Se quiera utilizar como una excusa o no para su pobre desempeño esta campaña 2016, un simple vistazo a la alineación y a la rotación abridora de los Mets de Nueva York es razón más que suficiente para ver cómo el equipo se ha visto severamente diezmado por lesiones.
Los cuatro ases de la que fue en un momento considerada la mejor rotación en todo Grandes Ligas, y la cual se ha visto severamente impactada por la carga de trabajo que tuvieron el año pasado dichos jóvenes brazos lanzando hasta noviembre, se han visto impactados por lastimaduras.
Fuera de su última salida contra los Gigantes de San Francisco el domingo, Noah Syndergaard no ha sido el mismo lanzador dominante desde que comenzó a sentir síntomas de un espolón óseo en el codo derecho a finales de junio.
En su intento de restarle importancia a la lesión de Syndergaard, el gerente general Sandy Alderson ha dicho que la gran mayoría de los lanzadores tienen condiciones similares y afirmó que "Thor" no necesitará cirugía hasta después que termine la temporada.
La primera baja de la rotación fue en julio, cuando Matt Harvey, quien ya estaba teniendo la peor campaña de su carrera luciendo efectividad de 4.86, tuvo que someterse a cirugía por síndrome de compresión torácica que lo obligó a perderse el resto de la temporada.
En el caso del zurdo Steven Matz, quien ya había sido también diagnosticado con un espolón óseo en el codo de lanzar, tuvo que ser colocado el lunes en la lista de lesionados con tirón en el hombro izquierdo. Los Mets anunciaron que la única buena noticia es que Matz no cuenta con ningún daño estructural.
La más reciente lesión de Matz era prevista, ya que el zurdo había hecho ajustes mecánicos al tener que lanzar con molestias por lo que el equipo ha descrito como un espolón óseo "significativo". Matz ha tenido que tomar analgésicos antes de cada apertura, pero los igual Mets afirman que el espolón no tendrá que ser extirpado quirúrgicamente hasta fin de año.
Y Jacob deGrom por su parte, aunque aún (junto a Syndergaard) cuenta con una de las siete mejores efectividades en el viejo circuito, ha estado muy lejos de ser el lanzador intimidante que mereció el premio a Novato del Año en 2014.
En adición, Zack Wheeler, quien estaba programado para regresar a reforzar la rotación durante el verano, ya ha sufrido tres reveses en su recuperación de cirugía Tommy John y es muy probable que se pierda su segunda temporada completa de forma consecutiva.
La ironía de las ironías en el caso de los Mets, es que sólo su abridor de 43 años, el dominicano Bartolo Colón, ha sido uno de sus pocos brazos confiables y saludables esta temporada. Colón además cuenta con el mayor número de victorias entre los abridores metropolitanos con 11, igualado con Syndergaard, quien es 20 años menor.
Ahora ante la que será una crucial serie contra los Cardenales de San Luis, a quienes continúan persiguiendo en la búsqueda del segundo comodín de la Liga Nacional, la rotación metropolitana consistirá de Jonathon Niese, que cuenta con ERA de 9.28 ERA desde que regresó a los Mets en un canje con Pittsburgh, deGrom, que viene de la peor salida de su carrera al permitir ocho carreras en 13 hits contra los Gigantes, y el novato Seth Lugo, haciendo su segunda apertura en Grandes Ligas.
Aún peor para los Mets es que las lesiones no han estado limitadas a la rotación abridora. En mayo, el equipo perdió a uno de sus mejores bateadores de poder en Lucas Duda tras sufrir una fractura por estrés en la espalda.
Al mes siguiente, el tercera base David Wright tuvo que someterse a cirugía para reparar una hernia de disco en el cuello después de pasar por varias semanas de tratamiento y medicamentos. La severa intervención quirúrgica a la que se sometió el capitán dicta que se perderá el resto de la temporada y además pone en entredicho el resto de su carrera.
El estelar jardinero central Juan Lagares se sometió a cirugía para reparar un ligamento parcialmente desgarrado en el pulgar izquierdo el 1 de agosto y aún no ha comenzado a hacer actividades de béisbol.
El cubano Yoenis Céspedes, que con el poder de su bate renovó la ofensiva desde su canje a Nueva York el año pasado y ayudó a los Mets a clasificar a playoffs, ha sufrido de molestias en la muñeca y de un severo tirón de cuádriceps que lo afectó gran parte del mes de julio y por el cual finalmente fue colocado en la lista de inhabilitados, de la cual fue activado hace apenas unos días.
Al mismo tiempo que Céspedes estuvo fuera, el infielder venezolano Asdrúbal Cabrera tuvo que también ser incluido en la lista de lesionados con un tirón del tendón de la rótula de la rodilla izquierda.
Y el campocorto José Reyes, que fue adquirido por los Mets bajo la sombra de su suspensión por violencia doméstica para solventar sus problemas en tercera base ante la ausencia de Wright, tuvo que también perderse tiempo de juego por un tirón al músculo oblicuo izquierdo.
Neil Walker, quien en su momento cargó la ofensiva metropolitana, se ha perdido tiempo de juego por molestias de la espalda. Curtis Granderson, que contrario a Walker y Céspedes ha sido un hoyo negro en la ofensiva, ha tenido problemas recurrentes de la pantorrilla derecha.
"Tenemos primeramente que tener un poco de suerte y que no haya más lesiones", afirmó Céspedes, quien lleva tres jonrones en tres juegos desde que fue activado de la lista de lesionados el viernes. "Este equipo tiene condiciones. Solamente es tener un poco de suerte y que las cosas nos salgan bien y saliendo a disfrutar lo que estamos haciendo en el terreno podemos salir de este mal momento y podemos clasificar".
Con marca de 62-62, a los Mets le quedan 38 partidos para una improbable clasificación a la postemporada, que cada vez se ve más lejana.
Y si bien es cierto que de esos últimos partidos, 22 serán con equipos con pésimos resultados esta campaña, como los Philadelphia Phillies, Filis de Filadelfia, Mellizos de Minnesota Twins, Rojos de Cincinnati Reds y Bravos de Atlanta Braves, los Mets necesitarán más que suerte un milagro para llegar de nuevo a la Serie Mundial.