LOS ANGELES - Al acercarse a otra postemporada, hay un nuevo dúo de pitcheo en los Dodgers de Los Angeles, aunque es uno que ha mostrado más vulnerabilidades que dominio en la segunda mitad, y al que todavía no se le ha oído rugir por completo.
Clayton Kershaw y Rich Hill han mostrado en la última semana y media que son igualmente capaces de maniatar a los contrarios, aunque queda por responder la pregunta de cuán sincronizados estarán cuando los implacables reflectores de los playoffs brillen en todo su esplendor.
Ambos han perdido más tiempo de juego en la segunda mitad que lo que han lanzado, pero ambos dieron grandes actuaciones en la más reciente gira de visitantes, con Hill lanzando siete entradas perfectas ante los Marlins de Miami y Kershaw trabajando cinco entradas con un solo hit permitido en el Yankee Stadium.
Como una dupla de poder, Kershaw-Hill ofrece intriga, pero ¿cómo se supone que ambos lideren a los Dodgers y los lleven a la tierra prometida cuando otra dupla, la de Kershaw-Zack Greinke no pudo hacerlo?
La respuesta no es tan simple como comparar al Kershaw de 2015 con su versión de 2016, o al Greinke de 2015 con el Hill de 2016. De ninguna forma los Dodgers son una organización perfecta, pero ellos se sienten más completos esta temporada, con la capacidad de apropiarse de los partidos cuando haga falta mediante su ofensiva.
Los Dodgers siguen teniendo sus problemas, como el poder cuajar algún tipo de ataque ante los lanzadores zurdos, pero como demostraron el lunes ante los Gigantes de San Francisco, si el pitcheo los puede mantener en el juego, eventualmente la ofensiva podría despertar y encontrar una respuesta. Ese sentimiento no era uno que abundara en temporadas recientes.
Y no es solo la ofensiva la que le da a los Dodgers una razón para creer; es un bullpen que ha sido tan bueno como cualquier otro en esta temporada, incluso con una carga de trabajo que habría quebrado a otros grupos. Los Dodgers llegan al partido del martes con 539 entradas trabajadas en su bullpen, la segunda mayor cantidad en todo el béisbol detrás de los Rojos, que tienen 540 2/3. La efectividad del bullpen de Los Angeles de 3.29 es mejor que la de cualquier otro.
En la defensa, los Dodgers carecen del alcance de algunas otras plantillas más jóvenes, pero ellos compensan eso con buenas manos, instintos sólidos y lances certeros.
Así que a pesar de tener un roster con algunas deficiencias, los Dodgers pueden jugar un mejor béisbol en geneal en esta temporada, haciendo que la dependencia de dos jugadores sea menos en este año que lo que ha sido en temporadas (y postemporadas) en el pasado reciente.
Sin embargo, no creo que el Equipo Kershaw-Hill sea un plato apetecible solo con una porción generosa de sal. A duras penas. Hill se ha reinventado a sí mismo con una de las mejores curvas en el juego, y Kershaw, bueno, sigue siendo Kershaw.
Entonces, el truco está en que ambos lleguen a la postemporada en condición de mitad de temporada - y que lo logren de prisa. Kershaw volvió recientemente tras pasar 75 días fuera por una lesión en la espalda baja, y Hill se perdió seis semanas mientras lidiaba con problemas de ampollas en dos de los dedos de su mano de lanzar, la izquierda.
A pesar de lo bueno que fue el resultado para Kershaw el lunes (una carrera inmerecida con tres hits y siete ponches en seis entradas), el zurdo habló luego sobre seguir aumentando su conteo máximo de lanzamientos, mientras ponía a prueba su cuerpo cinco días después de su apertura en Nueva York.
Incluso luego de haber maniatado a los Gigantes al permitirles solo una carrera inmerecida, Kershaw admitió que él sigue trabajando para volver a ser el tipo de lanzador que fue.
