Lo que se esperaba que fuera una estancia extendida de Ubaldo Jiménez en el bullpen de los Orioles de Baltimore ya no será así.
El abridor dominicano fue movido al relevo para intentar resolver los problemas de comando que lo llevaron a arrancar la campaña con una pésima marca de 3-7 debido a una inflada efectividad de 6.89.
La gota que colmó la copa para los líderes del Este de la Americana fue que Jiménez permitió cinco carreras en un tercio de entrada el pasado domingo, 12 de junio, en la salida más breve en sus 11 años en Grandes Ligas.
Pero debido a una combinación de lesiones y un cuerpo de lanzadores exhausto, Jiménez regresará a la lomita como abridor este miércoles contra los Padres de San Diego.
Jiménez dijo a ESPN Digital que estaba viendo su rol como relevista como algo temporal para ajustar los problemas de mecánica que habían contribuido a otorgar 35 bases por bola en 62 y dos tercios de entrada, con 48 carreras limpias en 89 hits.
"No estaba obviamente haciendo mi trabajo [y el equipo] tenía que buscar una forma de tener más estabilidad [en la rotación]. Es una cosa que uno tiene que tomarla realista, porque de verdad que no me estaban saliendo las cosas bien", explicó el derecho de 32 años.
"[Me enviaron] al bullpen a ver si me ponía de nuevo donde debería estar. He estado pasando por un momento difícil y tengo que enfrentarlo. Tengo que buscar la forma de salir de esto. Hay que tomarlo un día a la vez y tratar de volver a donde tengo que estar".
El coach de lanzadores de los Orioles, David Wallace, también dijo después de la degradación de Jiménez que esperaba que su movida al relevo fuera algo pasajero.
"Es algo que les sucede a muchos lanzadores a lo largo de su carrera," dijo Wallace. "[Jiménez] es un profesional y un gran competidor y esperamos que pueda resolver sus problemas y que nos pueda ayudar, porque vamos a necesitarlo".
Las palabras de Wallace fueron proféticas. Los Orioles volvieron a necesitar a Jiménez como relevista el viernes pasado, pero falló al permitir cinco carreras en cuatro imparables en sólo dos entradas y un tercio, subiendo su efectividad a 7.34.
Es evidente que no ha tenido tiempo para buscar una solución durante sus 9 días en el bullpen, los cuales Jiménez afirmó estaba abordando como una oportunidad de demostrarse como lanzador.
"No tengo ninguna duda de que cuando yo estoy bien puedo ser un buen abridor; puedo darle un chance al equipo de ganar", dijo a ESPN Digital. "Tengo fe que las cosas pueden cambiar, en especial cuando todavía faltan cuatro meses de pelota; no es cómo comienzas sino como terminas".
Aunque los Orioles jamás pensaron que el regreso de Jiménez a la rotación sería sólo una semana y media después de la peor apertura de su carrera, el dominicano tendrá su ansiada oportunidad de dar la cara por equipo este miércoles para evitar una barrida ante uno de los peores equipos en Grandes Ligas.
Los Orioles aún están en el primer lugar de la competida División Este de la Liga Americana, pero sus dos derrotas ante los terribles Padres han visto esa ventaja sobre los Medias Rojas de Boston reducirse a un solo juego.
Si Jiménez necesitaba un partido para demostrar que de veras pertenece a una rotación de Grandes Ligas, es ahora o nunca.