Tal parece que los clubes del futbol mexicano quieren competir con la MLS de Estados Unidos o con la Liga de Qatar. Dinero sobra y deseos de hacer negocios también. Tras el fenómeno de Ronaldinho en Querétaro, este verano aparecen otros nombres de ese calibre en escena: Gignac, Eto' o, Robinho, Reyes, y hasta Andrea Pirlo. ¿Qué pretende el futbol mexicano? ¿Hacia donde va la Liga MX? El deporte parece cada día más olvidado por un futbol que apuesta por el negocio y que antepone el negocio a cualquier otra condición.
LOS ANGELES - Solo unas horas después del final de otro malogrado "Draft" en Cancún, se ha desatado otro "Draft" entre la mayor parte de los equipos del futbol mexicano. Y los nombres que se manejan aquí son distintos: Gignac, Eto'o, Reyes, Robinho, Gargano y hasta el del legendario futbolista italiano Andrea Pirlo
"Estamos pensando en otra gran noticia pronto. Lo estamos valorando", dijo un directivo del club Gallos Blancos de Querétaro, que hace un año, justamente, dio un poderoso golpe sobre la mesa firmando al internacional brasileño Ronaldinho. El éxito o como se le vea, relativo éxito de Ronaldinho por las canchas mexicanas ha sido tomado como bandera por otros equipos. El impacto mediático, más que el deportivo, es algo que seduce a los equipos de una Liga que cada día toma más pasos para ser una Liga de consumo, una Liga comercial, donde el espectáculo está por encima de algún interés deportivos. Habrá por ahí un par de equipos, tal vez Chivas, quizá Pumas, que por una cuestión de idiosincrasia tratan de seguir apostando por el desarrollo de jugadores, otros que debido a sus limitaciones económicas están llamados a sufrir perenemente y algunos más que, en la riqueza de las empresas que están detrás de ellos, tienen la fuerza y la autonomía para competir en un mercado muy especial, en el mercado de los "residuos" -que terrible forma de llamarle- de los jugadores que habiendo tenido carreras estelares en las mejores ligas del mundo, hoy buscan un refugio para ganar dinero y terminar dignamente sus trayectorias.
México, sin quererlo o queriéndolo, se está transformando en un rival para ligas como la MLS de los Estados Unidos, la de Qatar y la de los Emiratos Árabes, en su momento el lejano oriente con Japón y China. Hay suficiente dinero y empresas detrás del futbol que están deseosas de invertir a cambio de obtener un beneficio mayor en lo económico, sin que esos lucros procedan directamente del futbol. El futbol es parte del negocio, de empresas que se dedican mayormente a la industria del entretenimiento. El futbol les significa un negocio de televisión que se traduce en grandes ventas de patrocinios. El futbol les da, directa o indirectamente, un poder sobre las masas que es al final del día una fuerza política. El futbol, un deporte noble, una distracción, trivial y lúdica, les da esas empresas y a sus empresarios un sitio preferencial en la sociedad.
Trabajando en las fuerzas básicas y produciendo futbolistas, los clubes no tendrán nunca -o tardarán demasiado en lograrlo- el éxito mediático y comercial que significa traer a esos grandes nombres del panorama internacional. Y no importa tanto cómo vengan en términos físicos: Cruz Azul convirtió al paraguayo Roque Santa Cruz en el futbolista mejor pagado de México. Santa Cruz jugó muy poco en el torneo anterior debido a múltiples problemas de lesiones. Ronaldihno terminó siendo un suplente y un habitante permanente de la banca y de la polémica en el equipo de Gallos Blancos que alcanzó la final del último torneo. A pesar de ello, el impacto ganador del astro brasileño terminó ofreciéndoles resultados al Querétaro.
El creciente número de extranjeros, de naturalizados que inundan las canchas mexicanas es otro síntoma inequívoco de que esta Liga está buscando otro tipo de dimensiones. La Liga MX no está preocupada por el desarrollo de sus futbolistas. Está preocupada por mejores ingresos a partir de taquilla, de televisión, de venta de publicidad, de la camiseta y además tiene la ventaja de que no solo es México, no solo es un universo de 110 o 120 millones de personas, hay otros millones más, que son parte de la economía más avanzada del mundo -Estados Unidos-, que ven al futbol de México como un lazo directo de sus tradiciones y raíces más apegadas. Los equipos de futbol en México venden sus derechos de televisión en dos países diferentes, cosas que quizá solo puede presumir los grandes clubes de las grandes ligas europeas.
Tal vez sea tiempo de entenderlo y aceptarlo como es: el futbol en México es un negocio y después del negocio, sigue el negocio, y otro negocio y al final, muy al final, aparece la parte deportiva.
@Faitelson_ESPN
