El ciclista francés Julien Bernard dio uno los gestos más curiosos de la etapa 7 del Tour. Durante la crono, le dio un beso a su esposa.
Era local y así se sintió en la salida de Nuits Saint Georges en la que fue uno de los más aplaudidos. El pedalista de 32 años del equipo Lidl-Trek también recibió más afecto en la ruta hacia Gevrey Chambertin.
Promediando la fracción muchos aficionados lo esperaban con carteles de ánimo y de repente apareció su esposa con su hijo en brazos.
Bernard se detuvo un momento y la besó, entre la euforia colectiva.
Siguió su camino hasta completar los 25 kilómetros del día.