El desarrollo del Red Bull RB18 no favoreció a Checo Pérez, pero el equipo trabaja con el mexicano para encontrar más rendimiento
El campeonato de la Fórmula 1 lleva 16 fechas y quedan seis en el calendario. Si partimos la temporada de Checo Pérez en dos, en las ocho primeras carreras (de Bahréin a Azerbaiyán), el piloto mexicano hizo ocho podios; en las últimas ocho (de Canadá a Italia), solo dos. ¿Qué sucedió?
Además, esos podios en la primera parte de la campaña, llegaron cuando Ferrari parecía más fuerte, pues constantemente colocaban un auto en la pole o ganaban carreras: Charles Leclerc logró seis poles, dos victorias y cuatro podios, mientras que en las últimas ocho, Ferrari combinado tiene tres poles y dos victorias.
En efecto estamos ante un dominio de Red Bull en la Fórmula 1, pero dicho domino no lo reflejan los resultados de Checo Pérez. Mucho se ha hablado sobre el camino que tomó el desarrollo del RB18.
“Tomó un rumbo que favoreció a Max. Creo que él es capaz de pilotar cualquier auto. Ahora debemos encontrar una manera de darle a Sergio algo con lo que rinda y compita”, señaló para The Race Pierre Wache, el director técnico del equipo Red Bull.
El ingeniero francés niega que se trate de favorecer a un piloto sobre otro, y menciona que todo se trata de mejorar el rendimiento del auto y el problema de Checo Pérez, es que no se ha adaptado a estas modificaciones que, de acuerdo a los resultados, sí han llevado al Red Bull RB18 a dominar a sus rivales.
“Es difícil cuando tratas de desarrollar el auto, teóricamente, para el rendimiento y después cuando uno está atorado en términos de puesta a punto para balancear de nuevo el auto”, otro problema para Checo Pérez, siguiendo las palabras de Pierre Wache, es que buscar un auto parecido a lo que tenía antes, sería perder velocidad. “Entonces, significa que deberías ir un poco más abajo en términos de rendimiento para alcanzar el correcto contrabalance, el deseado”.
“Diría que normalmente perderás un poco de rendimiento para hacerlo mejor. No es mucho, pero es este tipo de dirección”.
“Es multifactorial, pero el principal es claramente el balance del auto y la confianza con el mismo comparada al inicio del año, cuando el coche estaba un poco más balanceado para él y un poco menos para Max”.
Entonces, el problema que tiene Checo Pérez con el auto se resume a que el piloto tapatío no confía plenamente en el auto, que pasó de ser un auto más subvirante a uno más suelto de atrás.
“Después del potencial de desarrollo que hemos puesto en el auto durante la temporada, se ha movido de eso. Y luego, encontrar la correcta puesta a punto para él es algo complicado (y hace duro) tener la confianza que necesita para vencerlo, o pelear contra Max”.
Quedan seis competencias y la tendencia indica que Max Verstpapen en cualquier momento será matemáticamente campeón del auto. Sin lugar a dudas le ha favorecido el desarrollo del auto y él piloto neerlandés ha sabido exprimirlo.
Checo Pérez por su parte tiene seis carreras más para pelear el subcampeonato de pilotos y darle a Red Bull el primer 1-2 de campeonato de pilotos en su historial en F1. Hacer eso, además, aseguraría el campeonato del equipo, no que no han conseguido desde 2013.