Ginóbili, que sufrió un esguince en el tobillo derecho cuando faltaban 4:40 para que finalizase el segundo cuarto, tuvo que retirarse del partido y fue llevado a un hospital local para que le hiciesen exámenes de rayos X, que determinen la gravedad de la lesión.

La esperanza dentro de la selección de Argentina es que Ginóbili pueda recuperarse lo suficiente para poder disputar la gran final, que alcanzó el equipo, en gran parte, por su excepcional actuación.

Ginóbili en los 15 minutos que había jugado hasta que se lesionó ya era el líder de Argentina con nueve puntos (3 de 10 tiros de campo, 1 de 3 triples, 2 de 2 desde la línea de personal) y tres rebotes.

"La perdida de Manu fue muy dura para nosotros, pero todos los jugadores se unieron más que nunca y pusieron en el campo el corazón para darle la gran alegría de la victoria y a todo el país, que tanto se la merece", declaró a EFE, Rubén Magnano, entrenador de Argentina.

Magnano dijo que su deseo no era otro que le dijesen que Ginóbili estaba listo para el partido de la final, pero quería ser realista y una lesión de tobillo, aunque se leve, siempre es un problema.