"Sí, quiero decir, definitivamente uno no quiere volver [de la lista de lesionados] y ser lanzado de inmediato a la postemporada, pero al mismo tiempo, donde estamos, uno tiene que estar, hasta cierto punto, en su mejor juego", dijo Kershaw. "Tampoco puedes perder partidos en septiembre. Obviamente, es una situación algo complicada. Realmente ayuda que estemos en septiembre y que tengamos tantos chicos en el bullpen que pudieron echarme la mano en las primeras salidas. Como poco, tengo que decir que nuestro bullpen ha sido asombroso".
Y la situación no es muy diferente para Hill, quien de forma controversial fue sacado de su apertura el 10 de septiembre en Miami donde llevaba un partido perfecto, y solo pudo hacer 89 lanzamientos en apenas su tercera salida tras su regreso de la lista de lesionados. El jueves en Arizona, hizo 93 pitcheos en una salida difícil en la que permitió cuatro carreras en 5 1/3 entradas y los Dodgers perdieron ese juego.
Hill podría llegar hasta los 100 lanzamientos el martes en la noche ante los Gigantes, algo que no ha hecho desde que llegó a los 101 el 7 de julio para los Atléticos de Oakland en Houston. Hill ponchó a 10 mientras permitía apenas una carrera en seis entradas ese día.
El asunto de la ampolla es casi algo del pasado.
"Espero que así sea, pero pienso que es algo con lo que seguiremos teniendo que trabajar", dijo el manager Dave Roberts. "Tenemos que seguir manejando el asunto".
Aunque Hill ha lanzado la curva con tanta confianza que la ha podido utilizar en todas las etapas del conteo, lo que dicho lanzamiento ha hecho realmente es preparar el camino para su recta. Es posible que Hill no sea considerado como un lanzallamas, pero el slugging de .248 de los contrarios ante su recta es el más bajo en todo el béisbol en esta temporada. Además lidera las mayores en porcentajes de swings fallidos (34.6) ante su recta y porcentaje de pelotas bateadas duro (7.0).
Así que, mientras es difícil comparar lo que Hill ha hecho en el juego a lo que ha hecho Greinke en un largo periodo de tiempo, los Dodgers no están mirando a su nuevo zurdo como alguien que pueda hacer lo suficiente para mantener al equipo a flote por nueve entradas cada cinco días.
En realidad Hill ha sido el mejor lanzador del equipo desde que hizo su debut con los Dodgers el2 4 de agosto, liderando a la novena en efectividad (1.48), WHIP (0.53), OPS de los contrarios (.311) y porcentaje de pelotas bateadas duro (1.0). Está segundo en porcentaje de ponches (32.6).
Así que, no, ya no es el dúo Kershaw-Greinke, pero los Dodgers no están sintiendo lástima por ellos mismos por tener que poner a Kershaw-Hill en el escenario ahora.
"Ellos son muy comparables, y pienso que eso es lo que convierte a estos dos lanzadores en serpentineros de élite", dijo Roberts. "Ellos sienten que pueden sacar a cualquier bateador de out en cualquier punto y momento, quieren terminar los partidos que inician y están enfocados en sacar a los rivales de out. Es algo grandioso, y me encanta la competitividad. Mi trabajo solo consiste en navegar a través de ello".
A pesar de los problemas de ampollas, Hill está listo para soltarse. Solo tiene una aparición en postemporada en su resumé, una derrota en la Serie Divisional de la Liga Nacional de 2007 ante los Diamondbacks mientras laboraba para los Cachorros, y suena listo para volver al centro del escenario. Pero para poder volver a ello, tiene que mantener las cosas simples.
"Uno trae lo mejor de uno todos los días y lo sigues trayendo, y sigues adelante, sigues haciendo tu trabajo, y eso es todo", dijo.
Esa frase está muy lejos de ser una memorable para este dúo, pero sin duda, a los Dodgers les gusta como suena.