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Los candidatos a MVP se presentan en la campaña NBA

No era una noche más en la NBA. Apenas tres partidos programados, pero que aseguraban el debut de cuatro súperestrellas que van a estar en la conversación por lograr ser el jugador más valioso de la temporada. En Houston se daba el enfrentamiento de tres de ellos: James Harden y Russell Westbrook con los Rockets ante Giannis Antetokounmpo y sus Milwaukee Bucks. Y en San Francisco, Stephen Curry inauguraba el nuevo Chase Center recibiendo a Kawhi Leonard y unos Los Angeles Clippers que quieren dejar en claro que el uniforme de favoritos no les queda grande.

A continuación, el resumen de lo que dejó cada uno.

Giannis: En otra dimensión

Comenzar la temporada con una victoria y un triple doble en estadio ajeno es lo más parecido a un debut soñado. El “Greek Freak” lo consiguió en apenas 28:10 minutos en cancha, la segunda marca más baja en la historia de la NBA.

Más allá de sus 30 puntos, 13 rebotes y 11 asistencias, lo más sorprendente fue el grado de madurez mostrado para sobreponerse a un inicio flojo con dos faltas tempraneras y, desde allí, convertirse en el abanderado del triunfo de los Bucks. Su tiro exterior también mostró signos de mejoría ya que acertó 5 de los 8 intentos fuera de la pintura. Cuidado con él.

Westbrook y Harden recordando como jugar juntos

En las últimas tres temporadas, ambos se acostumbraron a ser los dueños absolutos de sus equipos. Por diseño y por talento. Pero el inicio de esta los encontró con la obligación de ajustar sus habilidades para ser efectivos. Lo hicieron bien en la primera mitad cerrando los dos primeros cuartos con 16 puntos de ventaja sobre los Bucks. Pero el resto no fue lo que seguramente imaginaron.Las estadísticas finales señalan que tienen que redescubrir como volver a jugar juntos. Russell Westbrook tuvo 270 dribilings en total lo que es su menor cantidad en un juego de las últimas 3 temporadas. James Harden siguió jugando aclarados (9 con Westbrook en cancha y 8 sin él) pero con muy poca efectividad: falló sus siete intentos de tiros de cancha, de los cuales seis fueron triples.

Al “Chef” le espera una temporada larga

Los Warriors ya no son lo que eran. La ausencia de Klay Thompson y la salida de Kevin Duran han condenado a Golden State a ser parte de la lista de los equipos mortales. Y Stephen Curry es uno de los que más lo sintió en el debut. Apenas vio acción en tres cuartos porque el partido ya estaba definido cuando comenzó el último. Teniendo que cargar con el peso ofensivo de su equipo, terminó con 23 puntos y 4 asistencias en 29:48 minutos de acción, pero tuvo que gastar sangre, sudor y lágrimas para llegar a esa cifra. Su estadística en triples así lo refleja: de 11 que intentó solo dos fueron aciertos. También, sus ocho pelotas perdidas. Algo queda claro: el “Chef” podrá promediar más de 20 puntos por juego, pero va a tener que esforzarse muchísimo más de lo que lo hizo en las últimas temporadas, al menos hasta que Klay Thompson regrese.

A Kawhi no hay quien lo pare

En su segundo partido de la temporada, Kawhi Leonard volvió a ser ese asesino silencioso que impone su juego al ritmo que más le conviene, jugando y haciendo jugar al resto y siendo eficaz sin derrochar espectacularidad pero mostrando una efectividad asombrosa.

Ante los Warriors, fue el maestro del pick-and-roll con 29 jugadas que lo tuvo como conductor de dicha jugada, llegando a 21 puntos en tres cuartos de acción, con una efectividad del 53% en tiros de cancha y regalando 9 asistencias.

Su equipo arrancó la temporada ganando sus dos juegos disputados con diferencias de doble dígitos. Y el más valiosos de las Finales pasadas, luce como el gran candidato a serlo en esta temporada que apenas da comienzo.