LOS ÁNGELES -- Consummatum est. La Liga de Ascenso ha desaparecido. Con ella, el sustento para cerca de 300 familias. Decisión de la Yunta de Dueños (dixit Sven-Goran Eriksson), donde se ajusta mejor la yunta que lo de dueños.
Extinta ya la Liga de Ascenso, se crea la Liga de Desarrollo. Se le inyectan millones de dólares. En teoría, la idea es generosa: jugadores jóvenes que encuentren espacios.
En un mundo perfecto, el proyecto es magnífico. El problema es la perfección de lo imperfecto, ese modus operandi de la FMF y todas sus ramificaciones. Hay un ADN por arruinar y promiscuar sus propias y escasas buenas ideas.
Seamos claros: sobre la tumba de la Liga de Ascenso, más que dar a luz a la Liga de Desarrollo, comienza el inevitable funeral de la mismísima Liga de Desarrollo. Al tiempo…
Cierto: el Ascenso generaba empleos y diversión en sólo algunas poblaciones. Pero, ciertamente, también, se había paralizado, anquilosado. Pero, ¿no es amputar mejor que destruir?
Es innegable: el ejercicio del crimen con premeditación, alevosía y ventaja, hace apestar más la decisión. El abuso de poder comienza cuando las votaciones se ejecutan bajo modelos de multipropiedad.
En una democracia sensata, cada interesado tiene un voto. En una opresión siniestra, algunos interesados tienen dos votos o más. Y claro, la represión, el cobro de favores y canonjías, y el soborno.
O ¿cree Usted que Xolos, Querétaro --ambos de Grupo Caliente--, además de Juárez, Toluca y San Luis (el Judas de estos cómicos comicios), votaron por lo que creían y querían? Absolutamente. Era momento de pagar o de recibir promesas.
Y claro, los votos de Atlas, Santos, Morelia y Puebla eran sufragios bastardos de la Multipropiedad. América, obviamente, instigador principal, tenía el voto de calidad.
La votación indica 10-8, por clubes, pero en realidad, contabilizando entes, es un 7-7. El mexicanísimo modelo del fraude electoral: los muertos votaron.
Insisto: el proyecto es un modelo de ingeniería administrativa. Incluso la ubre generosa de la Liga MX derramará millones de pesos para garantizar la salud financiera de los clubes que se unan a la Liga de Desarrollo.
1.- Esos --en total--, 30 millones de pesos son el precio de la dignidad de los 12 clubes del Ascenso, todos ellos basureados, humillados, estercolados, ninguneados con el desprecio obsceno de la Liga MX. ¿Beberán en su funeral con champaña de la mesa de los poderosos?
2.- Mineros de Zacatecas, del Grupo Pachuca, ¿defenderá sus ideales y le botará a los pies al grupo de poder (los multipropietarios de la multipropiedad), o aceptará esa mordaza prostituida y prostituta que le ofrecen en forma de limosna).
3.- ¿Vendrá un alud de represalias y retaliaciones contra el Grupo Pachuca por instigar a una rebelión, --otra más--, que al final fracaso? ¿Verá Chivas de nuevo endurecido su horizonte en la negociación de los derechos de televisión?
Hay algo inobjetable: como negocio, como industria, los dueños de la misma pueden replantear su deteriorado esquema y organigrama de trabajo. Al final, como en todos los emporios y en todas las mafias, hay una cabeza que despiadadamente aniquila a quien le estorba, y lo sustituye con quien servilmente le reverencia.
Lo que convierte en verdaderos facinerosos, en delincuentes por abuso de poder, a los diez que al final ganaron esta votación, y exterminaron la Liga de Ascenso, son las formas, los tiempos.
Use los apelativos que quiera: Irarragorri, Salinas, Azcárraga, etcétera, pero queda claro, que como embajadores de rapiña, aprovecharon estos tiempos de pandemia, de histeria, de estertores, para exterminar una liga, ilusiones de equipos que aspiraban a ascender, aficiones, e, insisto al menos 300 familias, que van de la crisis económica al desamparo absoluto.
Jesús Martínez hijo dijo saber de esta elucubración, pero que se consumaría hasta el próximo año, no en estos momentos de desolación total. El daño es el mismo, aunque el ataque cobarde, siniestro, embozado, oportunista, lo hace más deleznable todavía
Insisto en la reflexión de hace unos días: los mansos de esta Yunta de Dueños no son mejor que Fidel Kuri, acaso, coloquial y candorosamente, “son menos piores que él”.