativas del jugador y renueve como agente libre sin restricciones.
Ciertamente que Nueva York no contaría con espacio dentro del tope salarial para el próximo verano independientemente de lo que haga, asumiendo que se utilice para firmar a dos agentes libres a salario máximo. Aún así, la brecha de los salarios de Davis y Williamson tendría implicaciones importantes. Primero que todo, significaría que los Knicks no tendrían opción alguna sino incluir jóvenes jugadores en un canje a cambio de Davis. Incluso si Williamson fuera contratado primero para incluir su salario a propósitos de igualar ofertas (tal como Cleveland lo hizo con Wiggins), los Knicks probablemente tendrían que incluir a tres jugadores del grupo conformado por Kevin Knox, Frank Ntilikina, Mitchell Robinson y Dennis Smith Jr. para así efectuar una negociación legal por Davis tras haber contratado a dos agentes libres a salario máximo.
Canjear a tantos jugadores por Davis dejaría a los Knicks con un roster bastante corto en la temporada 2019-20. Asumiendo que éstos mantengan a Robinson, éste podría ser el único remanente de la temporada pasada que quedaría al lado de Davis y dos agentes libres a salario máximo. El resto de la nómina estaría conformado por agentes libres firmados bien a salario mínimo u bien utilizando el espacio a nivel medio proyectado por $4.8 millones. Con tan poca profundidad en sus filas, probablemente los Knicks no podrían aprovechar de inmediato la presencia de un Davis superior en su roster.
El segundo tema salarial implica que renovar a Davis en el verano de 2020 (cuando se le debería otorgar un aumento proyectado en $8 millones), probablemente llevaría a los Knicks a alcanzar el umbral del impuesto al lujo, impidiéndoles así utilizar la excepción a nivel medio para equipos no contribuyentes de dicho impuesto, la cual es muy superior, limitando así su flexibilidad. Y eso se produciría si Davis decide renovar. Nueva York asumiría cierto riesgo de que Davis termine dejando el equipo si su primera temporada con los Knicks no sale como se había planeado, lo cual tendría como consecuencia que canjear a Williamson terminaría siendo un error desastroso.
Veredicto
Mucho antes de que los Cavaliers completaran su operación con Kevin Love, Lee Jenkins (quien entonces era periodista de la revista Sports Ilustrated y ahora funge como director de investigación e identidad de los LA Clippers), analizó dicho canje con Zach Lowe de ESPN en el podcast The Lowe Post, catalogando a la comparación entre Wiggins y Love como un tema que se decidiría de acuerdo con los deseos de Cleveland con respecto a cómo mantener abierta su ventana competitiva. Una interrogante similar aplicaría si los Knicks terminan ganando la lotería y analizarían canjear a Williamson por Davis.
La situación vivida por Cleveland sugiere que un cambio tendría sentido para los Knicks. Después de todo, una de las lecciones aprendidas con Cleveland es que no existen garantías con respecto al tiempo en el cual un equipo mantendría abierta su ventana de competición. En un lapso de cinco años (antes de que Wiggins se desarrollara hasta convertirse en la clase de jugador que verdaderamente habría aportado a la causa de los Cavaliers), LeBron estaba haciendo maletas para llevar sus talentos hasta Los Ángeles.
A pesar de ello, yo optaría por quedarme con Williamson. Tengo una creencia mucho más firme en él como prospecto de la que tenía por Wiggins; además, el roster de los Knicks actualmente no está tan bien capacitado para ser contendores de forma inmediata, como sí lo era la nómina de Cleveland después de pasar años acumulando prospectos jóvenes y capaces en la lotería.
Cierto, hacer un canje para incorporar a Davis le daría a Nueva York sus mejores posibilidades de convertirse en un equipo ganador aquí y ahora, pero Williamson podría formar parte de grandes equipos de los Knicks en los años por venir.